Una mujer que ha dado a luz puede recuperar la feminidad y hasta no perderla durante el embarazo. Estar embarazada y ser madre no significa dejar de ser mujer. A menudo, los malestares durante el embarazo y el cambio que supone la llegada de un bebé hacen que desaparezca el interés por cuidarse, arreglarse y mimarse. Pero ser madre y seguir siendo mujer es totalmente compatible.
Recuperar la feminidad no es solo algo físico
Normalmente, y de forma muy errónea, se asocia la feminidad solo con el estado físico. Todas las mujeres, sin excepción, durante el embarazo aumentan de peso, pero siguiendo una dieta sana y equilibrada se puede recuperar el peso original. De todas formas, el cambio físico es algo muy normal y se tiene que aceptar. El cuerpo ha sufrido cambios durante los 9 meses de embarazo y es muy difícil eliminar todas las marcas que han podido dejar. Eso sí, aunque el cuerpo no volverá a ser el mismo, después del embarazo es importante llevar una buena alimentación, sobre todo aquellas mujeres que opten por dar pecho a su bebé, y hacer ejercicio. Muchas madres dejan un poco de lado lo de hacer deporte porque sienten que no tienen tiempo, porque no quieren separarse de su hijo o porque no se sienten con fuerzas. Llegados a este punto hay que pensar un poco en una misma y dejarse ayudar por la pareja y familiares. Ninguna madre va a ser mala madre por dejar a su hijo con su pareja o con un familiar para ir al gimnasio un rato. Y con este sencillo gesto una madre puede volver a ser una mujer con sus momentos, porque una mujer no pierde la feminidad por unos kilos de más o de menos, la pierde cuando deja de hacer aquello que le gusta y deja de cuidarse a sí misma para cuidar solo de su hijo.

¿Cómo recuperar la feminidad después del embarazo?
1. Cuida la forma de vestir
Muchas mujeres cuando son madres descuidan su forma de vestir. Si antes vestías con ropa perfectamente bien conjuntada, ¿por qué ahora no? Quizá por esos kilos de más, por la falta de tiempo o, simplemente, por ir rápido optas por coger cualquier cosa del armario. Pues esto es un error. Ser madre no significa que no se puedan invertir unos minutos del día a escoger la ropa para ese día, peinarse, maquillarse y arreglarse como antes.
Después del embarazo escoge ropa con la que te sientas cómoda pero no pierdas tu estilo y no te preocupes por esos kilos de más. Lleva ropa que te haga sentir cómoda y que sea muy tú. Y, sobre todo, no sigas utilizando la ropa premamá. Muchas mujeres siguen utilizando esa ropa porque es cómoda y ancha, pero para recuperar la feminidad hay que deshacerse de esa ropa y utilizar otra diferente.
2. Cuidado con las tallas
No utilices tallas más grandes para esconder esos kilos de más porque puede causar el efecto contrario. Tampoco te pases a la ropa ancha si no era tu estilo solo para ocultar que te has engordado. Utiliza ropa de tu talla y acentúa tus curvas, siéntete orgullosa de ellas porque no tienes nada que ocultar.

3. El pelo y el maquillaje también son importantes
A muchas madres les cuesta recuperar el hábito de peinarse o maquillarse como antes. Si estabas acostumbrada a maquillarte, puedes volver a hacerlo y si la falta de tiempo es un problema, puedes optar por looks más sencillos y utilizar solo unos pocos elementos. En cuanto al pelo, si no tienes tiempo para peinar largas melenas, no tengas miedo a cambiar de look y probar con una melena un poco más corta. Opta por un maquillaje y unos peinados más sencillos de hacer pero no pierdas tu estilo y tus ganas de arreglarte.
4. Apuesta por la renovación y la frescura
No tengas miedo a cambiar cosas. Aunque estamos diciendo que no pierdas tu estilo y sigas siendo tú, también puedes cambiar algunas cosas para sentirte más joven, más cómoda o más femenina. No tengas miedo a cambiar el color de tu pelo o a cortártelo un poco más de lo normal, no tengas miedo a maquillarte de forma diferente y no tengas miedo a llevar ese vestido tan colorido porque parece un poco atrevido.
5. Regálate tiempo
Muchas madres se dejan de lado y se olvidan un poco de sí mismas porque se toman tan en serio su nuevo rol que se olvidan de lo más importante, que siguen siendo mujeres con sus aficiones, caprichos y deseos. Recupera esos momentos tuyos y haz actividades que te gusten y apasionen. Apúntate al gimnasio, haz un taller de repostería o cualquier otra cosa que te guste, sal de compras, queda con tus amigos y amigas… Estos momentos te ayudarán a desconectar, a estar pendiente de ti y a recuperar la feminidad. Y, sobre todo, no pierdas el contacto con tus amistades. Una madre no tiene que relacionarse solo con otras madres, que aunque puede ser un excelente grupo de apoyo y un excelente grupo de amigas, no siempre es ideal para desconectar.
También puedes optar por hacer actividades que te gusten a ti y puedas compartir con tu hijo. ¿Sabías que se puede hacer yoga o pilares con bebés? ¿Y que cada vez hay más salas de cine que hacen sesiones a las que puedes ir con un bebé? Esto puede ayudarte a ver que ser madre y mujer a la vez es perfectamente compatible.

6. No pierdas momentos de pareja
Sigue teniendo citas con tu pareja y saca tiempo para ella. Aunque la vida ha cambiado para los dos, es muy importante seguir alimentando el amor y la pasión para que la vida de pareja no se vuelva monótona y aburrida. Seguid haciendo cosas juntos, no descuidéis el sexo, apoyaos mutuamente en los momentos más difíciles y compartid también los buenos.
7. Ignora las opiniones de los demás
Una madre, sobre todo cuando es primeriza, recibe consejos y opiniones de todas partes. Algunas personas lo hacen con la mejor intención y otras lo hacen juzgando. Ante todo no pierdas tu manera de ser, tu manera de pensar y tus opiniones. “Yo no dejaba a mis hijos con nadie”, “¿Dejas al niño con los abuelos para irte al gimnasio?”, “¿Os vais al cine los dos y dejáis al bebé con una canguro?”… No te sientas mal ante cualquiera de estas situaciones porque tu felicidad es tan importante como la de tu hijo. Además, una madre feliz transmitirá ese sentimiento a su hijo, tendrá más fuerzas para su educación y le estará transmitiendo unos valores muy importantes, que una madre, antes de madre, también es una mujer con sus aficiones, caprichos y deseos. Así que ignora lo que digan los demás y haz las cosas a tu manera. Siguiendo estos consejos seguramente muy pronto podrás disfrutar de tu maternidad y de tu feminidad al mismo tiempo. Disfruta de tu hijo y dedícale tiempo a su crecimiento y educación, pero también disfruta de tu vida y dedícate tiempo a ti, porque ser madre y ser mujer son dos cosas totalmente compatibles si sabes cómo hacerlo. Seguramente así conseguirás sentirte más a gusto contigo misma.