¿Quién no ha oído hablar del placer del tantra en el sexo? Se trata de una práctica que relacionamos con un estado de paz y que, en principio, nos ayuda a conseguir un estado de éxtasis que de ningún otro modo se alcanza. Por este motivo, para que conozcas realmente en qué consiste el tantra dentro de este ámbito, en este artículo te explicaremos los puntos más destacados.
¿Qué es el tantra?
Para descubrir el placer del tantra en el sexo, hay que conocer, en primer lugar, su significado. El tantra es una práctica hindú que es asumida como un medio de vida y cuenta con una filosofía propia. Su objetivo es conseguir y mantener un estado de paz y espiritualidad elevado tanto físico como mental.
Entre sus fuentes de vida se incluyen las relaciones sexuales como una herramienta importante para gestionar la energía. En este terreno, es importante que ambas partes tengan la misma perspectiva de conexión acorde con la corriente del tantra. A diferencia del sexo convencional, no es tanto el objetivo de llegar a la eyaculación, sino más bien, prolongar el placer del uno con el otro a través de la conexión mental y el placer consciente.

El placer del tantra en el sexo
Son varios los elementos que destacan dentro del tantra en el ámbito sexual. Por una parte, se caracteriza por mantener el contacto visual con la persona con la que estás manteniendo relaciones. Además, se debe mantener la atención en el momento, sin dejarte invadir por pensamientos externos, como los problemas que existen en el trabajo o preocupaciones familiares.
Cabe destacar que no se trata de practicar sexo mecánicamente. Tampoco de concebir las relaciones sexuales como una evasión a los problemas ni de limitar el sexo a la proyección física de los genitales. Más bien, es una forma de conexión a nivel mental y emocional elevada y profunda.
El orgasmo llega a todo el cuerpo
Por otra parte, en el tantra destaca la aceptación, el sentirse bien tal y como se es. En ningún momento se debe pensar si se tiene o no vello en el pubis; poco o demasiado pecho; o el pene pequeño o grande. Simplemente hay que aceptar el cuerpo de cada uno, sea una relación de larga duración o un encuentro de una noche.
La cuestión es disfrutar de cada centímetro de la piel del otro, para ello, puedes reforzar las caricias y los besos en las zonas del cuerpo que más te llamen la atención, como los labios, el cuello, los hombros o la espalda.
El ambiente
El ambiente también es muy importante. En el tantra se tiene en cuenta la luz tenue, las velas, el incienso y la música. Todos estos elementos acompañarán al tacto de los cuerpos, con roces armónicos y ritmos constantes en las caricias.
Nadie debe sentirse cohibido por expresar lo que le gusta y lo que no. Decir lo que nos apetece hacer o que nos hagan y cómo nos gusta no tiene por qué resultar incómodo ni provocar inseguridad en el otro. Todo lo contrario, la comunicación es muy importante y potencia el placer sexual.
Otros aspectos
Después de haber atendido a una serie de pautas generales y haber preparado las bases para que fluya la conexión, con el fin de descubrir el placer del tantra en el sexo vamos a entrar en aspectos más concretos.
Por una parte, es importante el control de la respiración para analizar la excitación y sincronizarla con la de tu pareja para generar la misma energía. Esto provoca una sensibilidad especial que hace que sintamos el cuerpo del otro de una forma más intensa. Pararse a sentir en todo su esplendor lo que nos produce el tacto de una caricia, un roce o un abrazo; y comprobar cómo la energía fluye por todo nuestros sentidos es sinónimo de sincronización con la otra persona y de que vamos por buen camino.

Dejarse llevar
El siguiente paso sería dejarse llevar, confiar en la persona y en el momento, aunque sea alguien desconocido. Es importante intentar no llevar el control ni la voz cantante, simplemente hacer lo que surja en cada momento, pensando en el placer sincronizado sin intentar demostrar dominación o sumisión intencionada sobre la práctica sexual. Esto provoca que podamos llegar al placer de una forma fácilmente desinhibida.
Espiritualidad
Para descubrir el placer del tantra en el sexo es importante centrarse en la figura de la mujer y sentir que disfruta del orgasmo. A diferencia del sexo convencional, lo que se intenta es prolongar el placer durante el máximo tiempo posible.
Por otro lado, es clave retrasar la eyaculación para prolongar el tiempo durante el cual se desarrolla el sexo. Así, el hombre no pierde su energía vital y puede conseguir el mayor número de orgasmos en la mujer. Para ello, es aconsejable ir conociendo el cuerpo de él a través de roces lentos en zonas de la pelvis, como pueden ser besos o caricias. También se pueden iniciar movimientos fluidos y constantes mediante la masturbación, buscando su punto de retorno para ejercitar los músculos genitales.
Importancia del espacio
Otra diferencia respecto al sexo convencional es que no se suele practicar en la cama, más bien se hace encima de una manta colocada en el suelo. Esto se debe a que nos proporciona mayor amplitud de movimientos y espacio.
Conexión entre los miembros de la pareja
Para descubrir el placer del tantra en el sexo podemos practicar algunas de las posturas más comunes. Ahora, justo antes del encuentro sexual, es necesario colocarse frente a la pareja desnudos. La respiración tántrica se emplea para controlar la inspiración y la expiración, de forma que la atención se centre en la entrada y salida de aire por la nariz. Hay que tener los ojos cerrados y hacerlo durante cinco minutos.
Cuando uno ha controlado su respiración, es el momento de conectar con la respiración del otro y fusionar ambas respiraciones. Entonces, nuestra pareja comienza a ser alguien con quien conectamos y disfrutamos de la experiencia como una sola entidad.
Posturas
Una de las posturas que podemos practicar es aquella en la que uno de los miembros de la pareja se sienta con las piernas abiertas y la otra se apoya suavemente encima con los brazos sobre los hombros del acompañante. Esta postura permite el contacto corporal mientras las miradas se mantienen en conexión.

Otra sería que mientras uno de los dos permanece tumbado, el otro se coloca lentamente encima. A continuación, quien esté tumbado levanta ligeramente la pierna y así facilita la penetración -si es pareja heterosexual o entre hombres- o el roce -si es de lesbianas-, manteniendo en todo momento la conexión.
Otros ejercicios
Asimismo, otro de los ejercicios recomendados es realizar 6 penetraciones suaves y una profunda. También se puede llevar a cabo una combinación 5-1, 4-1, 3-1, 2-1, 1-1, donde el primer número son las penetraciones suaves y el segundo las profundas. Al finalizar, se volvería a repetir la secuencia.
Igualmente, otra de las prácticas que se puede llevar a cabo es que los miembros de la pareja cojan un folio en blanco y dibujen el cuerpo del otro, tanto por delante como por detrás. Cada uno debe marcar con un color distinto las partes del cuerpo de su pareja que considere erógenas. Al final, se llevará a cabo la comparación de sus ideas. En el próximo encuentro sexual deberán llevar a la práctica sus descubrimientos.