Parecen lo mismo pero son conceptos con matices particulares. Aunque es un debate social recurrente, lo cierto es que muchos ciudadanos no son capaces de identificar las diferencias entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. ¿Qué significa consumo preferente? ¿Es lo mismo que la fecha de caducidad? ¿Cuándo puedo comer un producto pasado de fecha? Ponemos blanco sobre negro la cuestión.
Es importante para el consumidor aprender a diferenciar entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente para evitar el enorme desperdicio de alimentos que genera no saber interpretar la etiqueta de los alimentos.
Diferencias entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente
Para comprender cuál es la diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente, debemos analizar qué significa cada uno de ellos.
La fecha de caducidad vs. fecha de consumo preferente: diferencias por su significado
La fecha de caducidad es el momento a partir del cual es producto no debe consumirse por ser peligroso para la salud. Se establece en aquellos productos perecederos por la acción de microorganismos, como son los pasteurizados, las carnes o los productos envasados al vacío.

Por su parte, la fecha de consumo preferente recoge el tiempo en el que el producto aún mantiene sus propiedades si se ha conservado tal y como indica en la etiqueta. Su consumo posterior a la fecha marcada no implica para el usuario ningún riesgo sanitario. Puedes verlo sobre todo en productos como la leche, el aceite o las legumbres.
Normativa sobre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente
La normativa que regula la fecha de consumo preferente es el Real Decreto 1334/1999. Su artículo 11 dice así:
Artículo 11. Marcado de fechas.
En el etiquetado de todo producto alimenticio figurará la fecha de duración mínima o en su caso, la fecha de caducidad.
1. La fecha de duración mínima se expresará mediante las leyendas:
a. Consumir preferentemente antes del … cuando la fecha incluya la indicación del día.
b. Consumir preferentemente antes del fin de…, en los demás casos.
2. Las indicaciones previstas en el apartado 1 anterior, irán acompañadas:
a. Bien de la fecha misma.
b. Bien de la indicación del lugar en que figura en el etiquetado.
Si fuere preciso, estas indicaciones se completarán con la referencia a las condiciones de conservación que deben observarse para asegurar la duración indicada.
3. La fecha estará compuesta por la indicación clara y en orden del día, el mes y el año. No obstante, en el caso de los productos alimenticios:
a. Cuya duración sea inferior a tres meses bastará indicar el día y el mes.
b. Cuya duración sea superior a tres meses, pero sin sobrepasar los dieciocho meses, bastará indicar el mes y el año.
c. Cuya duración sea superior a dieciocho meses, bastará indicar el año.

Alimentos que puedes consumir después de pasados de fecha y los que no
Los siguientes alimentos pueden ser consumidos siempre que presenten un estado de conservación óptimos incluso después de que haya pasado la fecha de consumo preferente, por lo que no hay que tirarlos cuando se cumpla.
La comida en lata
En su elaboración, los enlatados se someten a un proceso de calentamiento extremo para matar las bacterias y esterilizar el contenido. De ahí que se puedan consumir después de pasados de fecha de consumo preferente, siempre y cuando no se detecten bultos o al abrirla no se noten matices ácidos que nos indicarían la presencia de bacterias en su contenido.
La carne congelada
No es lo óptimo, puesto que al congelarla se pierden algunos de sus nutrientes. Ahora bien, es una buena estrategia para guardar carne que no vamos a consumir en ese momento y evitar el desperdicio alimenticio.
Las galletas
Son uno de los alimentos que mejor se conserva en el tiempo cuando se mantiene en su envase original o en envases de lata herméticamente cerrados.
El pan
Cuando se trata de pan de calidad, congelarlo te permite comerlo después de dos semanas.
La pasta
Si mantienes la pasta seca en un recipiente bien cerrado, puedes consumirla hasta 3 años más tarde.

Huevos
Si se mantienen los huevos en un espacio fresco, no hay problemas en consumirlos después de un par de semanas tras la fecha indicada. Eso sí, comprueba su estado antes de abrirlo sumergiéndolo en un bol con agua: si flota, no lo consumas.
Yogures
Mientras no esté abierto, un yogur puede conservarse durante varios días sin perder sus cualidades. No obstante, antes de comerlo, revisa si huele a ácido o si presenta una textura extraña.
La leche
La leche que incluye la denominación UHT en su envasado se ha sometido a un tratamiento térmico que nos asegura la protección frente a determinados patógenos. Deberemos consumirlo en las semanas siguientes, pero no esperar meses para consumirlo.
Asimismo, hay otro tipo de alimentos que no necesitan marcar estos indicadores de fecha de duración, como las frutas, las hortalizas frescas, los vinos o los productos de panadería de consumo inmediato. En estos, su propia naturaleza muestra signos evidentes de si ha «caducado» o todavía podemos comerlo.