¿Cómo debemos convivir con el COVID-19 tras el confinamiento? Cuando la crisis del coronavirus comenzó, todos pensábamos que la enfermedad no llegaría muy lejos a nivel geográfico. Luego creímos que no se mantendría durante mucho tiempo. Y, por último, pensamos que tras 15 días de encierro, simplemente desaparecería, pudiendo volver a nuestro día a día dejando la enfermedad atrás como si de un mal recuerdo se tratase. Tras varios meses, hemos descubierto lo equivocados que estábamos, que la crisis era mucho mayor de la esperada y que tardaremos mucho tiempo en volver a la vida que conocíamos. A continuación explicaremos con qué situaciones vamos a encontrarnos y cómo hacerlas frente para convivir con el COVID-19 tras el confinamiento.
Convivir con el COVID-19 tras el confinaminento
Como todo cambio, nos va a costar adaptarnos a él al menos durante las primeras semanas. Estamos acostumbrados a vivir con libertad. Esto significa que paseamos por donde nos apetece, entramos en superficies cerradas sin apenas límite y no tenemos problema en caminar muy cerca de los demás. Todo esto se va a ver modificado mientras el Covid-19 no tenga una solución, pues hasta ahora, son muchos los que han fallecido a causa de esta grave enfermedad. Por lo tanto, se han tenido que tomar medidas para frenar esta situación que ha llenado el mundo de incertidumbre, tensión e, incluso, de miedo.
Los festivales, las aglomeraciones a la hora de hacer las compras, los viajes, ir al cine, tomar un refresco en un bar… Estas pequeñas actividades que hasta ahora formaban parte de nuestro día a día ya no las vamos a poder vivir igual. Explicamos algunos de los cambios a continuación.
La mascarilla, elemento imprescindible

Pensábamos que era solo cosa de aquellos que estaban enfermos o, por ejemplo, del personal sanitario. Finalmente, tras varios estudios, se ha llegado a la conclusión de que la mascarilla es necesaria para evitar el número de contagios. Se ha demostrado que hay personas enfermas que no tienen síntomas, por ello, desconocen que lo están. De esta forma, es imprescindible que todos usemos este producto al desconocer realmente si somos o no portadores del virus.
Si estamos enfermos y usamos marcarilla, evitaremos contagiar al resto de la sociedad. Al hablar, al toser o al estornudar, son muchas las partículas contagiosas que salen de nuestro cuerpo. Si nos tapamos la boca y la nariz, evitaremos que el Covid-19 se reproduzca entre aquellos que nos rodean, ya sea un familiar o el empleado que nos atiende en una panadería, por ejemplo.
Medir la temperatura
Otra de las medidas que se están estudiando para ejecutarla en el momento en el que se termine el confinamiento es la de medir la temperatura. Será a aquellas personas que van a ponerse en contacto con otras en un espacio cerrado. De este modo, cuando alguien quiera ir a trabajar, al cine o a comprar, por ejemplo, se le medirá la temperatura. En el caso de tener unas décimas o fiebre, no podrá seguir realizando la actividad por si tiene coronavirus. No se puede poner en riesgo la salud de nadie.
Distancia social obligatoria
Se acabó, a lo largo de una temporada, lo de llenar salas de cine, de teatro y de música; y acudir de forma masiva a festivales, a manifestaciones o a cualquier evento multitudinario. A partir de ahora, lo mínimo que deberá existir en encuentros organizados será una distancia de un metro. Es lo que recomiendan los expertos y, por lo tanto, lo que debe llevarse a cabo.
¿Qué significa esta distancia social obligatoria? Que los supermercados ya no podrán llenarse como antes sucedía el día anterior a una jornada festiva, por ejemplo. También, que las rebajas en los centros comerciales se vivirán de una forma distinta y que los conciertos, si pueden tener lugar, contarán con un aforo limitado.
Lavarse las manos

Lavarse las manos antes de comer era un gesto que demostraba estar concienciado con la salud. No todos lo hacían y por eso decía tanto de aquellos que no se saltaban este paso antes de cada comida o después de ir al baño, por ejemplo. Ahora, esta acción tan simple se ha convertido en un gesto obligado para todas las personas. Se lleva haciendo durante semanas, pero se seguirá realizando en los próximos meses de forma constante. Además, se está descubriendo que algo tan sencillo la mayoría de las personas lo estaba haciendo mal. ¿Entonces? ¿Cuál es el truco? Enjabonarnos bien las manos y frotarlas durante, al menos, veinte segundos.
Igualmente, para convivir con el COVID-19 tras el confinamiento deberemos tener cerca y de forma constante un bote de hidrogel desinfectante y guantes que nos limiten el contacto con las superficies que más contaminadas pueden estar.
Cambios en bares y restaurantes
Uno de los sectores más perjudicados a causa del coronavirus es el de la hostelería. Los empresarios se plantean qué hacer al tener que cumplir con todo lo anterior. Con el confinamiento, son solo unos pocos los que pueden seguir con parte de su actividad debido al reparto a domicilio. Ahora, una vez termine la cuarentena, son muchas las medidas que tendrán que tomar aquellos que quieran ver abiertos sus locales a la vez que cumplen con la ley. Algunas propuestas, como colocar mamparas entre mesa y mesa, son inasumibles para algunas empresas, por lo que deberán estudiar otras opciones para no acabar con su negocio.
1 comentario en «¿Cómo será convivir con el COVID-19 tras el confinamiento?»
Buenas Azucena:
Muy interesante el artículo, de echo creo que es una realidad que va a estar de forma contínua en nuestras vidas, si no es un tipo de virus es otro. Hay expertos que dicen que aparece un nuevo virus entre 7 y 10 años, por lo tanto tenemos que esperar a la próxima tanda y estar preparados. Lo que pasa que este tipo de virus ha sido un poco diferente.
Se hablaba sobre algún tipo de mutación del virus de la gripe pero finalmente fue este tipo de virus y ha habido que crear una vacuna a prisas, y contando en que no mute como ha pasado en Dinamarca que he mutado en un animal y luego en una persona, si eso no se coge a tiempo la mutación del propio virus, que ahora sería diferente, haría que el trabajo de las vacunas se tuviera que hacer desde cero.
Gracias por tu artículo