¿Tienes un reloj inteligente que mide y analiza tu sueño? ¿Estudias su resultado de forma compulsiva? Si tu respuesta es afirmativa a ambas y además no duermes bien desde que esto ocurre, quizás padezcas ortosomnia. ¿No sabes de qué te estamos hablando? Es una cuestión de salud muy importante, por lo que lee atentamente qué es la ortosomnia y cómo te está afectando para evitarlo a partir de ahora. ¡Aprende a utilizar la tecnología como algo positivo!
¿Qué es la ortosomnia?
La ortosomnia es un nuevo tipo de transtorno del sueño que está directamente relacionado con las aplicaciones y gadgets para medir y analizar la calidad del sueño.
Ojo, no implica que la tecnología que está asociada a estos dispositivos y aplicaciones sea el responsable último de la aparición de este trastorno en el sueño. Al contrario, la tecnología es una aliada siempre y cuando sepamos utilizarla en nuestro beneficio y no ser esclavos de ellos.
Recientes estudios han comprobado cómo los pacientes con ortosomnia descansan peor cuando las aplicaciones les indican que no duermen bien. Estos resultados generan estrés en los propietarios y esta presión se traduce en un mal descanso, en estar irritables o sufrir problemas de atención y concentración, entre otras consecuencias.
El sueño como una obsesión o consecuencias de la ortosomnia
¿Consultas o utilizas el móvil en la cama? ¿Lo hacen tus hijos. En ambos casos es un gran error. El simple hecho de consultar aunque solo sea una notificación en el móvil interrumpe el proceso del sueño. La luz de las pantallas impide que el cerebro libere la sustancia que genera sueño. Y recuerda que el sueño es una señal de tu cuerpo para que entres en modo stand by y recuperes fueza, energía, conexiones y células.

Sin embargo, la ortosomnia no solo está ligada al uso de los móviles y tablets en la cama: ver la tele o jugar/trabajar en el ordenador antes de dormir también retrasa el ciclo completo del sueño, por lo que este no es de calidad y, en muchos casos, es insuficiente.
Las consecuencias de no dormir bien
Ya sea por el uso de dispositivos interactivos en los instantes previos al sueño o por la obsesión que autogenera el individuo al ver los resultados de las aplicaciones y dispositivos que te miden el sueño, las consecuencias en ambos casos es un descanso sin calidad ni continuidad. Colateralmente, esta situación de ortosomnia implica una serie de consecuencias para la salud física y mental.
En primer lugar, el paciente muestra graves síntomas de irritabilidad. Ante cualquier evento reacciona de forma agresiva y defensiva. Un segundo síntoma que muestran el 90 % de los afectados es la apatía y la desgana. Esto se relaciona directamente con la ausencia de recarga del cuerpo y la mente que tanto necesita este durante el sueño. En un tercer estadio, se generan situaciones de desmemoria, con episodios menos graves de problemas de concentración y atención.
Ortosomnia y tecnología
Ante la penetración de la tecnología para el control de las constantes vitales, incluido el sueño, los tecnólogos advierten de que el mal uso de los avances científicos y técnicos genera trastornos como la ansiedad, que deriva en cuadros de estrés y ausencia de descanso (en último término). Y es que la tecnología nos ha dotado de la información, pero no de cómo interpretar y comprender los datos que nos aportan.
Dormir bien es casi tan importante o más que el alimento para disfrutar de una buena calidad de vida. Hacer ejercicio y llevar una vida saludable son las otras patas que sostienen la salud de nuestro organismo.
La tecnología es un potente avance, pero se puede convertir en una pesadilla si nos obsesionamos con los resultados diarios de estos dispositivos de control del sueño. De ahí que la ortosomnia sea uno de los nuevos trastornos del sueño que están afectando más transversalmente a la sociedades desarrolladas.