Puede que seas una persona a la que le gusta cuidar de su salud, pero esto no significa que estés en una buena forma física, y viceversa. Para saber si estás en forma tienes que tener en cuenta diversos aspectos tanto cuantitativos como cualitativos. Estos aspectos implican llevar una alimentación adecuada, hacer ejercicio físico regularmente y mantener cierto equilibrio mental. A continuación te detallaremos lo que necesitas para estar en forma y cómo puedes entrenarte para ello.
¿Qué significa «estar en forma»?
Uno de los errores más habituales es creer que estamos en forma en base a que somos capaces de cumplir con unas marcas mínimas y realizar un esfuerzo físico determinado. El hecho de estar en forma, en realidad, va mucho más allá. No se trata de atender solo a los aspectos que está en relación con lo físico (cuantitativo) sino también a los aspectos relacionados con la salud en general (cualitativos).
Según el Departamento de Salud y Servicios Sociales de EE.UU. estar en forma implica lo siguiente: «la habilidad de poder realizar una actividad física a diario de manera vigorosa y atenta sin sufrir una excesiva fatiga». Aunque también habría que agregarle a esta definición la importancia que conlleva el aspecto psicológico y emocional. Lo aconsejable sería, además, poder gozar de una actividad física recreativa, sin que suponga demasiado esfuerzo. Como por ejemplo un partido de squash o fútbol sala.
Valorando el aspecto cuantitativo nos encontramos ante unas medidas estándar objetivas, que te permiten saber si estás en forma de una manera objetiva. Y en cuanto al aspecto cualitativo, está implicado el hecho de que puedas disfrutar del ejercicio físico, y disponer de un buen equilibrio psicológico que te permita sentirte bien y disfrutar de lo que haces. Estos dos aspectos conformarían lo que representa el estado de forma.
¿Qué debes hacer para estar en forma?
Aunque estar saludable, tal y como hemos indicado, no implica estar en forma, si es algo necesario. Llevar una vida saludable es imprescindible para estar en forma, por este motivo es recomendable ir adquiriendo hábitos saludables y desechar todo aquello que atenta contra nuestra salud, como puede ser el sedentarismo, el tabaco y el alcohol.
Llevar una vida sana implica hacer deporte y ejercicio físico regularmente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana, para mejorar nuestra salud y reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El deporte, además, nos ayuda a sentirnos mejor en el plano psicológico, debido a que nos genera una mayor satisfacción, bienestar y sensación de autocontrol.
El ejercicio que realices ha de ser adaptado a tus necesidades. De nada sirve comenzar con mucho esfuerzo, ya que esto acabará desmotivándote y facilitando tu abandono. Según tus características físicas, estado de salud, motivación, edad y necesidades personales; será más aconsejable que realices una serie de ejercicios. En primer lugar, lo que debes hacer es solicitar un examen médico, para que evites inconvenientes a la hora de elegir una rutina de ejercicio.
Cada vez que comenzamos a hacer deporte lo más recomendable es que haya una progresión, para que poco a poco vayamos aumentando la intensidad, conforme nos veamos más preparados. El organismo se ha de ir adaptando al ejercicio físico y al esfuerzo, y nuestra mente también. Es conveniente hacer ejercicio diariamente, aunque sea una media hora. Si dejamos pasar mucho tiempo de un entrenamiento a otro entonces nuestro cuerpo no llegará a adaptarse de forma correcta. Lo que puede llevarnos a sufrir dolores musculares y lesiones.
Ten en cuenta que para saber si estás en forma has de practicar ejercicio regularmente, sin llegar al agotamiento físico. Has de estar motivado y lleno de vitalidad. En general, todo aquello que consiga que te sientas saludable y equilibrado representa un buen estado de forma.