Cuando empieza a tener una rutina deportiva y comienzas con buen ritmo, muchas nos planteamos la idea de perder grasa localizada en algunas zonas con dieta hipocalórica, especialmente si no se ha seguido en plan de entrenamiento como estaba estipulado desde el principio.
Pero ¿Debes hacer una dieta estricta para perder esta grasa?, ¿Puedes comer más y adelgazar al mismo tiempo? ¿Debes comer menos para perder grasa? Vamos a responder a estas preguntas.
¿Morirás de hambre por perder grasa localizada?
La respuesta es no, aunque debes tener en cuenta que, si solo te limitas a una dieta hipocalórica, a largo plazo engordarás.
¿Qué ocurrirá si existe una forma de quemar grasa y comer más al mismo tiempo?
Si, suena ideal como para que sea cierto, aunque se están llevando a cabo actuaciones de investigación para lograrlo.
Para que elimines la grasa que te sobra, las leyes de la termodinámica y el balance de energía aluden a que debes consumir menos calorías de las que quemas. No existe otra forma para quemar grasa que comer alimentos sanos, bajos en calorías y hacer deporte.
Debes tener presente el déficit de calorías para que las grasas almacenadas en tu cuerpo sean quemadas, en cambio, el problema de muchas dietas hipocalóricas más conocidas es que so muy agresivas o extremas.
¿Sabes que para que tu cuerpo se defina debes comer como mucho 1200 calorías por día o menos? ¿No te ha pasado alguna vez que para perder un maldito kilo te has impuesto un límite de calorías diario, muy inferior al que tu cuerpo te pide?
Es cierto que con la dieta hipocalórica funciona al principio porque hay muchas calorías que perder, pero a largo plazo el cuerpo se adapta y hay que recurrir a otras opciones para quemar la grasa localizada, hacer deporte al menos 3 veces en semana, por ejemplo.
Durante la dieta el cuerpo se ve oprimido y pierdes peso de forma casi inmediata. Después, el cuerpo no entiende de estética y tampoco comprende que quieras sentirte más ligera, al contrario, se siente amenazado y cree que va a desfallecer por hambruna.
Este un mecanismo de defensa natural, cuando el cuerpo se percata de una agresión externa, como ingerir pocas calorías, la tasa metabólica se reduce con el objetivo de salvaguardarse.
Consecuencias de mantener una dieta hipocalórica a largo plazo
Este proceso es denominado “La respuesta del hambre”, con una serie de consecuencias cuando se manifiesta:
- Tu cuerpo reduce la quema de grasas y libera pocas enzimas encargadas de quemar como la lipasa lipoproteína.
- Las células de grasa liberan poca leptina, que es la hormona que se dedica a enviar señales al cerebro de que el cuerpo está saciado. (También es llamada la hormona contra el hambre).
- Las células encargadas de quemar grasa se colapsan, incluidas las hormonas activas tiroideas, una de las más importante, dedicada a regular el organismo.
- Pierdes masa muscular, ya que este tejido está activo metabólicamente, lo que quiere decir que se requiere mucha energía para mantenerlo. Cuando tienes hambre, el cuerpo entra en una crisis de energía, por lo que en esta etapa no es ideal tener exceso de músculo ya que el cuerpo se alimenta de el mismo usando el músculo como fuente energética.
- Las hormonas controlan el hambre descontrolado. Cuando sientes hambre, el hipotálamo trabaja con un mecanismo de defensa que se encarga de gestionar el apetito hasta el punto de intervenir y restringir los impulsos de comer cualquier antojo del momento.
Según estas consecuencias, está claro que es imposible que haya una pérdida de grasa continua con una dieta hipocalórica.
A largo plazo las dietas hipocalóricas pueden provocar un efecto rebote y que vuelvas a engordar incluso más de lo que perdiste, funcionando tu metabolismo de forma más lenta que al inicio.