¿Te has preguntado en alguna ocasión que ocurre con los mensajes y archivos que se envían a través de la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp? ¿Crees que puede hackearse por un pirata informático en cualquier momento? A continuación te explicamos donde van a parar todos los “te quiero” e imágenes cotidianas que se envían por esta aplicación. ¡Sigue leyendo!
Según la mayoría de los técnicos informáticos a los que se les ha preguntado por esto, la respuesta es que Whatsapp puede ser hackeado perfectamente. Aunque la aplicación haya sido mejorada en el aspecto de seguridad, existen otras opciones de servicios que les superan con diferentes métodos para potenciar la protección de información que comparte a diario sus usuarios, como iMessage o Telegram.
Desde que la aplicación empezó a ser descargada por miles y miles de usuarios, su principal talón de aquiles ha sido la seguridad de la información y siempre, este aspecto ha sido el que ha ido mejorándose en todas sus actualizaciones, llegando a una versión en la que los mensajes podían cifrarse.
¿Dónde se guarda la información de Whatsapp?
Así, tanto los expertos informáticos como los fabricantes anuncian que si configuras Whatsapp para que todos los mensajes se guarden en la “nube” o en la carpeta que se crea en el móvil cuando se instala la aplicación, en el caso de Android, todos los archivos y mensajes serán guardados en estos destinos.
En el caso de iPhone, el almacén de esta información se encuentra en iCloud de Apple, una parte de disco compartido desde un servidor a la que cualquier persona puede acceder con un usuario o contraseña, ya sea desde un ordenador u otro dispositivo.
Debemos comentar que si os fiabais de tener total confidencialidad de vuestras conversaciones, deberíais saber que en el mercado de aplicaciones para móviles existen gran cantidad de software dedicado a espiar las conversaciones de Whatsapp tanto en Android como en Iphone, por precios que pueden alcanzar los 500 euros, se tiene la posibilidad de espiar el contenido, grabar las llamadas, la fecha, la hora, la duración, los mensajes con vídeos y fotos y la dirección desde donde se producen las conversaciones.
Aunque hay que aclarar que es totalmente ilegal usar aplicaciones espías para leer las conversaciones ajenas sin consentimiento ni conocimiento de las personas partícipes de esa conversación. Dentro de este delito se encuadra también el hecho de coger un teléfono ajeno y registrar sus llamadas, mensajes, datos de aplicaciones y fotografías.
En conclusión, las conversaciones que se desarrollan por Whatsapp son consideradas como parte íntima de los partícipes y eso les concede una protección especial en lo referente a las intromisiones de personas no autorizadas que entran forzosamente en las mismas y, que en caso de que se tenga constancia de intromisión, los hechos pueden ser denunciados tanto al juzgado como a la policía ya que es considerado delito, además, si las conversaciones son publicadas sin el consentimiento expreso de quiénes la mantiene se comete un delito contra el derecho al honor, la imagen y la intimidad, regulados específicamente en el Código Penal.