A veces parece que no hay suficientes horas en el día para hacer todo lo que queremos, ni suficientes jornadas de trabajo para sacar adelante todos los proyectos. Pero lo cierto es que en la mayoría de los casos bastaría con aumentar la productividad para arañarle unas horas al reloj y no tener que vivir estresados. Aprovecha al máximo el tiempo de trabajo introduciendo estos sencillos hábitos en tu rutina ¡Y disfruta del resto del día!
Los 6 hábitos que te ayudarán a aumentar la productividad en el trabajo
1. Practica mindfulness a diario
Nada mejor para aumentar la productividad que aprender a concentrarse, y nada mejor para aprender a concentrarse que la técnica del mindfulness. Esta variante de la meditación que se basa en la atención plena y pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, y busca que los aspectos emocionales o pensamientos sean aceptados sin evitarlos o intentar controlarlos, lo que favorece la relajación y mejora la concentración y el estado de ánimo. Si no sabes bien cómo funciona, puedes iniciarte en la materia apuntándote en algún centro de formación para realizar un curso de mindfulness en el que aprender a dar los primeros pasos. Dedícate diez minutos solo para ti -preferiblemente por las mañanas- relájate y dale gracias a la vida para empezar el día con energía y la mente despejada y lista para trabajar.
2. Realiza las tareas más importantes al principio de la jornada
Tan pronto como te instales en tu escritorio por la mañana, empieza con el trabajo más importante, es decir, las tareas creativas y estratégicas que más esfuerzo intelectual requieran. Está demostrado que la mayoría de las personas nos concentramos mejor y presentamos un mayor potencial al comienzo de la mañana: por ello, si quieres aumentar tu productividad es un error revisar el correo electrónico o las redes sociales a primera hora, ya que terminarás desperdiciando la mitad de tu mañana.
3. Agenda todos tus proyectos (personales y laborales) y ponles fecha límite en el calendario
Programa cada pequeña actividad que realmente quieras hacer en el día con fecha y hora límite, desde limpiar tu escritorio hasta dar un paseo por la tarde. Si no estableces un horario fijo para esas actividades, es muy probable que dejes que otras tareas se interpongan en el camino. Pero al comprometerte contigo misma para hacer algo a una hora determinada o tener terminado un proyecto en un día fijo, aumentarás las posibilidades de llevarlos a cabo.
4. Divide las tareas en bloques y cronométralas
Otra de las mejores formas de aumentar la productividad es manteniendo la atención al máximo el mayor tiempo posible. El problema es que nuestra concentración suele disminuir al cabo de 30 minutos, por lo que lo ideal es dividir las tareas en bloques más pequeños de 25 minutos cada uno, y tomarte un pequeño descanso de dos o tres minutos entre bloque y bloque para despejar la mente y volver a recuperar la atención. Para motivarte aún más, cronométrate con un temporizador: el estrés de ver el tiempo pasar ante tus ojos te ayudará a aprovecharlo mejor.
5. No te dejes llevar por tus divagaciones: anótalas y déjalas ir
Cuando realizamos tareas con el ordenador que no nos resultan divertidas, tendemos a divagar e investigar las dudas en internet las dudas que nos surgen durante dichas divagaciones. Si realmente quieres aprovechar la mañana de trabajo y mejorar tu productividad, ten a mano papel y boli para apuntar las ideas que se te vengan a la cabeza y volver sobre ellas con posterioridad: destinos para viajar con tu pareja, consultar la cartelera o las noticias, recetas para deleitar a tus hijos… Todo eso puede esperar, aunque lo sientas urgente. No dejes que Google consuma tu tiempo.
6. Desconecta el móvil
El peor enemigo para aumentar la productividad está en la palma de tu mano. ¿Cuántas horas al día perdemos navegando en las redes sociales o alargando conversaciones por WhatsApp que podrían resolverse con una llamada de dos minutos? La forma más sencilla de no caer en la tentación es guardar el móvil a buen recaudo durante las horas de trabajo (o durante cualquier otra tarea de nuestra vida diaria que sea importante, en realidad). Si la excusa es que quieres estar al tanto de las noticias, consúltalas en el periódico o la televisión mientras desayuna. Si necesitas estar en contacto con la familia por algún motivo, desactiva los datos para que puedan llamarte si realmente ocurre una emergencia.