Los numerosos beneficios cognitivos, académicos y sociales del aprendizaje de idiomas extranjeros han animado a los padres de todo el mundo a buscar consejos sobre cómo hacer que su hijo sea bilingüe. Al contrario de lo que muchos creen, este proceso no es tan simple como poner los dibujitos animados en inglés y esperar que aprendan el vocabulario, pero sí es cierto que los niños pequeños están muy bien dotados para aprender nuevos idiomas en la infancia. Para aprovechar la oportunidad, los padres bilingües y curiosos deben hacer un esfuerzo consciente para ayudar a sus hijos a aprender. No hay un enfoque único para lograrlo, así que aquí te presentamos cinco métodos para hacer que tu hijo sea bilingüe.
Reglas generales
Persevera y no abandones
No importa qué método sigas para hacer que tu hijo sea bilingüe: sea cual sea, todos requieren paciencia, constancia y esfuerzo. Debes hacer todo lo posible para perseverar a pesar de las dificultades. Siempre será más cómodo hablar en la lengua mayoritaria (es decir, la de la zona en la que vivís), pero debes esforzarte por lograr que tu hijo no deje de lado la lengua que estás intentando aprender. El idioma se aprende mediante la práctica, así que cuanta más exposición tenga en esa segunda lengua, mejor.
Empieza lo más pronto posible
Los bebés pueden ser bilingües desde el nacimiento, ya que durante los primeros meses y años de vida su cerebro tiene una plasticidad y una facilidad para aprender nuevos idiomas y acentos que se va perdiendo con los años. Por tanto, si quieres hacer que tu hijo sea bilingüe, cuanto antes empieces, mejor.
Los 5 métodos para hacer que tu hijo sea bilingüe
Un padre, un idioma
Para las familias en las que cada padre domina un idioma diferente, este enfoque llamado OPOL por sus siglas en inglés es la opción más popular. Como su nombre indica, los padres que practican OPOL sólo hablan su lengua materna con sus hijos, ya sea en casa o cuando están fuera. Por ejemplo, una madre francesa habla francés y un padre cubano habla español, sin importar el contexto en el que se encuentren.

Idioma minoritario en el hogar
Otra opción es la técnica «Minority Language at Home«, que puede funcionar cuando ambos padres se sienten cómodos en uno de sus dos o más idiomas nativos combinados, y deciden hablar en un único idioma cuando están en familia. Por ejemplo, una madre española y un padre angoleño que se hayan conocido en Italia y estén acostumbrados a comunicarse en italiano, hablarán en italiano en casa y con su hijo, y fuera hablarán el idioma del país en el que se encuentren (que, en este caso, supongamos que es España).
Este método proporciona un marco claro para los niños, ya que el hogar se convierte en el «interruptor» para el cambio de idioma, y tiene una variante que será frecuente cuando toda la familia hable la misma única lengua pero viva en un país con un idioma distinto. Con este sistema, los niños aprenden y hablan la lengua de su país de adopción en la escuela o con amigos, lo que en el futuro les ayudará a que mudarse al extranjero para trabajar o estudiar les parezca infinitamente menos intimidante.
Programas de inmersión lingüística
Hacer que tu hijo sea bilingüe si ambos padres hablan la misma lengua del país en el que viven es mucho más complicado que si hablan idiomas distintos. Por suerte, la educación ha mejorado mucho en nuestro país en los últimos años, y las nuevas generaciones de padres conocen bien alguna lengua más además de la materna. Si es vuestro caso, y o tú o tu pareja habéis vivido en el extranjero y tenéis un nivel excelente en ese idioma, podéis usar alguno de los métodos de arriba.
Pero, si no es el caso, también hay métodos para hacer que tu hijo sea bilingüe. Si os lo podéis permitir, lo ideal es apuntarlo a un colegio de otro país en vuestra ciudad cuyas clases al completo se impartan en un idioma extranjero: el colegio británico, colegio alemán, liceo francés…
Y, si esto no es una opción, apúntalo a una academia durante el año que organice campamentos de inmersión lingüística o estancia vacacionales en el extranjero durante el verano. Combina esto con proporcionarle películas, libros y juegos en el idioma que quieras que aprenda, e intenta localizar a algún niño de su edad que lo hable para que juegue con él.
Estancias en el extranjero
Aunque no hayas empezado a estimular a tu hijo desde pequeño para que sea bilingüe, nunca es tarde, y pasar un año estudiando en el extranjero puede lograr que aprenda a desenvolverse en ese idioma. Algunos colegios ofrecen programas de intercambio, y también existen agencias y academias que podrán ayudarte.