Todos los cuerpo son prácticamente perfectos en todos los sentidos. Sin embargo, si lo que estás buscando es deshacerte de esa grasa acumulada que no consigues quitar, te invitamos a aventurarte y probar alguno de los tratamientos para eliminar la grasa localizada que te presentamos en este artículo.
Tratamientos para eliminar la grasa localizada
La grasa localizada consiste en el aumento desmesurado de las células de tejido adiposo que se encuentran en la hipodermis, la capa más baja de la piel. Se acumula más en la zona abdominal y en los muslos y resulta la más difícil de eliminar. Durante muchos años la liposucción fue el tratamiento quirúrgico de cabecera de aquellas mujeres (aunque también algunos hombres lo utilizaban) que querían deshacerse de la grasa acumulada en el cuerpo. Es un procedimiento que en un principio resultaba traumático, pues se hacía con anestesia general. Actualmente, y después de muchas décadas, es una intervención ambulatoria, pero no deja de ser una solución quirúrgica. Como alternativa a la liposucción se crearon distintos tratamientos para eliminar la grasa localizada que no requieren anestesia y puedes seguirlos a tu ritmo.
¿Por qué decantarse por estos tratamientos? La mayoría de las mujeres piensa en ellos principalmente cuando no pueden deshacerse de la grasa acumulada en ciertas partes del cuerpo: a pesar de las dietas y el ejercicio, simplemente hay partes que parece no quieren abandonarnos. Por ejemplo, esa grasita en el vientre que, por muchos abdominales que hagas, te acompaña siempre. Lo mismo ocurre con los muslos o los brazos. Da igual lo que hagas, la grasa es omnipresente.
La gran desventaja es que el cuerpo tiene memoria, es decir: aunque elimines la grasa localizada, es probable que vuelva a brotar en algún momento de tu vida. La cirugía evitaría este rebrote; pero, si escoges bien, algunos tratamientos para eliminar la grasa localizada te podrían ayudar a desterrarla de una vez por todas.
Criolipólisis
Este revolucionario procedimiento estético combina el frío con la succión y, gracias a él, es posible deshacerse para siempre de la molesta grasa localizada. ¿Cómo funciona? Con el frío se cristalizan las células adiposas y con la succión se produce la destrucción de las mismas. Eventualmente la grasa se elimina por la vía urinaria a lo largo de 45 días. La temperatura mínima de aplicación es de -8ºC para evitar daños en los pacientes y las zonas para las que se recomienda con el abdomen, las caderas y la cintura.

Dependiendo de la cantidad de grasa localizada, la cantidad de sesiones a la que una persona deberá de someterse será distinta, pero las recomendaciones son las mismas para todos. Es fundamental evitar el alcohol y el tabaco, a ser posible incluso después del tratamiento; también es importante reducir el consumo de sal y alimentos que promuevan la retención de líquidos. Y no puede faltar una dieta baja en grasas, además de consumir, por lo menos, dos litros de agua al día.
Mesoterapia
La mesoterapia es otra de las alternativas para eliminar la grasa localizada y no solo eso, también es efectiva para combatir la celulitis y la retención de líquidos. La mesoterapia funciona a través de la inyección de sustancias homeopáticas y alopáticas en pequeñas dosis que estimulan el metabolismo. Se suele utilizar principalmente en los muslos, glúteos y la zona del abdomen, y busca drenar el sistema linfático y devolver a la piel la elasticidad de la juventud.
Lo mejor de este tratamiento es que puede combinarse con otros como la carboxiterapia y la radiofrecuencia, de los que hablaremos más adelante. Como todas estas técnicas, los resultados son apreciables después de varias de sesiones. Además, no es invasiva.
Hidrolipoclasia
Uno de los tratamientos para eliminar la grasa localizada es la hidrolipoclasia. Sirve principalmente para eliminar la grasa del abdomen, las cartucheras, las rodillas y la cara interna de las piernas. Consiste en introducir en el organismo una solución isoosmolar o hipoosmolar mientras se practican ultrasonidos que rompen los adipocitos que se eliminan por la orina. Lo mejor es que la hidrolipoclasia destruye definitivamente los tejidos impidiendo que la grasa vuelva a crecer.
Este es uno de los tratamientos para los que más precauciones hay que tomar. No solo se recomienda el uso de prendas de compresión sobre la zona afectada, sino que es importante evitar la ingesta de medicamentos anticoagulantes, así como de alimentos vasodilatadores como el café o el alcohol. También hay que cambiar de estilo de vida después del tratamiento: dieta saludable, cero alcohol y tabaco y ejercicio.
Radiofrecuencia
La radiofrecuencia es ideal si lo que buscas es combatir la piel de naranja, la celulitis, la flacidez y, por supuesto, la grasa localizada en distintas zonas del cuerpo.

¿Cómo se aplica? Se estimulan los fibroblastos (tejido conectivo), la circulación y la producción de colágeno, a través de la aplicación de ondas electromagnéticas (que producen calor) en las zonas más profundas del cuerpo. Se recomienda aplicarla a los glúteos, el abdomen, las piernas y los brazos. Y claro, la producción de colágeno es ideal para mejorar la apariencia de la piel.
Lo mejor es que la radiofrecuencia puede combinarse con otros tratamientos para eliminar la grasa localizada, como la mesoterapia. Los resultados son visibles después de las primeras sesiones.
Carboxiterapia corporal
Lo más asombroso de la carboxiterapia corporal es que funciona con dióxido de carbono. Sí, suena increíble pues el CO2 es un gas del que nos deshacemos durante la respiración. Pero aplicado a la carboxiterapia, el dióxido de carbono nos permite liberar las toxinas del cuerpo, reducir la grasa y además ayuda a oxigenar la piel.
No solo sirve para reducir la grasa localizada sino que también es bueno para combatir la celulitis, disminuir las estrías y cicratrices. ¿Y cómo se aplica el dióxido de carbono? Pues este se introduce en pequeñas dosis de manera subcutánea, lo que hace que aumente el riego de sangre en los tejidos de la piel y se estimule el sistema linfático.
¿Dónde se aplica? Se recomienda en la zona del abdomen, brazos, piernas, glúteos y zona periumbilical. Además, también puede llevarse al rostro y aplicarse sobre las ojeras.