Hay menores que por circunstancias familiares se encuentran en una situación de peligro, desamparo o abandono. Con el fin de evitar la institucionalización de estos niños, hay familias que los acogen temporalmente de forma totalmente altruista hasta que se solucionen los problemas familiares o entren en fase de adopción. Pero ¿en qué consiste realmente la acogida de menores? ¿Cómo se hace?
Acogida de menores ¿en qué consiste?
La acogida de menores se produce cuando una familia acoge temporalmente en su hogar a una persona menor de edad como alternativa al acogimiento residencial, que sería un centro o recurso tutelado. La acogida es una manera de proporcionarles a los niños y niñas un entorno familiar estable cuando una serie de circunstancias les impiden vivir con su familia de origen.
Acogida o adopción
Aunque hay diferentes modalidades de acogida, no es lo mismo acogida que adopción. Ambas opciones son una medida de protección jurídica, pero responden a unas necesidades y expectativas diferentes tanto para el niño o niña como para la familia.
En una acogida, el menor de edad puede seguir teniendo contacto con su familia de origen siempre que no haya un riesgo para él. Generalmente es una situación temporal y su duración está determinada por la situación que provocó la separación. Es decir, cuando se resuelve el conflicto, el menor vuelve con su familia de origen. En cambio, una adopción es irrevocable y entre los adultos y el niño o niña se establece un vínculo jurídico equiparable al de maternidad o paternidad biológica.

Modalidades de acogida
Hablamos de acogimiento en familia extensa cuando la acogida se produce por algún o algunos de los miembros de su propia familia. Esta es la forma de acogimiento prioritaria. Es decir, los familiares de sangre siempre tendrán prioridad para la Administración.
También está el acogimiento en familia ajena, que se produce cuando por una serie de motivos ningún miembro de la propia familia puede hacerse cargo del menor. Esto no implica que el niño o niña deba romper la relación con sus padres biológicos y familia extensa. De hecho, y siempre que sea posible dada las circunstancias, suele programarse visitas para que no se rompan los lazos afectivos.
Tipos de acogimiento en familia ajena
Urgencia
Tiene como objetivo ofrecer una atención inmediata a niños principalmente menores de seis años para evitar su institucionalización. La acogida no suele ser superior a seis meses. Este tipo de acogimiento exige que la familia tenga una preparación adecuada.
Temporal
Se prevé la vuelta del menor a su propia familia, por lo que la acogida será hasta que se resuelva el conflicto que ha provocado la separación.
Permanente
Se prevé que no será posible o deseable que el menor vuelva con su familia de origen a medio o largo plazo y no hay opción a adopción.
Preadoptiva
Tiene como finalidad la adopción del menor porque, definitivamente, el menor no volverá con su familia biológica.
Especializada
Modalidad destinada a ofrecer un ambiente familiar a menores con necesidades especiales, como niños o niñas con enfermedades crónicas, discapacidad física, psíquica o sensorial o un trastorno grave de comportamiento. Uno de los miembros de la familia de acogida debe disponer de la cualificación, experiencia o formación específica.
Profesionalizada
Es una acogida especializada, la única diferencia es que el acogedor tiene una relación laboral con la Administración. Los menores, en este caso, presentan un grado de discapacidad mayor, una enfermedad grave, un trastorno de conducta importante o necesitan un apoyo especial porque han sufrido malos tratos o abusos sexuales.
Periodo estival/parcial
Acogida para que niños y niñas tutelados en centros y residencias infantiles tengan unas vacaciones en familia.
¿Cómo ser familia de acogida?
Pueden ser familia de acogida matrimonios, parejas y solteros mayores de 25 años. Las personas que se ofrezcan tienen que demostrar que están en una situación afectiva equilibrada, que disponen de tiempo, que tienen una actitud educativa flexible, un entorno familiar conciliador y que podrán cubrir las necesidades afectivas y económicas del menor. Los cónyuges y parejas estables podrán acoger a más de uno.

Las familias que cumplan con los requisitos anteriores, deberán hacer una petición en el organismo competente de cada comunidad autónoma. La solicitud puede presentarse por internet o de forma presencial en las oficinas correspondientes. Posteriormente, y de forma obligatoria, deberán pasar por un proceso de valoración, selección y formación.
Las familias seleccionadas y a las que se les asigne un menor recibirán los recursos psicológicos y las ayudas necesarias para que el niño o niña se integre en el nuevo hogar de la forma más fácil y cómoda posible. Las familias de acogida tendrán a su disposición cursos de preparación y el asesoramiento de trabajadores sociales, psicólogos, educadores o abogados.
En la acogida de menores no se recibe ninguna remuneración. No obstante, algunas comunidades autónomas ofrecen ayudas económicas para cubrir atención sanitaria o educativa especial del menor.