A las mujeres nos gusta salir con las amigas a tomar unas cañas, vinos, copas y lo disfrutamos. Nos presentamos radiantes a la cita y, al día siguiente, si nos excedemos con el alcohol lamentamos la noche anterior. «¿Por qué me habré tomado esos chupitos en el último bar?», es una de las preguntas que nos asaltan si nos entra el dolor de cabeza. En nuestro artículo de hoy te contamos por qué a las mujeres les afecta más la resaca y qué se puede hacer para evitar sus molestas consecuencias.
¿Por qué a las mujeres les afecta más la resaca?
Biología pura y dura
Si no estás acostumbrada a beber y una noche te excedes, es posible que al día siguiente te encuentres fatal y con ganas de morir. Lamentas quizá la fiesta y todas las ingentes cantidades de alcohol que consumiste en medio de la diversión porque, reconozcámoslo, esas noches suelen ser memorables. Por supuesto, por la mañana, también es posible que tengas una resaca memorable que sientes que con nada se calma. ¿Por qué a las mujeres les afecta más la resaca? ¿Los hombres se ven igual de afectados?
Te contamos que a los hombres esto no les pasa, o no suele ocurrirles de la misma manera que sucede a las mujeres. Sí, también la resaca es una cuestión de género, desafortunadamente. La resaca pega más fuerte al género femenino que al masculino por un motivo muy básico: biología. No hay más. Las mujeres estamos diseñadas anatómicamente de una manera distinta. Por eso es muy probable que si sales con algún amigo varón y lleváis el mismo ritmo de cervezas, copas o chupitos, él esté como si nada el día después y tú no.

¿A qué se debe esto? Básicamente que las mujeres tenemos un mayor porcentaje de grasa corporal y, por lo tanto, tenemos menos agua. Eso hace que el alcohol nos afecte con más rapidez. Observa, por ejemplo, cómo a un chico, que lleva tu mismo ritmo, parece no afectarle casi en absoluto las consumiciones y tú, que llevas lo mismo que él, te vas poniendo más alegre a cada sorbo. Pero no solo se trata de la grasa o el agua que almacenamos en el cuerpo. Los hombres tienen pequeñas dosis de alcohol deshidrogenasa, una poderosa enzima que descompone el alcohol que es tóxico, de una manera diferente en el estómago. Nosotras, querida, no tenemos suficiente cantidad de esta enzima, por lo tanto, metabolizamos el alcohol de forma más lenta.
Sí, las mujeres también tenemos alcohol deshidrogenasa en el cuerpo, pero funciona diferente al de los hombres. Esta enzima, en el organismo femenino, tiene dos fases y ¡punto a nuestro favor! Trabaja mejor por la noche que durante el día. ¿No has notado que, si te pides una copa de vino en el almuerzo, este te afecta un poco más?
¿Qué es una resaca y cómo afecta más a las mujeres?
La resaca no es más que esa sensación de malestar general en el cuerpo después de haber bebido y que, es más frecuente que suceda por las mañanas. Por supuesto, no todos los cuerpos son iguales y cada quién experimenta las resacas de manera diferente. Hay a quienes, por ejemplo, les produce mucho sueño; otras tienen que vaciar el estómago sí o sí; otras tienen dolor de cabeza, náuseas, mareos, deshidratación… y también hay otras, muy contadas mujeres, que no tienen síntomas algunos.
Lo que ocurre con tu cuerpo durante la resaca, además de los evidentes síntomas, es que el hígado se encuentra trabajando a toda su capacidad. Ya sabes que el alcohol se metaboliza por este órgano cuya principal función, si se encuentra con cantidades considerables de etanol, es desintoxicar al cuerpo. ¿El problema? Que el hígado solo puede procesar 1 unidad de alcohol (8 gramos de etanol) por hora. Para que te hagas una idea, una copa de vino, una caña o un chupito (de cualquier bebida de 70% de alcohol) equivalen a 1 unidad.
Calcula cuántas copas sueles beber en una noche y obtendrás la respuesta a por qué la resaca te dura demasiado o por qué te afecta más (omitiendo la parte de la anatomía femenina).

Consejos para evitar resacas muy fuertes
Dejar de beber es la solución, claro está. Pero somos seres sociales y disfrutamos tomarnos ese vino un viernes por la noche después del trabajo. O tal vez unas cañas con amigas para ponernos al día. Quizá unas copas para celebrar algún acontecimiento o, simplemente, el placer de salir a despejar la mente. No vas a dejar de tomarte tus copitas de vez en cuando y lo sabes. Por eso te damos algunos trucos que puedes seguir para no encontrarte muy mal al día siguiente. Te invitamos a probar alguno de ellos.
Agua y más agua
Cuestión de lógica. Hemos dicho que las mujeres tenemos más grasa que agua en el cuerpo, a diferencia de los hombres. Nuestra recomendación es que te mantengas hidratada ¡incluso mientras estás bebiendo! Sí, te sugerimos que, conforme avance la noche, te pidas un vaso de agua cada ciertas consumiciones (dependiendo claro de tu ritmo). ¿El motivo? Recuerda que uno de los síntomas de la resaca es la deshidratación. El alcohol deshidrata tu cuerpo, estarás metiéndole líquido. Además, te hará ir al baño y ayudará a los riñones a eliminar las sustancias ya metabolizadas. Otra de las ventajas es que, se cree que con ello el alcohol no subirá de más.
Alimentación
Es cierto que muchas veces las resacas son producto de planes inesperados. ¿Unas cañas no previstas? ¿visita al afterwork de forma repentina? Y después de eso, conforme la noche avanza, nos enfrascamos en las conversaciones y la diversión que nos olvidamos de algo fundamental: el estómago. Si la fiesta te sorprende con el estómago vacío, te recomendamos que te obligues a hacer una parada para cenar.
Lo recomendable es tomar un zumo verde, almendras, atún… Si estás en casa y te preparas para la diversión, es posible que puedas hacerte tu propio plan alimenticio antiresaca. Pero, ¿Qué sucede si todo es sobre la marcha? Cena. Pídete algo que tenga consistencia. ¿Por qué no una pasta en vez de la ensalada?
Otra de nuestras recomendaciones es que, al día siguiente, desayunes en condiciones. Si te haces con estos «hábitos» para salir de fiesta, te aseguramos que, por la mañana, la comida te entrará más fácil. Y tu cuerpo te lo agradecerá.

No a los cubatas
Vivimos en un país donde pedirse una bebida con gas mezclada con cualquier alcohol es religión. Conforme avanza la noche la fiesta te obliga a cambiar el vino o la cerveza por bebidas con graduación alcohólica más elevada y mezclarlas con cualquier bebida azucarada. ¿cola? ¿redbull? ¿kas o fanta naranja? Hay todo un abanico de deliciosas posibilidades. Nuestro consejo es que no lo hagas.
Obviemos el hecho de que las bebidas azucaradas te aportan todavía más calorías de las que el alcohol tiene. Concentrémonos en que el azúcar de estas bebidas eleva la concentración de alcohol en el cuerpo. Además, ten en cuenta que, los famosos cubatas se beben más rápido, entran mejor, que un vasito de ese alcohol sin mezclar. Por lo cual, puedes beber más y no darte cuenta, realmente, de cuánto estás metiéndole a tu cuerpo. Por ejemplo, un tequila, mezclado en cualquier cóctel, se bebe a prisa y fácilmente. Un chupito de tequila solo, se toma más lento. O así debería de consumirse.