La bipolaridad amor y odio en las relaciones

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La bipolaridad amor y odio en las relaciones, es una dinámica muy frecuente entre dos personas que comparten un vínculo estrecho y también, existe cierta implicación de sentimientos y relaciones sexuales. Pasar de un extremo a otro, así de un chispazo y de repente, no nos sorprende en absoluto por muy extraño nos parezca, pues ¿Cuántas veces hemos pasado de discutir a hacer el amor? O de ¿tirarnos un cojín a ir a tomar un café juntos?, la explicación psicológica de por qué esto sucede así, es muy curiosa.

Las relaciones amor y odio son tipificadas como una de las dinámicas más comunes en las relaciones estrechas

El odio es una parte intrínseca del amor, es el lado opuesto, nos sentimos tan vulnerables cuando estamos tan vinculados emocionalmente a alguien, que en determinadas situaciones, sobretodo en las que percibimos inseguridad o desconfianza por parte de la otra persona, nos sentimos amenazados, y en cuestión de segundo pasamos de ver a nuestro aliado como contrincante; es decir, pasar de un estado de amor a otro de odio en cuestión de poco tiempo, es muy usual. Es de relevante importancia incidir en que también influye la relación amor y odio que tengamos con nosotros mismos; normalmente si nosotros sabemos respetarnos, tenemos buena gestión del control y aprendemos a amarnos y tener límites a la hora de gestionar las percepciones negativas, estas mismas actitudes y cuestiones de amor y odio con nosotros mismos, se reflejará en nuestras relaciones con los demás.

amor y odio en las relaciones

Normalmente en la primera etapa del amor, es decir, cuando empezamos a conocer a alguien, solemos mostrar nuestro lado más tierno, las virtudes, somos más detallistas; en conclusión, es una etapa de conquista, en la que prevalece embelesar a nuestro ser amado; sin embargo, conforme va pasando el tiempo, las relaciones de amor se desmantelan, en el sentido, de que aparecen los defectos de esa persona amada, sus conflictos internos, sus debilidades, reluce su personalidad interna, y esto a veces, puede resultar confuso; pues se puede a llegar a pensar que no es la misma persona que conociste al principio, pudiendo desembocar en situaciones de bipolaridad entre el amor y el odio.

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Otras de las teorías, es que el amor supone la ausencia de odio, que cuando amamos de verdad, es imposible odiar, pues también hay que señalar que no es lo mismo el odio, como expresión cotidiana y sinónimo de una disputa rutinaria, al odio de rencor y rabia reiterados en el tiempo que por desgracia existe en algunas relaciones, calificada como relaciones tóxicas; esto quiere decir, que a veces pasa, que el amor se acaba, y a las personas les cuesta desvinculase de esa zona de confort creada por ese amor pasado, y por lo tanto responden con odio, camuflado en posturas de fondo de desamor y conflicto inconscientes.

También sucede que suele costar reconocer, que no todo el mundo está preparado para el amor, es decir, para compartirlo en lo que se llama una relación donde se mezcla intimidad, confianza, sexo, etc. Pues para ello es necesario tener un mínimo de salud mental y madurez, separar con precisión y claridad que donde empieza tu libertad puede terminar la de tu pareja. Hay que madurar los conceptos de respeto y apego/desapego, pues si no, podría acarrear graves problemas de identidad y emocionales.

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Un 80% de las relaciones, han reconocido haber tenido experiencias de amor y odio encontradas

El odio relacionado con la dualidad en el amor, es sentir celos porque se acerque otra persona a tu chica/o; es compararte constantemente con los demás, es sentir rabia cuando no tienes el control de tu relación, es una expresión basada en satisfacer nuestras carencias a través de los demás. El papel de las proyecciones también es muy importante para las relaciones de amor y odio, ya que muchas veces nos quedamos atrapados en deseos o anhelos que nos impiden ver la realidad y que reflejamos en los demás; esto quiere decir, que tenemos que conocernos a nosotros mismos y saber tener los pies sobre la tierra para no frustrarnos cuando aterrizamos y las cosas no concuerdan.

Conclusión, las relaciones amor y odio, van vinculadas a una serie de elementos tan sumamente variables e incluso tan intrínsecamente desconocidos e ignorados por un mismo que es un juego de malabares discernir qué es lo que falla; a veces es mejor no buscar el origen o los por qués, a veces no se sabe qué es lo mejor, simplemente, lo verdaderamente importante es sentir paz sin necesidad de hacer daño ni llegar a odiar a nadie.

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