Si llevas tiempo queriéndote iniciar en el yoga pero no sabes muy bien como comenzar, será interesante que conozcas las posturas de yoga fáciles que te vamos a mostrar a lo largo de este artículo, ya que están especialmente ideadas para que, de una forma sencilla y sin mucho esfuerzo, empieces hacer yoga. Esta disciplina originaria de la India se adapta a cualquier tipo de persona, por lo que no hay que tener una gran preparación física para iniciarse. A partir de ahora ya no tendrás excusas para practicar yoga con estas sencillas posturas que te vamos a recomendar.
Aunque no lo creas, tu cuerpo de forma refleja consigue que hagas algunas posturas que se emplean en el yoga. Cuando te levantas y estiras todo tu cuerpo estás simulando la postura de la palmera, que es propia de esta disciplina. Lo más característico del yoga es que es una disciplina en la que ejercitas tanto tu cuerpo como tu mente. Las posturas que se realizan en el yoga no tienen que ser necesariamente difíciles para ser efectivas. Y lo más importante, no exige que tengas una determinada edad, ni una preparación física, ya que el yoga es medicina más que deporte, por lo que se adapta perfectamente a cualquier tipo de persona.
Posturas de yoga fáciles para que comiences a ejercitarte
Como podrás comprobar, a través de los ejercicios que se hacen en yoga puedes ejercitar todo tu cuerpo sin necesidad de tener una buena forma física. Con unos pocos ejercicios sencillos notarás todos sus beneficios, mejorando significativamente tu salud. Gracias a unos minutos de práctica diaria ya irás consiguiendo resultados que benefician a tu salud. Un poco de yoga al día te ayuda a que la energía fluya, para que te sientas con más vitalidad. También es un buen método para que aprendas a respirar y relajarte. En consecuencia tu mente se volverá más fuerte y flexible.
Estos son algunos de los ejercicios más recomendables para que conozcas el yoga, y te beneficies de esta práctica tan completa, que te ayuda a fortalecer tanto tu cuerpo como tu mente.
Postura del gato (Marjariasana)
Esta postura, tal y como su propio nombre indica, imita el estiramiento que hacen los gatos. Para realizar esta postura tienes que imitar al felino poniéndote a cuatro patas, en una superficie sólida como es el suelo, y separar tantos tus piernas como tus brazos. Con las palmas abiertas y las rodillas apoyadas en el suelo. Es importante que mantengas la espalda recta mires hacia arriba elevando tu barbilla y alejes los hombros de la cabeza. Inhala, abre el pecho y siente la sensaciones que te proporciona este estiramiento. Repite el ejercicio cinco veces. Con este ejercicio fortaleces tu columna vertebral haciéndola más flexible, y aprendes a tomar más oxigeno favoreciendo así la circulación por todo tu cuerpo.
Postura de la palmera (Urdhya Hastasana)
Esta es una de las posturas de yoga más básicas y sencillas de practicar. Te resultará además familiar, pues como te hemos indicado antes es bastante similar al estiramiento de cuando te levantas de la cama. Para comenzar tienes que colocarte en posición erguida con los pies paralelos a un pie de distancia entre los dos. El pecho hacia fuera, cabeza y cuello rectos con la vista frente a un punto fijo frente a ti, y los brazos relajados a los lados. Una vez en esta posición inspira dos segundos y eleva tu brazo izquierdo, recto hacia delante, al mismo tiempo que elevas tus pies hasta que te apoyes en tus dedos. Finalmente el brazo ha de quedar cerca de tu oreja y las palmas de las manos hacia dentro. Todo el cuerpo se ha de estirar hacia arriba. Mantén esta postura durante al menos 4 segundos reteniendo la respiración. Espira mientras bajas el brazo y los pies vuelven de nuevo a apoyarse completamente en el suelo. Repite tres veces el ejercicio con cada brazo.
El objetivo de esta postura es que estires todo tu cuerpo para aliviar las tensiones y la comprensión de los cartílagos de la espina dorsal. También es beneficiosa para que facilites a tus órganos internos un espacio para que vuelvan a su posición natural.
Torsión (Ardha Matsyendrasana)
Esta es otra de las posturas de yoga fáciles, para realizarla tienes que sentarte en el suelo con las piernas estiradas y la espalda recta. La pierna izquierda has de doblarla sobre la pierna derecha. De tal manera que pegues el muslo de tu pie izquierdo hacia el abdomen. A continuación mira sobre tu hombro derecho y haz una respiración profunda. De esta manera facilitas la oxigenación a tus vértebras. Te ayuda a aliviar las tensiones de la zona abdominal y ayuda incluso a tu tránsito intestinal. Intenta hacer al menos tres repeticiones a cada lado.