Amelia Earhart fue una mujer de bandera. Su vida fue un ejemplo de valentía y superación. Su muerte, un misterio que la convirtió en leyenda. Amelia nació en Kansas (USA) en 1897 en el seno de una familia bien. Antes de cumplir los 15 años, Amelia y su familia ya habían vivido en 5 lugares diferentes. Tanta mudanza y su carácter abierto y sincero, hicieron de ella una joven curiosa y comprometida. Paso su juventud buscando estímulos, algo a lo que dedicarse con pasión.
Durante la Primera Guerra Mundial Amelia fue voluntaria en Toronto, atendiendo a los heridos de guerra. El hospital donde trabajaba estaba cerca de un campo del Cuerpo Aéreo Real, que Amelia visitaba regularmente. Fue allí donde comenzó a forjarse su historia.
Tras la guerra, regreso con su familia a Los Ángeles. En 1920, tuvo la ocasión de subirse por primera vez a un avión. “Tan pronto despegamos, supe que tendría que volar de ahora en adelante.” Dijo Amelia nada más bajar de aquel avión. Había nacido en ella una pasión que le iba a regalar los mejores momentos de su vida y una extraña desaparición.
Amelia Earhart comenzó a tomar clases con la también piloto Neta Snook. En 1922 y a pesar de que su instructora no veía el talento de Amelia, ella consiguió su primer récord de altitud. Con El Canario, su pequeño avión Kinner, alcanzo los 4267 metros de altitud en un vuelo.
En 1923 se convirtió en la decimosexta mujer en conseguir el título oficial de piloto de la Federación Aeronáutica Internacional.
Amelia Earhart, la primera gran aviadora
En 1928 y gracias a la iniciativa de otra mujer, Amy Guest -que financió el proyecto-, Amelia se convirtió en la primera mujer en cruzar el Atlántico. Esta travesía la realizo junto a otro piloto y un mecánico. Ella siempre reconoció que ellos hicieron todo el trabajo. Pero fue Amelia quien se convirtió en una estrella.
En 1932 emprendió su primer vuelo sobre el Atlántico en solitario. Cuando llegó a Irlanda, se había convertido en la primera persona en cruzar el Atlántico dos veces y en la primera mujer en hacerlo en solitario.
Después le tocó el turno al Pacífico. Una decena de pilotos habían intentado antes que ella ese vuelo. De Hawai a California. Ninguno había logrado sobrevivir. Amelia lo hizo en enero de 1935.
En este punto de su vida, Amelia Earhart era ya una leyenda viva. Había recibido todo tipo de reconocimientos y condecoraciones. Había conocido el Presidente Hoover y se dice que era buena amiga de los Roosevelt. Daba conferencias por medio mundo. La prensa la adoraba y el público también.
En 1937 Amelia iniciaba el gran reto de su vida. Amelia quería ser la primera mujer en dar la vuelta al mundo. Para este reto, Amelia eligió a Fred Noonan como navegante. Ellos dos, iniciaron esta larga travesía el 21 de mayo de 1937.
El 2 de julio de 1937 ,cuando llevaban más de 35.000 kilómetros, el Electra donde volaban Amelia Earhart y Fred Noonan desapareció sin dejar ningún rastro.
La desaparición que convirtió a Amelia Earhart en leyenda
La última comunicación que se recibió del Electra situaba el avión a 232 kilómetros de las islas Nukumanu. Se trata de una zona, al sur del Pacífico, cerca de Samoa, plagada por pequeños islotes deshabitados, como las islas Nukumanu. En esta comunicación, Amelia informó que se dirigían a las Isla Howland. Nunca llegaron.
Cuando dejaron de recibirse las comunicaciones del Electra, el gobierno estadounidense inició la mayor operación de búsqueda de la historia. Su amigo, el presidente Roosevelt, dedico 9 buques y 66 aviones a la operación para buscar la aeronave. Se gastaron más de cuatro millones de dolares del año 1937. Una autentica fortuna.
La operación duró dos semanas. No se encontró nada. Ninguna pista, ningún resto. El Electra, junto con sus dos tripulantes, Fred Noonan y Amelia Earhart, se había desvanecido.
George Putnam, el marido de Amelia desde 1931, consiguió financiación para otra expedición de búsqueda unas semanas después. Para su desesperación, tampoco encontraron nada.
Tras esta misteriosa desaparición, la fama y la popularidad de la primera gran aviadora de la historia aumentaron exponencialmente y se le concedieron multitud de títulos y reconocimientos póstumos. Había nacido la leyenda de Amelia Earhart.
¿Qué fue de Amelia Earhart?
La desaparición de Amelia Earhart y Fred Noonan ha generado un sin fin de teorías y especulaciones durante todos estos años. Pero hay dos, que amparadas en pruebas reales, han cobrado especial fuerza.
¿Era Amelia una espía?
Una de ellas sostiene que Amelia era una espía americana. Su vuelo se habría desviado de su rumbo para sobrevolar posiciones japonesas. Tras estrellarse durante el vuelo, fueron hechos prisioneros por el ejercito japonés. Esta teoría se ha visto reforzada tras la publicación de la siguiente foto.
Esta foto, tomada alrededor de 1943 en las Islas Marshall, muestra a una mujer sentada de espaldas en el muelle. Muchos creen que es Amelia. El hombre que aparece a la izquierda, parcialmente tapado por un letrero, dicen que es Noonan. Junto a esta foto, en los Archivos Nacionales de Estados Unidos, encontraron otra de la misma serie donde se ve un avión que creen es el Electra.
Esta hipótesis sostiene que ambos murieron bajo la custodia de los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Se estrelló y consiguió sobrevivir un tiempo?
Otra teoría que cobra especial fuerza es la que sostiene que, tras estrellarse, consiguieron llegar a una de las islas Nukumanu. Tras sobrevivir allí durante un tiempo, se cree que murieron de alguna fiebre o infección.
Esta teoría se sustenta en varias pruebas aportadas por el Grupo Internacional para la Recuperación de Aviones Históricos, en colaboración con National Geographic. Según ellos, años después de su desaparición, un oficial británico localizo restos humanos en una de las islas. Fueron enviados a Fiji para su análisis y una vez allí, se les pierden la pista a los restos. No han localizado los restos perdidos, pero sí al oficial británico. En el mismo lugar, en diferentes expediciones se han localizado restos que podrían ser del Electra. También artículos de uso cotidiano hechos con los medios al alcance. En la última expedición, perros adiestrados para localizar restos humanos han señalado un lugar en concreto. Un árbol, que resulta ser el mismo donde el oficial británico encontró restos en los 40.
Actualmente se está haciendo un análisis de la tierra que rodea el lugar con el objetivo de buscar trazos de restos de ADN. Aún se tiene que resolver el misterio, pero quizá, tras 80 años estamos un poco más cerca de saber que fue de Amelia Earhart.