La meditación es un ejercicio para la mente. A través de la meditación, podemos desarrollar áreas de nuestro cerebro y reconfigurarlo para mejorar rasgos positivos como la toma de decisiones y disminuir los menos positivos como el miedo y el estrés. Lo más importante es que esto significa que existe la posibilidad de cambiar u cerebro para mejor de una forma duradera.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación?
La ciencia ha demostrado que los beneficios de la meditación son demasiado buenos para ignorarlos. Y aunque no necesitamos meditar diariamente para experimentar su efecto positivo en la salud y la felicidad, los estudios han demostrado que podemos descubrir aún más beneficios cuando meditamos durante días consecutivos.
Cuando meditamos, podemos mejorar nuestro enfoque y la toma de decisiones y disminuir nuestros sentimientos de miedo y estrés. El resultado: al cambiar fundamentalmente la forma en que nos relacionamos con nuestros pensamientos y sentimientos, podemos reducir la intensidad de las emociones que tienden a apoderarse de nosotros y, en última instancia, experimentar un mayor sentido de calma, claridad y sentido en nuestras vidas.
Los beneficios particulares de la meditación diaria están bien documentados y explicados, y van desde la reducción de la ansiedad y la disminución de la presión arterial hasta la mejora del sistema inmunitario y del sueño. Los programas de meditación ayudan a aliviar los síntomas psicológicos de depresión, ansiedad y dolor relacionados con el estrés. Las personas que incluyen la meditación en su vida diaria tienen niveles más bajos de cortisol, una hormona asociada con el estrés físico y emocional. También se ha demostrado que la meditación generalizada mejora la calidad del sueño y, para las personas con dolor crónico, aumenta la tolerancia al dolor.
Además, las personas que meditan también sienten cambios a la hora de relacionarse, probablemente porque la meditación estimula la parte del cerebro asociada con la empatía.

Efectos sobre la mente, el cuerpo y el espíritu
Durante los primeros días, semanas y meses de meditación diaria, el efecto calmante que esta práctica simple tiene en la mente comienza a expresarse en cada sesión. El cambio puede ser tan sutil que ni siquiera se notan al principio. Pero los pensamientos, elecciones, decisiones y acciones diarias se vuelven más conscientes, lo que lleva a comportamientos conscientes más intuitivos.
Quietud, paz y tranquilidad mental
Con el tiempo, pasar de la actividad a la quietud durante la meditación se traduce en conductas más conscientes durante el resto del día. Las interacciones con el mundo cambian más fácilmente de la reactividad a la respuesta, de la actitud defensiva a la apertura y del drama a la calma.
Diferentes sensaciones
Diferentes tipos de estilos de meditación te llevan a diferentes sensaciones. Algunos calman en el momento, otros tranquilizan más tarde, otros llevan hacia la apertura, otros inspiran, otros relajan, algunos consuelan, otros transportan y otros llevan a una vida de unidad y realización más profunda.
Adiós al miedo y la ansiedad
Como los seres humanos evolucionaron hace más de 20,000 años, estábamos programados con un reflejo de autoconservación, un poderoso mecanismo de supervivencia incluido en nuestro ADN, conocido como lucha o huida. Fue descrito por primera vez por el fisiólogo estadounidense Walter Cannon en 1929 y explica qué sucede con las funciones cerebrales más primitivas de nuestro cuerpo cuando percibimos una amenaza para nuestro cuerpo, esencialmente es cómo reaccionamos cuando algo cruza nuestro límite de seguridad percibido. Cuando percibimos una situación que amenaza nuestra vida, reaccionamos en el momento y elegimos uno de los dos caminos básicos de supervivencia: luchar o huir. Uno de los beneficios de la meditación es que nos permite elegir en situaciones como estas en lugar de reaccionar automáticamente.
Reducción del estrés
Las respuestas fisiológicas y emocionales al estrés están bien documentadas. Y es bastante obvio que si respondemos con ego o una respuesta de lucha o huida a cada temor y necesidad que no se cumple, moriremos antes o viviremos una vida más dolorosa. Afortunadamente, uno de los beneficios de la meditación es que es una herramienta que ayuda a revertir el impacto que tienen las respuestas de lucha o huida y ego en nuestras mentes y cuerpos. La meditación puede desentrañar el daño celular que ha causado el estrés y alterar el ADN de la respuesta de lucha o huida.
Cómo empezar a meditar
Decidir el momento y el lugar
Una de las maneras más efectivas de convertir la práctica de meditación en un hábito es hacerla a la misma hora y lugar. Muchas personas prefieren meditar a primera hora de la mañana, antes de empezar con los quehaceres, porque los prepara para un día consciente. Pero el mejor momento para meditar es realmente cuando nos sintamos mejor. ¿En cuanto al lugar ideal? No hay ninguno. Simplemente, elegir un lugar tranquilo, cálido y relajado y con las distracciones mínimas.

Determinar el tiempo para meditar
Particularmente para los principiantes, comenzar con intervalos de tiempo pequeños y manejables (por ejemplo, 3, 5 o 10 minutos) es clave para desarrollar su práctica y encontrar su equilibrio. Lo más importante es determinar una cantidad de tiempo que sea eficaz, pero que además permita mantener la motivación.
Elegir una postura cómoda
La postura puede ser importante para realizar la sesión completa de meditación, sin embargo, sentirse cómodo es más importante. Por eso, lo idea es sentirse libre para elegir la posición que resulte mejor para cada uno.
Utilizar una guía
Una guía o una aplicación de meditación guiada, puede ser una herramienta útil y accesible para construir una práctica diaria de meditación. La mayoría de las aplicaciones de meditación están diseñadas para principiantes y experimentados y ofrecen consejos valiosos, ideas y apoyo en una variedad de temas.