Cómo recuperar la flora intestinal tras un proceso de diarrea

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Cuando asistimos a una gripe, a una gastroenteritis o a un proceso vírico en general, nuestro cuerpo no solo padece durante el proceso, sino que una vez terminado, nuestro organismo puede llegar a quedarse muy debilitado. Esta sensación puede ser percibida a través de situaciones de cansancio, sueño, falta de apetito o si notamos molestias gastrointestinales. Esto último, por ejemplo, es muy frecuente cuando hemos experimentado síntomas como náuseas o diarrea y, por eso, muchas veces es necesario recurrir a los probioticos diarrea para que ayuden a que el proceso de recuperación sea más rápido y eficaz. El objetivo de los mismos es recuperar la flora intestinal.

¿Qué es la flora intestinal?

A lo largo de nuestra vida, no es raro que en algún momento notemos dañada nuestra flora intestinal. Se trata de un conjunto de millones de pequeños organismos, también conocido como microbiota, y entre los que se encuentran tanto hongos como  bacterias. que residen en nuestro intestino y que le aportan grandes beneficios. No obstante, ante ciertas circunstancias como pueden ser el estrés, una mala alimentación o el consumo de antibióticos, esta flora puede verse alterada, . En consecuencia a este desequilibrio, nuestro organismo puede dejar de digerir bien los alimentos que consumimos o no absorber correctamente los nutrientes que necesitamos, con todo lo que eso conlleva. En el caso de una diarrea, se produce una disbiosis, que no es más que  el desequilibrio y la pérdida de los microorganismos beneficiosos que componen nuestra flora intestinal. Por eso, ante una situación semejante es necesario restablecer dicha flora y una de las maneras más naturales es a través de probióticos.

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flora intestinal

¿Qué son exactamente los probióticos?

Si durante un proceso de diarrea perdemos parte de los microorganismos que componen nuestra flora intestinal, no es de extrañar que su recuperación pase por aportárselos. Los probióticos son, así, microorganismos vivos que, administrados en cantidades adecuadas, confieren un beneficio a la salud del que los toma.

En este proceso es importante saber que no cualquier microorganismo es un probiótico per se, sino que para ello debe haber sido bien tipificado y estudiado y haberse comprobado los beneficios que proporciona al organismo, las cantidades a las que hay que tomarlo, así como las situaciones o enfermedades en las que ha demostrado su utilidad. En la mayoría de los casos, los probióticos son levaduras y bacterias que nuestro cuerpo presenta de forma natural. Si hemos sufrido un proceso diarreico, el consumo de probióticos nos ayudará a restablecer nuestro tránsito intestinal, evitando también el otro extremo, en el que se ubicarían procesos de estreñimiento. Así mismo, este tipo de producto se puede tomar tanto en adultos como en niños.

Por ello, según las sociedades internacionales, para que un producto sea considerado probiótico debe cumplir las siguientes características:

  • Deben ser seguros.
  • Debe contener microorganismos vivos.
  • Mantenerse estables durante el tiempo de consumo del producto.
  • Estar adecuadamente etiquetado.
  • La cepa y cantidad que lo componen deben estar especificadas y evaluadas para el beneficio que se le asigna.
  • Es imprescindible que esté probado científicamente.
  • Y, sobre todo, debe producir un beneficio para nuestro organismo.

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