En la entrevista de trabajo se juega un papel crucial, ya que se determina si eres la elegida para la vacante ofertada. Algunas veces los puestos son más sencillos y con un simple cara a cara es suficiente, otras veces, es necesario hacer pruebas y exámenes tanto a nivel grupal como individual, y en otros sectores, como el servicio, suelen ponerte a prueba unas horas para ver si vales. En todas ellas el primer encuentro y la primera imagen que desprendes en la fase de entrevistas, son decisivos para entrar en una empresa.
El fin de una entrevista de trabajo es venderte a ti misma, aquí encontrarás diferentes consejos que debes tener en cuenta en una entrevista laboral. Uno de los factores esenciales es tu comunicación verbal y no verbal, a continuación analizamos qué debes y no debes hacer para transmitir al jefe/a la imagen que quieres desprender.
Entrenar la actitud para una buena entrevista de trabajo
Como es muy importante la predisposición, uno de los principales consejos es la seguridad, es por ello, que tienes que tener claro que puedes desarrollar las funciones encomendadas del puesto. La idea de que no te viene grande y puedes gestionarlo con control, es un sinónimo de seguridad en ti misma muy importante. También es conveniente tener claro que el trabajo te gusta y puedes llevarlo a cabo de forma efectiva.

El sentir el trabajo como tuyo, es decir, disfrutar de lo que haces y ubicarte en el grado de responsabilidad que conlleva, facilita la perspectiva del puesto. Además, los compañeros de trabajo percibirán que pueden apoyarse en ti y que no eres una lacra. Es por ello que, reflejando un carácter seguro, abierto y participativo, reflejas confianza en ti misma.
¿Cómo actuar en una entrevista de trabajo?
Es importante que en la primera entrevista lleves un curriculum impreso, que hayas leído previamente información acerca de la empresa y que llegues 5 minutos antes.
En el primer encuentro visual con el que podría ser tu nuevo jefe/a, ofrécele tu mano y estréchala con la suya, siempre con poca fuerza, sin apretar demasiado y con posición firme, que no estén ninguna por encima de la otra, para no albergar sumisión o dominación. También puedes decir un “buenos días/tardes” con una sonrisa y esperar a que te invite a sentarte. Con mirada recta y directamente a los ojos, pero sin intimidar, concédele espacios para que pueda hablar del puesto y sea él el que haga las preguntas, es decir, dejando que sea el jefe/a el que inicie la conversación.
Es muy importante que él sienta que le escuchas y que estás muy interesada en lo que expresa, lo importante aquí es recabar información observando el lenguaje no verbal y deduciendo que es para él/ella lo importante. Bajo ningún concepto cruces los brazos -puedes reflejar rechazo- ni pongas los codos sobre la mesa -puede resultar descuidado-, mantén las distancias y llámalo/a de usted.
Una vez que hayas captado todo lo que se ha expuesto en la conversación, es cuando intervienes y repites las palabras claves de ese puesto, acompañándolas con experiencias semejantes relacionadas con otras empresas, siempre resaltando experiencias positivas en otros puestos. No te extiendas mucho y no te desvíes del tema, expón de forma clara, fácil y precisa lo que puedes aportar. No tienes por qué suplicar el puesto, ni decir que es urgente tener un trabajo, no critiques a tus antiguos jefes, no digas que no tienes experiencia, más bien di que estás dispuesta a poner en práctica todos tus conocimientos.
Una vez que la entrevista parece que está llegando a su fin, pregunta por tus condiciones laborales, como la jornada laboral, salario bruto al mes y tipo de contrato. Para concluir, muestra tus agradecimientos.
Con estos consejos sobre cómo actuar en una entrevista de trabajo, puedes salir tranquila y relajada, sabiendo que has actuado correctamente y de la mejor forma posible para que el futuro jefe/a se haya fijado en ti. Unos días más tardes, podrás comprobarlo.
Referencias