¿Cómo está afectando el coronavirus al negocio de la restauración?

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El coronavirus llegó y marcó un antes y un después en todos los aspectos que forman parte de nuestro día a día. El Covid-19 ha marcado nuestra forma de trabajar, de hacer vida social, de practicar deporte y de salir a la calle aunque sea simplemente para comprar el pan. Hemos visto cómo las calles se quedaban vacías dejando en el ambiente un silencio que ha provocado miedo y estrés en muchas situaciones. Ahora, la economía a nivel mundial también ha quedado marcada, incluso más que en otras crisis económicas. Este es el ámbito en el que nos vamos a centrar en este artículo, hablando de cómo afecta el coronavirus al negocio de la restauración.

Cómo afecta el coronavirus al negocio de la restauración

Para entender cómo afecta el coronavirus al negocio de la restauración, debemos comprender de qué vive un bar o un restaurante, por ejemplo, y es de la vida social. La restauración acerca a las personas, son un respiro en la rutina donde la gente asiste para desahogarse, ponerse al día con sus amigos y rodearse de desconocidos cuyo bullicio, en ocasiones, te hace sentir vivo, en sociedad. Por lo tanto, es uno de los sectores que ha tenido que echar el cierre desde el primer día. ¿El motivo? La exigencia de la distancia social.

Hemos pasado de los choques de manos, de los abrazos, de las palmadas en la espalda y de darnos dos besos cada vez que nos encontramos, a las mascarillas y a los dos metros de separación que recomienda Sanidad para evitar la propagación del virus. De este modo, bares, restaurantes, hoteles y otras empresas de la restauración se han visto muy perjudicadas por ello.

Cierre de negocios

Afecta el coronavirus al negocio de la restauración

En España, por ejemplo, la puerta de este tipo de empresas ha tenido que cerrar durante dos meses. Algunos han podido resistir estas largas semanas de confinamiento, mientras que otras, las más pequeñas, han tenido que despedirse indefinidamente de su actividad económica por no haber podido resistir la ausencia de beneficios. Además, el hecho de continuar en el Estado de Alarma, aunque se hayan levantado algunas medidas restrictivas, continúa perjudicando el funcionamiento de estos locales. La razón es que no pueden acoger toda la capacidad que hasta hace unos meses les permitía la ley. Por ello, los beneficios se reducen incluso más que a la mitad. También cabe destacar que la desescalada no es igual en todos los municipios, motivo por el que, dependiendo de donde tengas situado tu negocio, te verás más o menos perjudicado.

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Fases de la desescalada y restauración

Como acabamos de explicar, cada fase conlleva unas restricciones diferentes en el sector de la hostelería. Cuanto más avanzadas estén las fases, más aliviados respiran todos aquellos que dependen de los trabajos relacionados con el ocio y el turismo. Por ello, en este apartado te explicamos cómo afecta el coronavirus al negocio de la restauración en cada punto del desconfinamiento.

Fase 0

En la fase 0 de la desescalada aún no es posible sentarse en un bar o en un restaurante. Ahora, los clientes pueden acudir a los locales para recoger los pedidos y consumir los alimentos en casa. Cabe destacar que la recogida de productos deberá ser escalonada para así evitar aglomeraciones en el interior del establecimiento. Igualmente, solo se podrá salir del municipio de residencia cuando el producto o servicio que se requiera no se encuentre disponible en dicha zona.

Asimismo, los establecimientos deberán desinfectar dos veces al día sus instalaciones, con una limpieza obligatoria al terminar la jornada. Además, los clientes no podrán utilizar los aseos a no ser que se trate de un caso estrictamente necesario. Cuando estos sean usados, se tendrá que realizar una limpieza inmediata de sanitarios, grifos y pomos de puerta. Este protocolo se mantendrá en las fases venideras de la desescalada.

Fase 1

coronavirus al negocio de la restauración

Es a partir de la Fase 1 cuando las terrazas abren. Ahora, solo con el 50% de mesas permitidas en años anteriores o con algunas más si el Ayuntamiento de la localidad permite más espacio disponible y se realiza un incremento proporcional del espacio peatonal en el tramo de la vía pública. A lo largo de este periodo se seguirá sin poder consumirse nada en el interior del local. Igualmente, los hoteles abrirán sus puertas pero sin posibilidad de utilizar las zonas comunes y con restricciones, por ejemplo, en restauración.

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Aunque estas zonas de ocio ya permitan realizar cierta actividad, se debe seguir manteniendo un distanciamiento social de al menos dos metros entre las mesas. Asimismo, en ellas solo se podrán sentar grupos formados por un máximo de 10 personas. Entre un cliente y otro, se desinfectarán todas aquellas superficies de contacto de uso compartido, se evitará el uso de cartas de uso común y se fomentará el pago con tarjeta. También, se eliminarán de las mesas productos de autoservicio como aceiteras, vinagreras, servilleteros o dispensadores de palillos.

Fase 2

La Fase 2 supone la apertura de los restaurantes. No obstante, tendrán aún bastantes limitaciones. Entre ellas se encuentran que el servicio en mesa deberá contar con una garantía de separación entre clientes y entre las propias mesas, mientras que el aforo estará limitado a un tercio de la capacidad habitual. Por otro lado, los clientes no podrán consumir en la barra, solo sentados. Respecto a los hoteles, podrán abrir sus zonas comunes limitando también a un tercio su aforo.

Fase 3

Será en la Fase 3 cuando se extenderá el aforo de los locales al 50% de la capacidad y se permitirá que los clientes consuman en la barra con una separación mínima de 1,5 metros. En las terrazas también se ampliará la capacidad al 50% de las mesas permitidas en años anteriores, o más si el ayuntamiento permite más espacio respetando la proporción.

Por otro lado, será en esta etapa cuando también puedan abrir las discotecas y los bares nocturnos, aunque solo con un tercio de su aforo, como máximo. En el caso de los hoteles, podrán volver a abrir las zonas comunes, que estarán limitadas a la mitad de su aforo, excepto en los servicios de restauración, que seguirán las normas generales de este sector.

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