A menudo hemos oído hablar de los antioxidantes y de que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo pero ¿qué son? Los antioxidantes son sustancias que ayudan a prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células. Estos daños, sobre todo, vienen provocados por la acción de los radicales libres, que son moléculas que pueden alterar la estabilidad y funcionalidad de las células. Los antioxidantes consiguen estabilizar a los radicales libres e inhiben su oxidación, de esta manera las células no sufren daños y ni órganos ni sistemas se ven afectados.
¿Qué son y qué aportan los antioxidantes?
En el metabolismo celular, cuando la glucosa reacciona con el oxígeno para producir energía en forma de adenosintrifosfato (ATP), de forma simultánea se liberan los radicales libres, que tienen efectos negativos sobre todos los elementos celulares. Los antioxidantes son los que se encargan de eliminar estos radicales libres. Se cree que gracias a los antioxidantes, algunas enfermedades cardiovasculares, el cáncer o el alzhéimer pueden evitarse o ralentizarse. Por este motivo, es muy importante llevar una alimentación sana y equilibrada rica en antioxidantes.

¿Qué tipos de antioxidantes hay?
Polifenoles
Este tipo de antioxidantes tiene propiedades quelantes. Esto significa que se adhieren a sustancias tóxicas para el organismo y ayudan a su eliminación por vía renal o digestiva. Dentro de estas sustancias tóxicas tenemos el plomo, el cobre, el hierro, el cadmio y otros metales pesados. La eliminación de estas substancias es muy importante porque son las máximas responsables de enfermedades crónicas como la a arterioesclerosis, la diabetes o la hipertensión arterial. Además, los polifenoles tienen propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antiagregantes plaquetarias, potencian la acción del sistema inmunitario y hacen más fácil la digestión.
Este tipo de antioxidantes puede encontrarse, sobre todo, en frutas, verduras, cereales y legumbres. Algunas bebidas como el té verde, el café y el vino tinto también los contienen, incluso el chocolate.

Carotenoides
Este tipo de antioxidantes tiene un papel determinante en el desarrollo y mantenimiento del estrés oxidativo celular (la adhesión de radicales libres a las células). Los carotenos también son muy importantes para preservar la integridad de la retina y tener una buena visión, además refuerzan el sistema inmunitario.
Este tipo de antioxidantes puede encontrarse en alimentos con colores peculiares que van desde el amarillo al rojo pasando por el naranja o el violeta. Los carotenos dan a los alimentos este tipo de color por los pigmentos que contienen.
Vitaminas
La vitamina C es un nutriente esencial para el organismo y se encarga de la protección estructural de las proteínas, lípidos e hidratos de carbono, así como de disminuir el estrés oxidativo en los ácidos nucleicos que conforman el ADN y ARN. Sin esta vitamina podrían aparecer problemas en el desarrollo y mantenimiento de los vasos sanguíneos, tendones, huesos y ligamentos, también podrían aparecer problemas de colesterol. Esta vitamina puede encontrarse en algunas frutas y verduras.
La vitamina E, otra antioxidante, se encarga de bloquear la oxidación del colesterol LDL. Por consiguiente, reduce el riesgo de padecer infartos, ictus o insuficiencia vascular en miembros inferiores. Esta vitamina se encuentra, sobre todo, en frutos secos.

¿Qué alimentos son más ricos en antioxidantes?
El brócoli es uno de los alimentos con más propiedades antioxidantes. De hecho, se ha demostrado a través de varios estudios que consumir brócoli unas dos veces a la semana puede reducir el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria, cáncer o diabetes. Incluso potencia la memoria y sirve como protector ocular. El tomate también se considera un buen antioxidante. Consumir un tomate triturado al día reduce la acumulación de lípidos en sangre y el colesterol, también previene algunos cánceres.
Los amantes del chocolate están de enhorabuena. El chocolate negro con una pureza mínima del 80% y sin azúcares añadidos es una buena dosis de antioxidantes para el cuerpo. El cacao ayuda en la memoria, es antiinflamatorio y puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y la hipertensión. Y si ya se combina el chocolate negro con unos pocos frutos rojos, el resultado puede ser aún mejor. Los arándanos, las frambuesas y las moras, entre otros frutos rojos, son el complemento ideal para cualquier postre y hasta un buen snack. Funcionan como protector cardiovascular y sirven para combatir la hipertensión.

Las legumbres son un grupo de alimentos que no debería faltar en ninguna dieta por su alto contenido en fibra, hierro y potasio. Además, está más que demostrado que ayudan a reducir el colesterol y mejoran la salud cardíaca. En una dieta sana y equilibrada las legumbres deben consumirse unas dos o tres veces a la semana. También los frutos secos son muy importantes en la dieta y pueden consumirse de forma diaria a modo de snack.
La canela, el aceite de oliva virgen extra, el ajo y el ajo negro o las uvas son otros alimentos ricos en antioxidantes y que deberían estar presentes en la dieta.