Todos queremos una vida feliz y saludable para nuestros hijos. Enseñar a los niños a meditar puede darles una herramienta para acceder a los muchos beneficios de la meditación. A pesar de que los niños de hoy en día muestran elevados niveles de ansiedad y estrés, muy pocos de ellos meditan. Sin embargo, varios estudios sugieren que los niños que practican la atención plena tienden a desarrollar rasgos positivos como el aumento del autocontrol, una mejor atención en clase y más empatía y respeto por los demás.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación para niños?
Es evidente que introducir a los niños en la práctica del mindfulness y la meditación desde edades tempranas tiene beneficios inmediatos y a largo plazo, pero los niños nunca deben ser forzados a meditar: de lo contrario, pueden desarrollar la misma aversión a esta práctica que a comer verduras.
Una buena forma de motivarlos a probar la meditación es que lo hagáis juntos y que lo plantees como un juego, ya que a los niños pequeños les encanta pasar tiempo con sus padres. Además, puedes ayudarte de visualizaciones y meditaciones guiadas que les ayudarán a concentrarse y estimularán su imaginación. A continuación, exponemos los principales beneficios de la meditación para niños.

Reduce el estrés y la ansiedad
La práctica de la meditación puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en los niños. Enseñar a los niños a concentrarse en su respiración puede darles las herramientas para volver a un estado de calma en cualquier momento, de día o de noche. Incluso unos pocos minutos de meditación diaria pueden tener beneficios sorprendentes para los niños.
Aprenden a respirar correctamente
La respiración profunda, característica de muchas rutinas de meditación, también es increíblemente útil en muchas facetas de la vida, por lo que los niños que aprenden a respirar correctamente probablemente llevarán este hábito subconsciente a su adolescencia y a la edad adulta, lo que mejorará sus niveles de estrés, su capacidad para hablar en público e incluso el rendimiento deportivo.
Mejora la capacidad de atención
El desarrollo de los dispositivos tecnológicos y los numerosos impactos de información que nos rodean en el día a día han provocado que muchos niños (y adultos) tengan dificultades para concentrarse y permanecer atentos. La meditación les enseña que es posible dirigir su atención a una sola cosa a la vez en función de su voluntad, y que realmente se siente bien no distraerse.
Mejora el sueño
Los niños que practican la meditación pueden fortalecer su sistema inmunológico, reducir el estrés e incluso mejorar la calidad de su sueño. Meditar antes de acostarse permite un sueño más profundo, lo que ayuda a que tu hijo esté bien descansado y preparado para la escuela u otras actividades y ayuda a prevenir trastornos como el sonambulismo infantil.
Fomenta la compasión y la autoestima
La mayoría de las inseguridades que las personas tienen de adultas se remontan a su infancia. La buena noticia es que la meditación puede reforzar los sentimientos de seguridad, empatía y estabilidad interior de los niños, y esto, a su vez, construye la compasión, la alegría y la autoestima. La meditación enseña a los niños -y a los adulto- a aceptarse como son y vivir sin miedo en el momento presente.
Les ayuda a superar sus miedos
Es un mito que la infancia es un tiempo sin preocupaciones. El hecho es que los niños experimentan muchos miedos: miedo a la oscuridad, miedo a los monstruos, miedo al abandono, miedo al futuro, miedo a no ser lo suficientemente buenos, etc. etc. Al entrenar a los jóvenes para que se concentren en un pensamiento, sonido o respiración, la meditación les enseña cómo permanecer en el momento presente, donde están seguros. La meditación puede llevar a los niños lejos de lo que les hace tener miedo a un lugar donde tienen poder y control sobre sus vidas.

Aumenta la confianza
Aprender a dirigir y controlar su atención ayuda a los niños a tomar conciencia de sí mismos y a tener más confianza en sí mismos. La confianza se desarrolla naturalmente cuando los niños aprenden de su práctica de meditación que no tienen que reaccionar a todos sus pensamientos y emociones: pueden elegir cuáles merecen su atención y respuesta.
Los niños con confianza en sí mismos están mejor equipados para lidiar con situaciones desconocidas. Gracias a esta adaptabilidad, se convierten en mejores solucionadores de problemas y desarrollan una apreciación más profunda de la vida.
Desarrolla la empatía y la felicidad
El experto en meditación Trungram Gyalwa, dice que «cuanto más das a los que te rodean, más ganas». La meditación de los niños les ayuda a aprender a compartir su amor con otros niños. Se vuelven más pacientes y comprensivos, escuchan más fácilmente a los demás y se identifican con ellos.
Un estudio citado en la revista Slate analizó la efectividad de un programa de meditación (llamado «Escuela de Atenas») en unos 400 estudiantes de bajos ingresos y pertenecientes minorías a minorías sociales en la escuela primaria. Los resultados demostraron que, después de cinco semanas de sesiones regulares de mindfulness, los maestros reportaron que los estudiantes habían mejorado su concentración y eran participativos y comprensivos. Claramente, los niños conscientes tienen las herramientas que necesitan para ser niños felices.