Lunes por la mañana, ese odioso momento de levantarse temprano, ir a la oficina y volver al estrés del trabajo. ¿Quién espera con ansias eso? Nadie, por supuesto… Pero hay formas de mejorarlo. Un romance de oficina puede hacer que las mañanas de lunes sean más fáciles y divertidas. Pero ¿vale la pena arriesgar nuestro trabajo por un poco de emoción? En este artículo repasamos los pros y contras de tener una relación de amor en el trabajo. Así podrás saber a qué atenerte antes de aceptar la cena a la que tu compañero lleva tantos meses intentando invitarte. ¡No digas que no te avisamos!
Lo bueno de encontrar el amor en el trabajo
En los tiempos que corren la gente pasa la mayor parte de su tiempo trabajando, lo que hace que crezca la tentación de comenzar un romance en la oficina. Al fin y al cabo, enamorarse de alguien con quien trabajas es mucho más fácil y más seguro que tratar de conocer a alguien en clubes, bares, etc. Tus compañeros de trabajo son las personas que ves todos los días y tienes mucho en común con ellos. Y, cuando pasas tanto tiempo con alguien, llegas a conocerlos a un nivel íntimo y cotidiano que te da una idea de su inteligencia, personalidad y ética, lo que puede generar un tipo de química que podría conducir a algo más.
Además, hay trabajos o estilos de vida en los que las relaciones entre compañeros tienen un gran éxito porque las exigencias de la profesión suelen ser demasiado específicas y resultan difíciles de comprender para la gente ajena a ellas. Es el caso de profesiones peligrosas como las de policías, bomberos o soldados, o estilos de vida muy rutinarios y poco flexibles como el de los opositores. En estos casos, estar en una relación donde alguien conoce y comprende las exigencias de la profesión y cómo eso puede afectar el tiempo y la disponibilidad es muy positivo. Al compartir estilo de vida, será más fácil ajustarse el uno al otro y se evitarán discusiones y ansiedades provocadas por la falta de compatibilidad.
Pero, incluso si no tienes una de estas profesiones específicas, encontrar el amor en el trabajo puede ser muy positivo. A nivel logístico, ya que tendrás más facilidad para organizar las vacaciones con tu pareja y planear los desplazamientos al trabajo; y a nivel laboral, puesto que podréis compartir ideas y colaborar bien juntos gracias a vuestro buen entendimiento. Pero además, el amor en el trabajo siempre tiene el plus del «morbo» que añade chispa a toda relación. Una vez que comienza el romance, puede ser muy emocionante ocultar ante los compañeros de trabajo que estáis saliendo.
Lo malo de encontrar el amor en el trabajo
Las relaciones que empiezan en el lugar de trabajo rara vez quedan entre las dos personas a las que atañe, y pronto empiezan los rumores y se convierte en el cotilleo oficial de la oficina. De este modo, vuestra vida amorosa se encuentra continuamente en tela de juicio ya que todo el mundo está pendiente de los avances y los retrocesos. Esto puede ser perjudicial para una pareja ya que las relaciones de pareja necesitan tiempo para asentarse antes de hacerse pública y el escrutinio continuo de los demás puede causar conflictos entre vosotros.
Pero lo peor del amor en el trabajo es sin duda el hecho de que, si no funciona, tendrás que ver a tu ex y trabajar con él todos los días. Esta situación es especialmente difícil para la persona que no quería que la relación terminara y puede provocar una bajada de rendimiento, un aumento del absentismo y la creación de un ambiente de trabajo hostil. Y además de generar tensión, las relaciones de amor en el trabajo también pueden tener consecuencias legales y dar lugar a demandas de acoso sexual por venganza o desembocar en actitudes violentas.
Ten en cuenta que solo porque trabajes con alguien no significa que realmente lo conozcas. La persona con la que estás saliendo puede tener algún tipo de inestabilidad emocional de la que no estés enterada, y la pérdida de la cercanía e intimidad de una relación romántica podrían desencadenar una respuesta inesperada y violenta que podría poner en peligro tu seguridad personal y laboral.
