Más del 80% de la población mundial femenina tendrá miomas en el útero a lo largo de su vida. No suelen dar problemas y son algo común generalmente en mujeres mayores de 45 años, sin embargo, también pueden afectar a las mujeres que se encuentran en edad fértil. ¿Has oído hablar de ellos? En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre los miomas.
¿Qué son los miomas?
Tienes menos de 30 años, vas a una revisión de rutina al ginecólogo y te dice que tu útero parece un saco de patatas porque está plegado de miomas y que, si quieres tener hijos, te queda poco tiempo, dos años para ser exactos. El diagnóstico es algo de lo que quizá hayas oído hablar en el pasado: miomas. Aún así, no sabes qué son ni qué causan y mucho menos, por qué tienes que tener un hijo ya.
Los miomas, llamados también fibromas uterinos o leiomiomas, son tumores benignos que crecen en el útero y, como ya adelantábamos, es posible que el 80% de las mujeres llegue a desarrollar miomas a lo largo de su vida. Generalmente suelen aparecer poco antes y durante la menopausia, pero también puedes tener menos de 30 años y estar ya con esta molesta carga.
Estos tumores no son peligrosos, no desarrollarán células cancerígenas y, a menos que tu médico lo considere oportuno, recibirás tratamiento. Si la mujer ya ha tenido hijos y no planea tener más y los miomas no le generan ninguna molestia, es posible que el médico decida «dejarlos estar».

Causas
No existe una causa en concreto que produzca los fibromas uterinos, solo existen factores de riesgo. Por ejemplo, cambios genéticos de los tumores benignos, es decir, que dejen de contener las mismas células presentes en el músculo del útero. También los niveles de progesterona y estrógeno durante cada ciclo menstrual, favorecerían al crecimiento de los miomas. ¿Más factores? La raza, siendo las mujeres de raza negra las más propensas; el factor hereditario (tienes más probabilidades si algún familiar cercano los ha tenido) y el sobrepeso, que también influiría. Sin embargo, todos son factores y no causas precisas.
¿Cuáles son los síntomas?
¿Tienes reglas muy, pero muy abundantes y largas y además bastante dolor? Entonces quizá deberías ir al médico para una revisión. Sin embargo, hay mujeres que no llegan a tener molestia alguna, ni síntomas, ¿por qué? Depende de la ubicación y el tamaño de los miomas.
Sí, existen distintos tipos de miomas y es posible que tengas más de uno y además, de todos los tipos que pueden desarrollarse. Por su ubicación se clasifican en intramurales, submucosos y subserosos. Los intramurales crecen en la pared muscular del útero; los submucosos sobresalen de la cavidad uterina, mientras que los subserosos se desarrollan hacia afuera del útero.
Algunos de los síntomas a los que tienes que estar atenta para ir al médico son los siguientes:
- Abundante sangrado menstrual
- Sangrado entre períodos
- Períodos de más de una semana
- Dolor o presión
- Necesidad constante de orinar
- Dificultad para orinar
- Estreñimiento
- Dolor en la espalda y piernas
Una de las consecuencias inmediatas de los miomas, si tienes sangrado abundante, es la anemia. Por eso es recomendable ir al ginecólogo para que te de tratamiento, algún suplemento de hierro y, por supuesto, mantener una alimentación adecuada.
¿Cómo afectan los miomas a la reproducción femenina?
Los fibromas uterinos se convierten en un gran problema para las mujeres en edad reproductiva cuando estas quieren tener hijos. Estos tumores benignos no afectan a la concepción, salvo por casos en los que los miomas obstruyan las trompas de falopio o deformen la cavidad uterina, imposibilitando la implantación del embrión. Sin embargo, «por tratar de quedarte embarazada», la mayoría de los ginecólogos opina que es posible conseguirlo. Los problemas vienen después: los miomas pueden generar abortos espontáneos. En caso de llegar a «término», es posible que el parto sea prematuro, que el bebé venga mal posicionado y que haya una considerable hemorragia posparto.
Los fibromas uterinos que se encuentran «más adentro» del útero son los que pueden dar problemas durante el embarazo. Básicamente porque el feto estaría «compartiendo casa» con él.
Tratamiento
No existe un tratamiento que haga «desaparecer» los fibromas uterinos más allá de las cirugías. Para estos casos están la miomectomía y la histerectomía. Entre ambas, la única que se recomienda a las mujeres que quieren tener hijos es la miomectomía, pues consiste en extraer únicamente los miomas. En la histerectomía, por el contrario, se extirpa el útero dejando los ovarios, caso que haría imposible un embarazo. La histerectomía es una manera de acabar por completo con los miomas, en cambio, la miomectomía es una solución «temporal» pues, a veces no se pueden extirpar todos los miomas y es posible que después, estos vuelvan a crecer.

Si eres una mujer con distintos tipos de miomas y quieres quedarte embarazada, es probable que el médico recomiende una miomectomía en la que solo vaya a por el mioma que podría ocasionar problemas en el embarazo. Es una cirugía no invasiva y en la que solo estarás un par de horas en el hospital.
La cirugía se propone como tratamiento cuando el crecimiento de los miomas es acelerado y, como ya se ha dicho, cuando la mujer busca quedar embarazada y tiene fibromas que afectarían directamente al embrión. Si los miomas se pillan en sus «edades tempranas», es posible que el ginecólogo recomiende anticonceptivos. Los anticonceptivos se utilizan para intentar contener el crecimiento de los fibromas. Algunos de los anticonceptivos más recetados son los que contienen Valerato de estradiol/ Dienogest y Desogestrel. El único problema de este tratamiento es que los miomas podrían «reaccionar» a las hormonas y causar sangrados muy abundantes y dolorosos que pueden ocasionar anemia.
Otros tratamientos
Otros tratamientos más innovadores son la ingesta de 5 miligramos de Acetato de Ulipristal que ayuda a reducir considerablemente el tamaño de los miomas, ¿otro problema? Que también puede ocasionar sangrado abundante. Eso sí, los resultados son buenos, los fibromas sí reducen su tamaño. En el caso tanto de los anticonceptivos como del Acetato de Ulipristal, debemos decir que los sangrados no son simples sangrados de días, es que, en raras ocasiones, puedes convertirte en una esclava de las compresas y los tampones; de tener que comprar una caja por semana. Y es un sangrado continuo, pues no es un período menstrual, propiamente dicho. En estos casos, debes informar al ginecólogo.
El tratamiento más moderno para los fibromas es la radiofrecuencia. Se inserta una fina aguja que aplica calor al fibroma, lo que ocasiona la necrosis del tejido del mioma. El único problema es que esta técnica, de momento, solo se puede realizar por la vía privada.