Hace unos años, si queríamos beber leche, tan solo teníamos la opción de tomar aquella de origen animal. Ahora, poco a poco esta situación ha ido cambiando. Cada vez han sido más las personas que han sentido intolerancia ante este alimento y también las que han decidido optar por el veganismo. De este modo, se han hecho muy populares las leches vegetales, pudiendo estar hechas de soja, de avena, de coco, de cáñamo o de arroz, entre otras opciones. Si quieres conocer cuáles son las más saludables, tan solo tienes que seguir leyendo este artículo.
Leches vegetales
A día de hoy, son muchas las opciones que tenemos a nuestro alcance si queremos tomar leches vegetales. Si aún no las conoces, te las describimos en este apartado.
Leche de soja

La leche de soja es la opción más clásica y conocida en la actualidad. Posee una amplia disponibilidad en multitud de supermercados e, incluso, en pequeños comercios, lo que la convierte en una de las leches vegetales más populares. Está muy recomendada si buscas disfrutar de una bebida caliente. Además, presume de que su impacto en el medio ambiente es muy reducido en comparación con la leche de vaca. De todas las bebidas no lácteas, la leche de soja es nutricionalmente la más similar a esta última. Su número de calorías es mínimo y es una buena fuente de proteínas si es enriquecida con calcio.
Por otro lado, la leche de soja contiene compuestos llamados isoflavonas y fitosteroles. Estos pueden influir positivamente en las posibilidades de padecer cáncer, enfermedades cardiovasculares y osteoporosis. También destaca porque es perfecta para cocinar o tomarla junto al café sin restricciones. Por otra parte, hay que añadir que este producto se demanda tanto que incluso está disponible en varios sabores, como la vainilla, el chocolate y el plátano.
Leche de almendras

A nivel nutricional, la leche de almendras es muy diferente tanto a la leche de soja como a la leche animal. La grasa que posee es muy reducida y se trata, además, de grasa insaturada saludable; incluso contiene poderosos antioxidantes. Tiene un sabor suave que recuerda al de la nuez y es perfecta para comer con cereales.
Dependiendo de la marca que vayamos a consumir, la leche de almendras es más o menos recomendable para su uso en el café. Esto se debe a que tiene una consistencia escamosa. Respecto a su elaboración, un vaso de leche de almendra requiere de mucha agua para producirse, aunque menos que el vaso promedio de leche de vaca.
Leche de arroz

La leche de arroz tiene menos probabilidades de causar alergias alimentarias en comparación con cualquier otra leche, ya que no contiene ni nueces ni gluten. Se caracteriza por tener un sabor natural dulce y se puede utilizar para cocinar. Las calorías de este producto corresponde a hidratos de carbono y tiene muy poca proteína o grasa. Si la comparamos con las anteriores, esta es la menos adecuada para el café. Al igual que la leche de almendras, para producir este producto se necesita más agua que otras leches vegetales.
Leche de avena

La leche de avena es dulce y su consistencia se asemeja a la de la leche animal baja en grasa. Su número de calorías es moderado y destaca por su nivel de proteína, ya que es superior al de la mayoría de las leches vegetales. Igualmente, presume de tener más fibra que otras leches, aunque también posee más carbohidratos y azúcar, incluso las no azucaradas. Teniendo en cuenta lo anterior, no es la mejor opción para las personas con diabetes. Ahora, es ideal para cocinar y para hornear. De todas las leches vegetales que se ofertan en el mercado, la leche de avena tiene un impacto negativo mínimo en el medio ambiente.
Leche de coco

La leche de coco está indicada para cocinar y para hornear. Igualmente, es tan cremosa como saciante y le da a la comida un aroma delicioso. Es muy sabrosa y puede utilizarse en multitud de recetas, pudiéndose elaborar a partir de ella diversos platos. Entre ellos se encuentran sopas de verduras, pudin de semillas de chía o, incluso, helado. Mientras que la leche de coco enlatada funciona bien para cocinar, la que viene presentada en envase de cartón (específicamente para beber) es perfecta para una taza de café.
Leche de anacardo

La leche de anacardo presume de un sabor a nuez y es muy adecuada tanto para cocinar como para hornear. La grasa de la que se compone es saludable no saturada. Es más, si la analizamos nutricionalmente, solo posee dos gramos de carbohidratos por taza, aproximadamente. Está perfectamente recomendada para el café, agregándole un espesor delicioso.
Leche de avellana

Si comparamos la leche de avellana con otras vegetales, destaca porque posee mayor número de calorías y no tiene tanta proteína. Su delicioso sabor a nuez la convierte en una excelente elección para productos horneados y para agregar al café.
Leche de cáñamo

La leche de cáñamo está hecha a partir de las semillas de la planta de cáñamo como su propio nombre indica. Es baja en carbohidratos y alta en grasa. Aún así, la mayoría son grasas saludables insaturadas. La leche de cáñamo es rica en ácido alfa-linolénico, el ácido graso del omega 3 que ayuda a mantener una buena función cardíaca y cerebral. Es adecuada para cocinar y hornear, y tiene un ligero sabor a nuez.
Leche de nuez de Macadamia

La leche de nuez de Macademia es difícil aún encontrarla en el mercado. Destaca por ser baja en calorías, pero también en proteínas. Posee un delicioso sabor y es particularmente adecuada para postres y café. Tanta es su calidad, que se la conoce como la alternativa lujosa a la leche de vaca.
Si quieres empezar a consumir leche vegetal, puedes ir probando poco a poco cada una de las anteriores para analizar cuál es la que más te conviene teniendo en cuenta tus gustos y la utilización que vayas a darle. Te sorprenderá su calidad y su efecto sobre tu salud.