El inicio de clases puede parecer algo abrumador en primera instancia. En especial cuando se trata de la primera vez. Para tu hijo todo es algo nuevo, pues se rodea de personas que no conoce y que ve en un entorno desconocido. El primer día de escuela suele ser un poco difícil para los pequeños, pero puedes mejorar esta situación para ellos. En definitiva, tanto tu pequeño como tú, tienen que estar preparados para adaptarse al cambio del inicio de las clases. Para ti, también significa un cambio en la manera en la que vienes relacionándote con tu pequeño.
La idea del primer día de clases puede ser aterradora o muy emocionante. Es un cambio para todos, pero significa algo positivo para tu hijo. Si el caso es que no es la primera vez, sino que ha llegado el día de la vuelta al cole, pues igual necesitas que todo esté listo para que tu pequeño se sienta cómodo. La forma en la que prepares a tu niño para el inicio de clases, puede hacer que se adapte rápidamente. Para ello, debes saber cómo actuar ante ciertas situaciones para que todo salga bien e inicie con buen pie. Existen ciertas cosas que puedes hacer con tu pequeño antes de que la temporada escolar comience.
Del mismo modo, tu actitud ante la situación repercute mucho en la forma en la que tu niño se siente. La idea es lograr hacerlo sentir lo más tranquilo posible, ante esta nueva realidad que está agregando a su vida. Por supuesto, no sabes la forma en que se adaptará o que tan rápido sucederá, pero debes estar siempre atenta. Para ello, la comunicación es esencial para saber cómo se desarrollan sus días en esta nueva fase como pequeño estudiante. Tu hijo va a vivir cambios, pero estarás allí para guiarlo y ayudarlo a manejar eso cambios del mejor modo.
Anímalo antes del comienzo de clases
Tu hijo debe saber lo que viene, pues comenzar las clases de sorpresa tal vez no le haga ningún bien. Háblale de lo divertido que es asistir a clases, mucho tiempo antes de que tenga que ir a la escuela. Al animarlo de esta forma, estas creando una expectativa y una curiosidad en la mente de tu pequeño. Sólo debes generarle entusiasmo para que sea él quien comience a contar los días para iniciar las clases. Por supuesto, debes ir preparándolo poco a poco para que entienda que tú no puedes estar en el aula. Explícale que deben separarse un tiempo mientras está en sus clases.
Muchos niños que ya han asistido a la escuela en cursos anteriores. Luego de unas vacaciones sienten rechazo a la nueva situación. Sobre todo, si se trata de los más pequeños. Los cuales, pierden la costumbre muy rápidamente.
Comienza a reinsertar la rutina de clases a tu hijo antes de que inicien
Para que el cambio no sea algo tan brusco y repentino, comienza progresivamente a enseñarle la nueva rutina. Es importante para tu hijo que vaya desarrollando el hecho de prepararse cada mañana como algo cotidiano. Comienza a levantarlo más temprano cada vez para que cuando comiencen las clases, pueda madrugar sin problema alguno. La rutina alimentaria también debe ser incluida poco a poco. De esta forma, nada le parecerá extraño o complicado a la hora de tener que comer sólo y tomar su merienda sin tu ayuda.
Cuando comiencen las clases debes hacerle saber a tu hijo que las vacaciones terminaron. La clave está en generarle un apego al estudio para que sienta ánimos de ir al cole cada día. Si esta cómodo en clases los primeros días, tienes gran parte del trabajo hecho. Puesto que, la adaptación no te preocupará. Será algo que habrá logrado más rápido de lo que pensabas, debido a que tiene ganas de estar allí aprendiendo. Todo es cuestión de establecer una rutina con la que esté relacionado, resultándole algo fácil de realizar por si solo.
Procura hacer las compras escolares con su ayuda para que se sienta involucrado
Esto es algo muy importante que debes procurar hacer. Nada emociona más a tu hijo que comprar los útiles escolares. Deja que tus pequeños elijan sus cuadernos de Iron Man o su mochila de Hello Kitty, para hacerlos sentir involucrados. Parece mentira, pero cuando llevas a tu hijo a ayudarte con este tipo de compras, se emociona con la idea. Esto se debe a que están eligiendo algo que les gusta para mostrarles a sus nuevos amigos como algo genial. Por esa razón, es tan importante que los materiales escolares sean elegidos por ellos según su gusto personal y único.
El inicio en la escuela siempre resulta difícil para ambos:
Es un hecho que despegarte de tu hijo para tener que iniciar la escuela, es algo que puede sacudirte mucho. Hacerse a la idea de que no lo tendrás todo el tiempo contigo, te conmoverá. Sobre todo, en los casos en que los más chiquillos deben ir a la escuela por primera vez. Debes evitar dar muestras que te duele la separación a la hora de dejarlo en la escuela. Así este hecho te destroce. Evita, en lo posible, llorar frente a tu hijo. El motivo es que tu niño también estará un poco agobiado y seguramente tendrá ganas de llorar al igual que tú. Si te ve haciéndolo tal vez sienta una señal de abandono y el golpe de dejarlo en clases será mayor.
Por eso, trata de controlarte lo mejor que puedas mientras estas despidiéndole en su primer día. Hazle sentir lo bien que la pasara conociendo nuevos amigos y profesores que le enseñaran cosas diferentes y divertidas. Es importante que le recuerdes que en unas horas estarás allí para él, por lo que no debe tener miedo. La idea es que calmes a tu hijo, para que se sienta cómodo sabiendo que la escuela es algo necesario, bueno y divertido.
Pregúntale acerca de la experiencia de su primer día de clases
Los preparativos han terminado, pero tu labor ayudando a tu hijo a iniciar las clases con buen pie aún no. Al terminar el primer día, es importante que le preguntes ¿Qué te ha parecido la escuela? o ¿Qué aprendiste, hiciste algún nuevo? Cada detalle de lo que paso en su primer día cuenta para ayudarlo a adaptarse mejor a su nuevo entorno. Conversa todo lo que puedas con él y cerciórate de que está bien su ánimo al expresarse. De ser una experiencia positiva será más fácil, en caso contrario anímalo haciéndole saber que todo mejorará mientras va avanzando.
No dejes que las lágrimas se transformen en su arma de manipulación
Generalmente, esta suele ser el arma mejor utilizada por los pequeños cuando la experiencia escolar no es del todo buena. O cuando están dando sus primeros pasos dentro del cole. Es un error decir que no lo enviarás a clase si llora, pues el tomará esa acción como una ventaja. Cuando no quiera ir, simplemente un llanto será suficiente para salvarse de la escuela. Esto no puede ser así. Debes hablar con él para que entienda que es una experiencia buena que le dará muchos beneficios y cosas para disfrutar.
Al pasar el tiempo todo se volverá más fácil para tu hijo
La buena noticia es que la locura del primer día de clase no dura mucho en la cabeza del pequeño. Más temprano que tarde, tu hijo siempre logrará adaptase a su entorno con sus nuevos amigos y cosas por aprender. Todo es cuestión de que mantengas una actitud positiva y que sea contagiosa para él. De esta manera podrás mantener todo bajo control. Como todo en la vida, el comienzo es lo más difícil, sólo debes saber cómo actuar con tu pequeño estudiante. Ya verás que el próximo año, tu hijo estará muy animado de volver y tu más emocionada de verlo crecer.