Hay alimentos que pueden ingerirse crudos sin problemas, pero hay otros que no porque pueden contener bacterias o parásitos que podrían afectar a la salud, porque el aparato digestivo no podría procesarlos correctamente o, incluso, porque pueden ser venenosos. Aunque es poco probable que muchos de estos alimentos se consuman crudos porque resultan muy poco apetecibles. Pero ¿qué alimentos no se deben comer crudos?
¿Cuáles son los alimentos que no se deben comer crudos?
1. Judía roja
La judía roja es una legumbre que no puede comerse cruda. En primer lugar porque su sabor no es demasiado agradable y, en segundo, porque provocaría náuseas, vómitos y malestar estomacal. Esto es a causa de la lectina, una toxina natural que puede provocar síntomas parecidos a los de una intoxicación alimentaria. Pero no hay de qué preocuparse, si la judía se ha cocinado, la cantidad de lectina se habrá reducido significativamente, lo que le permitirá al cuerpo digerirla sin problemas.
2. Almendras amargas

Las almendras que se consumen habitualmente están cocinadas, de hecho las amargas no se venden en tiendas aunque sí puede encontrarse extracto de almendra o licores con su sabor. Esto es porque contienen ácido hidrociánico, una combinación bastante peligrosa de cianuro de hidrógeno y agua. Y es peligrosa porque bastarían unas 70 almendras amargas para matar a una persona adulta.
Una intoxicación por ácido hidrociánico, dependiendo de la cantidad, provocaría mareos, dolor de cabeza, vómitos y convulsiones.
3. Patatas
La patata cruda contiene toxinas perjudiciales para el organismo y almidón, que puede provocar dolores de estómago e hinchazón. La manera de cocinarla es indiferente, pero necesaria.
Además, la patata cruda, cuando pasa mucho tiempo en un ambiente cálido o húmedo, desarrolla una toxina llamada solanina. Es fácil identificarla porque la patata adquiere un color verdoso. Cuando contiene solanina no puede comerse ni cruda ni cocinada porque podría causar una intoxicación alimentaria bastante grave.
4. Yuca
La yuca o raíz de yuca es un alimento típico de la cocina sudamericana rico en vitaminas y minerales, pero también en cianuro. Esta sustancia letal se encuentra tanto en las hojas como en las raíces de la yuca. Para que sea comestible tiene que remojarse en agua, enjuagarse bien y cocerse tan pronto como sea posible después de la cosecha.
A la yuca también se la conoce por arrurruz, mandioca, tapioca y kassave.
5. Salchichas envasadas

Los perritos calientes o salchichas envasadas, a pesar de su poco valor nutricional, es un producto que se consume bastante. Cocinados no son muy saludables, pero crudos pueden llegar a ser perjudiciales. Esto es porque las salchichas pueden estar contaminadas con la bacteria listeria, que solo muere cuando se cocina el alimento.
Comerse una salchicha contaminada con esta bacteria puede provocar confusión, problemas de equilibrio, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, diarrea, convulsiones y rigidez en el cuello.
6. Leche cruda
La leche no pasteurizada que proviene directamente de la vaca o cualquier otro animal puede contener numerosas bacterias como la E. coli y la salmonella. Se ha comprobado que la leche cruda tiene hasta 150 veces más probabilidades de causar intoxicaciones alimentarias que otros productos lácteos, por eso es mejor consumirla siempre pasteurizada. Este proceso consiste en calentarla a unos 70-90ºC durante unos segundos para inactivar los microbios que puedan causar enfermedades sin perder los nutrientes del alimento.
7. Brotes crudos
Los brotes de alfalfa o rábano son muy saludables y deberían incluirse en todas las dietas, pero deben estar siempre cocinados. Esto es porque crudos pueden contener bacterias muy perjudiciales para el organismo, como la E. coli, la salmonella o la listeria, porque se cultivan en unas condiciones ideales para el desarrollo de microorganismos.
8. Setas

Hay muchas setas comestibles para el ser humano que contienen nutrientes muy beneficiosos para el organismo. Sin embargo, no todas son igual de seguras y beneficiosas cuando se consumen crudas. Algunas contienen grandes cantidades de agaritina, una toxina con efectos carcinogéticos, y otros tóxicos potencialmente mortales. Y, además, consumirlas crudas puede ser muy duro para el aparato digestivo, incluso hasta masticarlas puede ser complicado.
9. Cerdo
Es mejor no consumir carne de cerdo cruda o poco cocinada porque puede contener algún parásito, como la triquinosis o la tenia del cerdo.
La triquinosis es un parásito que se instala en el intestino delgado, se reproduce muy rápidamente y entra en el torrente sanguíneo. Puede provocar dolor muscular, ojo rosado y, en algunos casos, hasta la muerte. La tenia del cerdo, por su parte, provoca convulsiones.
10. Pollo
No es recomendable consumir pollo crudo porque suele tener montones de pequeños microbios que podrían dañar la salud. El pollo debe consumirse siempre totalmente cocinado para matar todas esas bacterias.
11. Huevos

El huevo es un alimento muy delicado. Desde el momento en el que la gallina lo pone, está expuesto a un número bastante elevado de bacterias que podrían poner en riesgo la salud, como la salmonella. Esta enfermedad provoca calambres estomacales, diarrea, náuseas, fiebre y dolor de cabeza.
Lavarlo antes de su consumo no sirve de nada porque las bacterias que están en la cáscara enseguida son absorbidas por el huevo.
12. Berenjena
Tal y como sucede con la patata cruda, la berenjena contiene solanina si no se cocina. También se ha podido comprobar que las que se han recolectado más pronto son las que contienen más cantidad de esta toxina.
Aunque habría que consumir una gran cantidad de berenjena para empezar a sufrir las consecuencias, es mejor cocinarla previamente. Además, hay personas que reaccionan muy mal a una pequeña cantidad de esta sustancia.
13. Hojas de ruibarbo
Las hojas de ruibarbo contienen una alta cantidad de ácido oxálico, que puede provocar daños renales, estomacales y, en algunos casos excepcionales, hasta la muerte. Además, esta sustancia es un antinutriente. Es decir, podría interferir en la correcta absorción de nutrientes como el hierro, el magnesio o el calcio.
Aunque no todos tienen el mismo nivel de peligrosidad, estos alimentos no se deben comer crudos o, como mínimo, no es aconsejable hacerlo. Obviamente el peligro casi siempre está en las cantidades, pero no está de más vigilar e internar evitarlos.