Cuantas veces habremos pronunciado o escuchado la frase de “No necesito ir al psicólogo porque no estoy loco”, entre una discusión de pareja, en la familia o entre amigos.
Si vamos a un médico porque tenemos gripe o a un abogado para que nos asesore legalmente, ¿Por qué no visitamos al psicólogo cuando nos sentimos mal, nos preocupa algo o tenemos algún problema?
No hace falta tener un problema o un trastorno psicológico para ir al psicólogo, en realidad, la psicología puede influir en todos los ámbitos de la persona. En cambio, aunque cada vez está más aceptado acudir al psicólogo, aún queda estigmas que son difíciles de erradicar. Son muchas las personas las que siempre ponen excusas para ir al psicólogo, pero ¿Cuáles son las que más se usan?
No quiero que un extraño sepa cosas íntimas sobre mi
Cuando le cuentas los problemas a una amiga o una pareja sabes que te va a dar consejos subjetivos, de las personas que se tienen cerca es muy difícil recibir un feedback objetivo. Pero a veces con desahogarse y contarle los problemas a las personas cercanas no es suficiente.
La relación que se establece entre paciente y psicólogo ofrece una objetividad y profesionalidad que nunca se va a conseguir con las relaciones sociales cercanas. El psicólogo es el único que no va a censurar ni juzgar. Y también mantendrá la confidencialidad de todo lo que se cuenta, ofreciendo soluciones.
No tengo el suficiente tiempo
Siempre hay que tener tiempo para la salud, si resulta que ese tiempo no existe, es que no lo estás invirtiendo como deberías y gastas energías en cosas menos importantes y, quizás, menos saludables. Es aconsejable cultivar mente y cuerpo para que el rendimiento mejore en vida diaria y los quehaceres se hagan con buen humor.
Lo mejor es planificarse y más si se tienen responsabilidades como los niños. Se puede ahorrar tiempo yendo a la compra una vez a la semana en vez de dos, por ejemplo. Ese tiempo que se ahorra puedes invertirlo para darte un baño relajante, leer, pasear o hacer deporte.
No siempre estoy mal como para ir al psicólogo
Nunca el malestar dura las 24 horas del día, inclusive si pasas por una etapa más complicada que las demás. Que el dolor no se muestre no quiere decir que no exista en tu interior. Hay dolores que permanecen latentes y pueden ser muchos más dañinos que manifestarlos, aunque sea con ayuda de un psicólogo.
Naturalizar lo que nos hace daño o los malestares latentes aunque sea mínimos, te ayudará a disfrutar de una vida más sana, sintiéndote libre después de aquello que te ha dejado paralizada durante mucho tiempo.