¿Estaría bien tomar una copa de vino con la cena? ¿Podría tomar una cerveza en la barbacoa del sábado? Estas cuestiones, no deberían surgir una duda a la mayoría de la gente, a no ser que estés embarazada. El alcohol durante el embarazo siempre es un tema que puede resultar un tanto confuso.
La mayoría de organizaciones nacionales de salud recomiendan la abstinencia total de alcohol durante el embarazo. Sin embargo hay otra rama de profesionales que decantan esta afirmación hacia un consumo ocasional.
No se pueden ignorar los claros efectos nocivos que puede llegar a tener el consumo de alcohol para un feto. Prueba de ello son los trastornos del espectro del alcoholismo fetal.
Estos síntomas se manifiestan la mayoría de las veces en un bajo peso al nacer, retrasos en el desarrollo, problemas de conducta y problemas de salud relacionados con la vista y el oído.
Existen muchos casos que evidencian los peligros del consumo excesivo de alcohol durante el embarazo. Pero no disponemos de estudios que confirmen que el consumo de un vaso de vino ocasional, pueda generar alguna alteración fetal. Seguramente la falta de evidencias científicas en este sentido, han contribuido a que la norma sea la abstención del consumo de cualquier bebida alcohólica.
Eliminación del alcohol durante el embarazo más que justificada
Trastornos del Espectro del Alcoholismo Fetal (TEAF), es como los expertos definen el rango de problemas relacionados con la exposición al alcohol antes del nacimiento.
El resultado más severo del consumo de alcohol durante el embarazo, es el Síndrome de Alcoholismo Fetal. Una afección caracterizada por un crecimiento deficiente, tanto el feto como después del nacimiento. Además puede generar rasgos faciales anormales, defectos en el corazón y hasta daños en el Sistema Nervioso Central.
Pero no todo queda ahí. Los bebés con FAS pueden tener cabezas y cerebros algo más pequeños, así como defectos anatómicos, especialmente del corazón y la columna vertebral.
Los bebés con FAS también pueden tener cabezas y cerebros anormalmente pequeños, así como defectos anatómicos, especialmente del corazón y la columna vertebral. El daño al sistema nervioso central puede incluir discapacidad intelectual, retrasos en el desarrollo físico, problemas de visión y audición, y una variedad de problemas de comportamiento.
¿Y las bebidas sin alcohol?¿Son seguras?
Por desgracia el término”sin alcohol” es un poco engañoso cuando se trata de cerveza e incluso vinos o tintos de verano, que ya los hay. Aunque estos productos indiquen que no tienen nada de alcohol, pueden contener trazas de este.
Las bebidas sin alcohol, en muchas ocasiones contienen una mínima cantidad del mismo. Por ello no podemos sustituirlas por las bebidas alcohólicas. Hay que privarse hasta de la cerveza sin alcohol.
Como vemos motivos para mantenerse los meses de embarazo sin beber alcohol son más que suficientes. Aunque pocas personas afirman que la cantidad de alcohol de un vaso de cerveza o de una copa de vino como algo ocasional, la posibilidad es algo que debemos tener en cuenta.
Para evitar cualquier riesgo, los expertos recomiendan que las futuras madres eviten por completo las bebidas alcoholicas. Del mismo modo que el consumo de tabaco o sustancias nocivas para el organismo.
¿Qué pasa si tomé unas copas antes de saber que estaba embarazada?
Gran cantidad de mujeres se preguntan esto. Es fácil que una vez detectes que estar embarazada, hayas consumido alcohol de manera asidua en las últimas semanas.
Debes saber que el alcohol no afecta al feto por igual según el periodo de gestación. Por lo que lo más responsable será que desde el momento que tengas conocimiento de tu estado, acudas a un médico y mantengas unos hábitos de vida saludables.