Coqueteo o acoso sexual ¿Cómo puedes distinguirlo?

Contenido del artículo

Muchas mujeres guardan silencio cuando de hablar de acoso sexual se trata. De hecho, la mayoría no sabe identificar si está siendo acosada o cortejada. El problema, en muchos casos, es que cuando un hombre acosa a una mujer tiende a confundirse con coqueteo.  La situación se agrava cuando la mujer se convierte en víctima de abuso. En el siguiente artículo te contamos cómo saber distinguir cuando un hombre es un potencial acosador…

La delgada línea entre el coqueteo y el acoso sexual

Aunque pareciera una afirmación bastante paranoica no es falsa. Resulta que, las fronteras que existen entre el coqueteo y el acoso sexual no son muy claras. Al punto que, las mujeres pueden no darse cuenta de que el hombre que las corteja en realidad las está acosando. Los hombres, por su parte, tampoco tienen muy claro esto. Por tal, muchos cruzan la línea que separa ambas acciones sin ser conscientes de ello.

Una declaración inesperada, una mano en el lugar menos indicado, un acercamiento que irrumpe con el espacio personal. Son algunas de las acciones que pueden ser consideradas como acoso sexual. Sin embargo, si esto viene del hombre que te gusta no es considerado como tal. En ese caso, es visto como un coqueteo y son señales bien recibidas por la mujer.

Entonces, ¿Todo depende si el hombre es del agrado de la mujer? La respuesta es no. Muchos hombres se aprovechan de los sentimientos e intenciones de una mujer hacia ellos para pasar los límites que se les ha permitido. En ese momento ya se está frente al acoso sexual. Es decir, si una mujer gusta de un hombre y éste la invita a cenar, por ejemplo. No significa que, durante la cena el hombre tenga el derecho a tocarla o a transgredir el espacio de la mujer. Tampoco, es motivo para insinuarle con palabras ciertas acciones o temas que no han sido puestas sobre la mesa por la mujer.

¡Recuerda!

Toda acción del tipo sexual que no ha sido aceptada o realizada por parte de la mujer y que va en detrimento de ella puede ser considerada como acoso sexual. También, aplica a la inversa. Puesto que, los hombres pueden ser víctimas de acoso por parte de las mujeres. Y esto, es una realidad cada vez más frecuente. Aunque no sea visto como algo común.

Quizá te interese leer:  9 consejos para mejorar tu autoestima y sentirte mejor contigo misma

¿Cómo identifico el acoso sexual?

Lo primero es preguntarse lo siguiente ¿Viene de la persona correcta en el momento indicado? ¿Cómo me siento al respecto? Si despierta un sentimiento agradable y placentero, significa que lo estas recibiendo positivamente y que de hecho te gusta. Por lo tanto, es recíproco. Ahora, si frente a las acciones de esa persona experimentas miedo, aversión, incomodidad, vergüenza y ofensa. Entonces, se trata de un caso de acoso sexual y debes poner coto a esa situación inmediatamente.

Una acción de flirteo que te descoloque o una caricia no esperada y que te provoque rechazo. Y si esto, además, se repite constantemente. Es obvio, entonces, que estas siendo víctima de acoso sexual. La mayoría de las mujeres se han sentido acosadas al menos una vez en sus vidas. El problema es que muchas han callado y lo han dejado pasar. En una sociedad patriarcal, esto pudiera parecer normal y hasta correcto. El caso es que no lo es.

Reconoce el acoso sexual en el trabajo

¿Por qué sucede?

En una situación normal el coqueteo debería ser un juego. El cual, divierta y hasta guste a ambas partes. El coqueteo, por lo general, no involucra mensajes sexuales. El acoso, por su parte, tiene claras connotaciones de índole sexual. En todo caso, cuando la persona que recibe el coqueteo no se siente atraída y lo rechaza debe manifestarlo inmediatamente. La otra parte, por lo tanto, deberá parar. En el acoso sexual, el mensaje se pierde. Por ello, una de las partes termina victimizada.

La negativa de una mujer puede ser verbal. Sin embargo y en la mayoría de los casos es física. Por ejemplo, cuando un beso no es correspondido y evadido. El problema del acoso sexual comienza justamente cuando el mensaje es ignorado. Por lo tanto, el acoso surge en el momento en que el hombre o la mujer no aceptan el rechazo. Es decir, cuando no atienden al hecho de que sus palabras o acciones no son bien recibidas por el otro.  Entonces, las cosas empiezan a forzarse.

Quizá te interese leer:  Esponja vaginal: el secreto para tener sexo cuando estás con la regla

En el caso de ciertas mujeres esa respuesta negativa no siempre es obvia y clara. El hombre, por su parte, sigue intentándolo hasta llegar al acoso sexual. Surge la polémica de que la mujer dio cabida para que el hombre actuara de esa forma. El comportamiento de ella parecía ser complaciente a las acciones de él. Por lo que, cuando una persona se siente acosada debe manifestarlo inmediatamente y dejar en claro que NO le gusta la situación y que NO quiere que se repita.

Códigos sociales que determinan lo inapropiado

Esta clase de temas también están determinados por los rasgos culturales de la zona. Es un hecho que, la idiosincrasia del país juega un papel fundamental en estos casos. De un país a otro, puede variar lo que se concibe o no como acoso sexual. La cultura, la religión, las costumbres y códigos sociales determinan lo que es inapropiado o apropiado.

Sin embargo, más allá de todo el bagaje social que esto conlleva. Lo realmente importante es lo que siente la persona a la hora de vivir una situación como esta. Independientemente de, lo que sea o no apropiado en una región. La mujer u hombre debe sentirse bien con el coqueteo y si no es el caso. Entonces, sin importar las costumbres de la región se experimenta acoso sexual. Por ello, es importante dejar claro el mensaje y dar a conocer al otro que sus acciones o comportamiento no le gustan.

También es cierto que, las costumbres y modos de ser en cada parte del mundo son diferentes. Es importante conocer la cultura en la que te encuentras si el caso es que no perteneces a ella. Puesto que, al conocerla se puede saber el por qué de ciertas actitudes que parecieran desconcertar o extrañar. Recuerda que, lo importante es cómo nos sentimos con nosotros mismos y si la forma en la que los demás nos abordan no es agradable o no.

Deja un comentario

¡Suscríbete y recibe nuestros últimos artículos directamente en tu correo!