¿Sabes si es posible educar el suelo pélvico? Son muchas las mujeres que, en un momento dado, deciden cuidarse y empezar a hacer ejercicio y a tener más en cuenta el tipo de dieta que siguen. Sin embargo, son pocas las que realmente piensan en los deportes que llegan a tener un impacto negativo en el suelo pélvico, pues llegan a debilitarlo. Por ello, hay que aprender a educar el suelo pélvico con el fin de acabar, por ejemplo, con los prolapsos o con la incontinencia. Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que hay que elegir una actividad física u otra dependiendo del estado del periné. Cuidar de algunas partes del organismo no es nada complicado y ayuda a sentirse mejor tanto por dentro como por fuera.
¿Qué es el suelo pélvico?
A pesar de que se trata de nuestro cuerpo, hay partes de él que no controlamos, como podría ser el suelo pélvico, un hecho que provoca que sea más difícil de educar. Ahora, solo hay que tener claro que se trata de un conjunto de fascias, ligamentos y músculos cuyo objetivo es mantener en su posición correcta los órganos pélvicos, es decir, el útero, la vejiga, la uretra, el recto y la vagina. De este modo, todos ellos funcionarán de la manera correcta. Además de lo anterior, permite tener estable la pelvis y la columna.
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¿Cuándo tener un mayor cuidado con el periné?
No solo las mujeres deben de cuidar de su periné, sino que también tienen que hacerlo los hombres. Sin embargo, el suelo pélvico de las primeras sufre más que el de los segundos. Por ello, ellas deben de tener un especial cuidado en momentos muy concretos de su vida. Estos son los siguientes:
- Embarazo y parto: Cuando una mujer está embarazada, al aumentar su peso y teniendo en cuenta la laxitud que adquieren sus músculos, el suelo pélvico sufre especialmente. Este hecho aún es mayor en el caso de que el parto sea instrumental. De este modo, trabajar el suelo pélvico durante el embarazo es muy importante.
- Posparto: Una vez haya tenido lugar el parto, es posible que tengan lugar problemas como la incontinencia a medio plazo. A este se suman el prolapso uterino o la diástasis abdominal de los rectos. Por estos motivos, es esencial ejercitar el suelo pélvico de manera correcta. De esta forma, se recuperará cuanto antes en esta etapa tan delicada.
- Menopausia: Cuando aparece la menopausia, los niveles de hormonas disminuyen. Así, el aumento de peso es frecuente. El hecho de que las hormonas cambien en esta etapa influye de manera directa en el tono muscular, en la fuerza y en la elasticidad. Así, es posible que se desarrollen problemas como la incontinencia fecal o urinaria, dificultades a la hora de mantener relaciones sexuales o el descenso de algunos órganos.
¿Cómo educar el suelo pélvico?
Una vez se tenga en cuenta la información anterior, ya podemos hablar de cómo educar el suelo pélvico. Hay que tener en cuenta diversos aspectos para hacerlo de la manera más cómoda y fácil.
Cuidar la alimentación
Es cierto que se trata de un consejo que aparece a menudo a la hora de conseguir numerosos objetivos. Ahora, como no podía ser de otra manera, también influye lo que comemos en el suelo pélvico. Por ello, es esencial no solo alimentarse de la forma correcta para evitar el sobrepeso o el estreñimiento, sino que también hay que hidratarse de forma frecuente para que el organismo se mantenga sano y fuerte la mayor parte del tiempo.
Entrenar el periné
Crear una rutina con ejercicios específicos para el entrenamiento es imprescindible a la hora de entrenar el periné. Los ejercicios de Kegel son los más conocidos. Ahora, al llevarlos a cabo hay que tener cuidado para no cometer errores, como, en vez de elevar los músculos, empujar. Por otro lado, un punto negativo siempre es contener la respiración al realizarlos o contraer otros músculos, como los glúteos.
Tener cuidado con los deportes de impacto
Si hay algo que puede afectar al suelo pélvico a la hora de educarlo es apostar por los deportes de impacto. Estamos hablando de aquellos que implican carrera o saltos, como el zumba, el running, el pádel, el tenis, el esquí o el baloncesto. Ahora, la solución no es dejar de hacer ejercicio, sino optar por aquellas actividades en las que sea posible controlar el trabajo que se realice sobre el core. Estas serían los deportes con un bajo impacto o la gimnasia abdominal hipopresiva. Si los deportes de impacto son lo tuyo, entonces compensa este tipo de ejercicios con aquellos que son específicos para fortalecer los músculos que forman parte del suelo pélvico.