Según los expertos, las pequeñas acciones, como exponer a los niños a personajes no estereotipados que se encuentran en libros y películas, o dividir las tareas domésticas por igual en el hogar ayudan a enseñar a los niños la igualdad de genero. Estas acciones pueden realizarse redefiniendo los patrones de comportamiento para esta y la próxima generación y ampliando el acceso de las mujeres a los recursos y oportunidades.
Acciones para enseñar a los niños la igualdad de género
No limitar sus actividades
Todos los niños, independientemente del sexo biológico, tienen derecho a alcanzar su máximo potencial aprendiendo cualquier materia, practicando cualquier tipo de deporte y jugando con cualquier juguete. Los expertos expresan que restringir las actividades según el sexo biológico puede obstaculizar el desarrollo de un niño, ya que los juguetes que tradicionalmente se dirigen a los niños tienden a desarrollar más habilidades espaciales, mientras que los juguetes marcados como «femeninos» estimulan más sociabilidad y cuidado. Cuando se limita al tipo de juego esperado para su género, los niños no logran desarrollar ciertas habilidades. La sociedad debería alentar a los niños a hacer cosas de «niñas», así como alentar las fortalezas físicas y analíticas de los «niños» en todos los niños.
Las acciones dicen más que las palabras
Los niños absorben y reproducen rápidamente los comportamientos que ven y experimentan en su vida diaria. Un estudio publicado en 2001 mostró que la forma en que los adultos jóvenes abordan la división del trabajo doméstico entre hombres y mujeres está directamente asociada con la forma en que este trabajo se dividió en sus familias de origen. Hay que empezar por cambiar las actitudes de los adultos. Los padres y tutores necesitan saber qué decir antes de comenzar un diálogo con un niño. Debemos respetarnos unos a otros y comprender la diversidad, por lo que hay palabras y frases que se han dicho libremente y que ya no se pueden decir tanto en un diálogo con adultos como con niños.
Tener conversaciones abiertas
Incluso si se crían en un entorno libre de estereotipos de género, los niños siguen recibiendo estos mensajes en los medios de comunicación, en la escuela y con sus familias y compañeros. A menudo los niños son los que impulsan los estereotipos, recogiendo lo que ven en la cultura. Dar un buen ejemplo (por ejemplo, tener un padre que cocina) no es suficiente, los padres realmente necesitan señalar y hablar sobre los estereotipos de género explícitamente con sus hijos.
Enseñar a mostrar los sentimientos
Los niños necesitan saber que pueden expresar todos sus sentimientos, que no hay emociones de niña o niño. Los niños, por ejemplo, deberían ser alentados a desarrollar su sensibilidad y afectividad. La mayoría de los niños tienden a ser amables, empáticos y compasivos. No se trata de cambiarlos, en realidad, se trata más de dejarlos conservar sus habilidades y sus sensibilidades.

Educar en la diversidad
Vivir entre personas de diferentes clases sociales, razas, nacionalidades y culturas y ver representaciones de estos grupos en los medios de comunicación ayuda a los niños, independientemente de su propia raza o género, a comprender que la diversidad es parte de la naturaleza humana y no algo «diferente» de su mundo. Aunque el contenido de los medios que refleja la diversidad está aumentando, muchos programas para niños se quedan atrás, restringidos, por ejemplo, a historias con protagonistas blancos y masculinos. Los padres y tutores deben ver los programas con sus hijos y hablar sobre los estereotipos. Es bueno para ellos tener la capacidad de reflexionar críticamente y de cuestionarlo.
Enseñar el respeto a las diferencias
La idea de que hay cuerpos «estándar» (y, en consecuencia, otros que quedan fuera, como los obesos o discapacitados) fomenta actitudes discriminatorias desde la infancia. Otra forma de enseñar a los niños la igualdad de género es que aprendan a amar sus propios cuerpos, respeten los cuerpos de sus amigos y comprendan que no hay un cuerpo «correcto» o «perfecto».
No criticar la exploración del propio cuerpo
El niño puede querer tocarse en casa o en la escuela para reconocer su propio cuerpo. Se trata de reconocer su propio cuerpo, no es nada malo y eso es lo que se debe comunicar a los niños.
Los pequeños también necesitan que se les diga que tocarse a sí mismos es una actividad privada, que tiene lugar en su propia habitación o en el baño.
Prevenir el racismo
El género también se puede relacionar con la raza. Al criar a una niña que también es una niña negra, hay dos barreras que debe enfrentar desde una edad temprana: el sexismo y el racismo. En muchos países, el racismo afecta la forma en que se trata a las niñas negras en el hogar, en la escuela y en las calles, e interfiere con la formación de su autoestima e identidad. Según los especialistas, nacer como un niño negro y ser racializado desde el momento en que nace significa estar en un lugar donde se le niega el derecho a pensar positivamente, ya que el discurso relacionado con las personas negras es, en su mayoría, despectivo.