Cada vez se habla más del TDAH en niños. Se trata de un trastorno por déficit de atención/hiperactividad sobre el que se ha debatido mucho en los últimos años. Puede provocar problemas en el hogar y en la escuela de manera significativa. Por ello, con el fin de poner remedio a esta situación, es recomendable hacer un diagnóstico cuanto antes.
Diagnóstico del TDAH en niños
Realmente, no podemos hablar de una prueba específica para poder diagnosticar el TDAH en niños. Sin embargo, se llevan a cabo diversos proyectos con el fin de llegar a una conclusión objetiva. Estos son los siguientes:
- Un examen médico con el fin de poder descartar otras causas que también tienen los mismos síntomas que el TDAH en niños.
- Recopilar información a partir, por ejemplo, del historial médico familiar y personal, o mediante todos los documentos escolares que hablen del comportamiento del niño.
- Cuestionarios y entrevistas con y para los miembros de la familia del niño, en la que se verán involucrados aquellos profesionales que conozcan bien al pequeño, como cuidadores, entrenadores o maestros.
- Escalas de calificación del TDAH, con el fin de evaluar la información que se recopile sobre el niño.
- Usar el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales con el fin de analizar de manera objetiva la información que se tenga a mano.

El diagnóstico en niños pequeños
A veces ha sucedido que han aparecido signos del trastorno por déficit de atención/hiperactividad en niños que se encuentran en Educación Infantil, incluso a una edad más temprana. Ahora, es muy difícil diagnosticar un trastorno de estas características en niños muy pequeños. La razón es que a veces existen problemas en el desarrollo, como en el lenguaje en muchos casos, que pueden confundirse con el TDAH.
De este modo, cuando los niños son muy pequeños y se sospecha que puedan sufrir TDAH, lo más probable es que se apueste porque sean evaluados por un especialista. Entre estos últimos se encuentran un psiquiatra, un psicólogo, un pediatra del desarrollo o un patólogo del habla.
Afecciones que pueden confundirse con el TDAH
Como hemos dicho en el apartado anterior, a veces, sobre todo en niños muy pequeños, se puede confundir el TDAH con otras afecciones. Podemos hablar, por ejemplo, de los problemas del lenguaje o del aprendizaje. Asimismo, los trastornos convulsivos o los trastornos del estado del ánimo, como pueden ser la ansiedad o la depresión, también se confunden con el TDAH en niños. Por otro lado, los especialistas también tienen problemas a la hora de diferenciar, en ciertos casos, el trastorno del espectro autista o los problemas de audición o visión, con el trastorno por déficit de atención/hiperactividad.
No podemos obviar tampoco las lesiones cerebrales, los problemas médicos, los medicamentos que afectan a la conducta o al pensamiento, ni los trastornos de sueño. El motivo es que todos ellos también pueden asemejarse a los síntomas que provoca el TDAH en niños.
Tratamiento del TDAH en niños
Algunos de los tratamientos del TDAH en niños se basan en medicamentos, en servicios educativos, en asesoramiento y en terapia conductual. Todos ellos pueden aliviar muchos de los síntomas del TDAH. Sin embargo, hay que tener muy claro que no lo curan. Asimismo, hay que tener paciencia porque solo con el paso del tiempo se comprobará cuál de todos ellos le viene mejor al niño en cuestión.
Medicamentos estimulantes
Uno de los tratamientos que se utilizan para tratar a los niños con TDAH son los medicamentos estimulantes. Estos funcionan, en principio, equilibrando y elevando los niveles de los neurotransmisores, que son sustancias químicas del cerebro. Así, se mejoran los síntomas y los signos que provocan la hiperactividad y la falta de atención. A veces lo hacen, incluso, en un periodo de tiempo no muy largo.

Terapia del comportamiento para el TDAH
Los niños con TDAH suelen sacar muchos beneficios de la psicoterapia conductista en muchos aspectos. Por ejemplo, consiguen mejorar las habilidades parentales y las habilidades sociales. A partir de un trabajador social, un psicólogo, un psiquiatra u otro profesional de la salud mental, se puede encontrar el asesoramiento oportuno para poder dar pequeños pasos.
Por otro lado, hay que destacar que hay niños con TDAH que pueden sufrir trastornos como depresión o ansiedad. En estos casos, los profesionales nombrados anteriormente pueden ser idóneos para asumir las consecuencias de estas afecciones. Algunas de las terapias que tienen lugar en este apartado son las siguientes:
- Capacitación en habilidades sociales: Los más pequeños pueden aprender, a través de esta terapia, a llevar a cabo comportamientos sociales adecuados a cada situación.
- Capacitación de habilidades parentales: A través de esta capacitación, los padres de los niños con TDAH tienen la oportunidad de desarrollar maneras de guiar y de entender las conductas de sus hijos.
- Psicoterapia conductista: Los padres y los maestros tienen la posibilidad de aprender estrategias para transformar algunas conductas. Por ejemplo, algunas de ellas son las técnicas de tiempo de reflexión o recompensas simbólicas con el fin de lidiar con situaciones difíciles.
- Psicoterapia: Este proceso permite a los niños con TDAH hablar sobre todo aquello que les resulte incómodo. Asimismo, podrán explorar patrones de conductas negativos con el fin de afrontar cada uno de sus síntomas.
- Terapia familiar: La terapia familiar puede conseguir que los miembros de una familia, como los padres y los hermanos, sepan enfrentar el estrés que supone convivir con un niño que tiene trastorno por déficit de atención/hiperactividad.

Tratar a niños con TDAH
Cuando en casa vive un niño con TDAH, hay que llevar a cabo una serie de consejos que mejorarán la convivencia. Algunos de ellos son los siguientes:
- Demostrarles mucho afecto: Los más pequeños de la casa siempre van a necesitar sentirse queridos. De este modo, si te centras exclusivamente en sus puntos negativos, solo provocará que vuestra relación se estropee. Es más, pueden verse afectadas su autoestima y su confianza en sí mismos.
- Mejora de la autoestima: Los niños con TDAH suelen disfrutar con actividades artísticas, como la danza, la música o, incluso, las artes marciales. Por ello, te recomendamos que escojas aquellas actividades que llamen su atención y que le permita desarrollar sus habilidades. Cada persona posee un talento especial. Por ello, mediante pequeños éxitos en su materia favorita conseguirá aumentar su autoestima.
- Usar vocabulario sencillo: Cuando quieras darle instrucciones a niños con TDAH, te aconsejamos que lo hagas hablando despacio, con un vocabulario sencillo y con un tono de voz bajo. El contacto visual también es muy importante.
- Analizar las situaciones difíciles: Estudia todas aquellas situaciones que has sentido que incomodan a tu hijo, como ir de compras a centros comerciales, recibir invitados en casa o asistir a presentaciones largas, y evítalas en la medida de lo posible. Conseguirás ahorrarle momentos de mucho estrés.
- Apostar por la organización: Seguir un cuaderno de tareas es muy necesario para que los niños con TDAH se sientan tranquilos en sus actividades diarias. Asimismo, guardar los objetos de una manera específica también les ayudará a sentirse cómodos. Por otro lado, crear unos horarios para comer, echarse una siesta o acostarse también está más que recomendado. Igualmente, si existe alguna modificación en los planes, es oportuno hablarlo con los más pequeños de la casa para que asuman la situación cuanto antes.