Que a un niño le guste más o menos la lectura depende de los hábitos de los adultos que le rodean. Si eres una lectora empedernida, es muy probable que a tu hijo también le guste leer, aunque tampoco es una garantía. Para ellos (y, en consecuencia, para ti), la hora de sumergirse en las páginas de un libro puede convertirse en una verdadera pesadilla. En nuestro artículo de hoy te contamos qué puedes hacer para que los niños se interesen por la lectura. ¡Toma nota!
¿Qué hacer para que los niños se interesen por la lectura?
¿Por qué a los niños no les gusta leer?
Vayamos a la raíz del problema: ¿por qué a los niños no les gusta leer? Para un niño que está aprendiendo a leer, esta actividad resulta simplemente difícil. Es difícil porque no sabe hacerlo (todavía), o no lo hace lo suficientemente bien; tiene problemas para hilar las palabras, y es perfectamente normal.
Si a eso se le agregan las habituales «burlas» de algunos compañeros del colegio, o tus reprimendas en casa porque «no lees bien», y andas constantemente detrás de él para que coja un libro, vamos por mal camino, porque si leer se convierte en una lucha, y es sinónimo de regañinas y castigos, es muy probable que la lectura no le resulte agradable para nada.
Si tu hijo tiene problemas para leer, es momento de reforzar esas debilidades. Puede ser que el niño no tenga fluidez o no conozca los fonogramas de letras complicadas como la «g» y sus sonidos. Tal vez cuando intenta leer se encuentre en una batalla interna por adivinar palabras; quizá no recuerda bien las letras, o tiene algún problema como la dislexia, o aprende de manera diferente a los demás niños. Sea cual sea la causa, lo mejor es que la descubras y trabajéis juntos en mejorar. Cuando deje de ser difícil para él, quizá comience a disfrutar más la lectura.

A los niños, leer puede parecerles aburridísimo. Sobre todo en este mundo tan tecnológico de teléfonos móviles, videojuegos y televisión. Para ellos es más divertido ver dibujos animados que coger un libro plagado de palabras. Es posible que a tu hijo le parezca aburrido leer porque no ha encontrado un libro que lo enganche, que lo motive a seguir leyendo.
Consejos para que los niños se interesen por la lectura
Establecer un tiempo específico para la lectura
No se trata de recrear una escena de Mujercitas de Louisa May Alcott, pero ¿por qué no reunir a toda la familia después de la cena para leer un poco? Cada uno en su lugar favorito del salón, con un libro entre las manos. O tal vez, puedes dedicar un tiempo exclusivo para que todos leáis en voz alta el libro que tu hijo haya escogido. Se trata de crear un hábito de lectura en los niños y sacar de tu apretada agenda un momento del día para que ellos lean, ya sea en voz alta, o cada integrante de la familia con su propio material de lectura. Si no puedes permitirte una hora, tal vez 30 minutos son suficientes.
A esto, añade el cuento para ir a la cama. Es posible que tu hijo te pregunte si tanta lectura es necesaria. La respuesta es sí. Para un niño que está aprendiendo a leer, es imprescindible que esté en constante contacto con las palabras.
Libros adecuados para su edad, clave para que los niños se interesen por la lectura
¡Qué difícil! No se trata de escoger contenido adecuado para su edad, sino de libros que se adapten a las habilidades de lectura de los niños. Cuando escojáis los libros, déjale elegir a él lo que quiere, pero siempre supervisando el tipo de letra y de vocabulario empleado en el libro. Si elige un libro difícil de leer, volverán la frustración y el aborrecimiento hacia la lectura.

Lector para menores y mayores
Si tu hijo es hermano mayor, o si en casa viven los abuelos, por ejemplo, tu hijo puede convertirse en su lector. Invítalo a que sea él quien le cuente los cuentos a su hermano pequeño, o tal vez a los abuelos, que siempre se prestan para estas cosas. Escoge libros con letras grandes y muchas ilustraciones. Será muy fácil para él seguir el ritmo de lectura.
¡No sólo se leen libros!
En ocasiones nos olvidamos de que todo aquello que tenga letras es susceptible de ser leído. Si los libros no son de gran ayuda, entonces pásate a las revistas. Hoy en día puedes encontrar todo tipo de revistas infantiles en los quioscos; para los fanáticos de Disney y los dibujos animados en general, para los amantes de los videojuegos; y para los que les gusta la historia.
Pero no solo te limites a los libros y revistas. ¿A tu hijo le interesa la cocina? ¿Por qué no preparáis un postre o la cena juntos, y dejas que él te lea la receta de cocina? Si le gustan los superhéroes, y tiene edad suficiente, tal vez pueda comenzar a amar la lectura si lee cómics o novelas gráficas.
Háblales de las palabras
Un juego al que juegan muchos padres con los niños es leer por la calle todas las palabras que se encuentren. Las marquesinas, los nombres de los establecimientos, carteles anunciando conciertos o eventos. ¡Las calles también están llenas de palabras! Y seguro que tu hijo y tú os divertiréis leyendo todos los carteles que os encontréis.
No lo limites a la calle. En el supermercado, invítalo a ser él quien busque, por ejemplo, los cereales, las galletas, la pasta, etcétera. Pero obligándole a leer las cajas de los productos. Enséñale también las etiquetas de la ropa, las instrucciones para un juguete e, incluso, la carta en los restaurantes. Tienes todo un mundo de posibilidades y, sin daros cuenta, estaréis trabajando para fortalecer su lectura.
Formas diferentes de leer
Si estás leyéndole a tu hijo en voz alta, te invitamos a intentar un par de cosas. Por ejemplo, después de leer una página, detén la lectura y deja que sea tu hijo quien lea. O, después de una página, pregunta a tu hijo qué cree que va a pasar a continuación. Cuando hayas concluido el libro, pregúntale cómo le hubiera gustado que terminara la historia, cuál era su personaje favorito, pregúntale su opinión al respecto o juega a «Qué pasaría si…» y lanzas una pregunta que le haga reflexionar y pensar qué ocurriría con la trama de un libro si tal o cual cosa no hubiera sucedido.
¿Y cómo ayudará esto a que los niños se interesen por la lectura? Es una forma de involucrarlos en la trama de la historia, por un momento les concedes el bolígrafo del autor y le dejas decidir. ¡Esto los divertirá mucho! Pero no solo le gustará leer más, sino que le ayudas a desarrollar su imaginación y, lo que es mejor, estarás trabajando en las habilidades de comprensión lectora. Un buen lector tiene que ser capaz de comprender qué es lo que está leyendo.
Hacer que los niños se interesen por la lectura: cuéntales por qué los libros son amigos
Si a ti te gusta leer, lo tienes fácil. Los niños suelen imitar las conductas de sus padres. Si desde pequeño le lees a tu hijo y, además, él te ve siempre con un libro en la mano, es posible que tu hijo se interese rápido por los libros. Si a pesar de tu amor por los libros, a tu hijo no le gusta, te invitamos a que le hables de los beneficios de leer un libro.
Cuéntale cómo te iniciaste en la lectura. Cuál fue el primer libro que leíste, por qué te gustó tanto. Cuéntale (por encima) algunas de tus historias favoritas de cuando eras niña, los personajes que conociste, los mundos que visitaste, el refugio que encontraste en los libros y las cosas que aprendiste de ellos.
Si para tu hijo los cuentos de hoy en día o los clásicos son muy aburridos, o ya los habéis leído todos, te invitamos a probar con las novelas adaptadas a los niños como Sherlock Holmes, Huckleberry Finn, a Phileas Fogg y un largo etcétera. Incluso puedes hacerte con un libro infantil que invita a los niños a volar a través de la lectura: La montaña de libros más alta del mundo.
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¿Qué quieren leer los niños?
Si a tu hijo no le gusta leer porque le parece aburrido, tal vez sea porque no ha encontrado algo que lo motive. ¿Cuáles son las aficiones de tu hijo? ¿Le gustan los dinosaurios o el espacio? Tal vez los videojuegos y los superhéroes. A tu hija quizá le gusten las historias de fantasmas, mientras que tu hijo prefiere los cuentos clásicos o los libros de piratas.
Desde la editorial estadounidense Scholastic, reconocida mundialmente por publicar material educativo, lanzan el Informe de lectura para niños y familias de Scholastic. Aquí le preguntan a los niños qué quieren leer, qué tipo de historias les gustan más. Pregúntale a tu hijo qué es lo que quiere leer. Llévalo a una librería y deja que escoja los libros que más le atraigan; vigila, por supuesto, que sean adecuados a su edad.
Si no terminan de decidirse por uno, y tienen edad suficiente, puedes contarles que muchas películas están basadas en libros. ¿A qué niño no le gustan Matilda o El Grinch? ¿O la saga de Harry Potter? ¿Por qué no empezar a leer esos clásicos que tanto les gustaron en la gran pantalla?