El día 8 de mayo se celebra el Día Mundial del Cáncer de ovario, uno de los tipos de cáncer en la mujer que tiene menor tasa de supervivencia debido a su diagnóstico tardío y porque sus síntomas son muy generales y suelen confundirse con otras patologías.
Esta fecha se celebra en todo el planeta desde 2013, y tiene como objetivo crear conciencia en el mundo sobre esta enfermedad. Al respecto, la Sociedad Americana de Cáncer señala en su portal web que en Estados Unidos son diagnosticadas más de 22 mil mujeres al año y más de 14 mil mueren por esta causa. Del mismo modo, en alrededor del mundo, son 140 mil muertes las que se contabilizan anualmente, y sólo el 45% de las pacientes logran sobrevivir 5 años, mientras que en cáncer de mamá es elporcentaje es mayor, con un 89% de pacientes que logran superarlo. .
Causas más comunes del cáncer de ovario
Como toda enfermedad, el cáncer de ovario tiene algunos detonantes que a continuación te mencionamos:
- Genética.
- Antecedentes familiares.
- Edad: por encima de los 55 años.
- No haber tenido hijos.
- No haber tomado pastillas anticonceptivas.
- Haber tenido endometriosis.
- Haber menstruado a corta edad.
- Obesidad.
- Terapias con estrógenos y hormonales.
- Tabaquismo.
- Alcohol.

¿Cómo manejar los factores de riesgo del cáncer de ovario?
Algunos factores de riesgo del cáncer de ovario están fuera de control, incluidos la genética, origen étnico y edad. Otros factores de riesgo pueden ser influenciados por cambios en el estilo de vida. Las siguientes actuaciones pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer de ovario:
- Hablar con el médico acerca de los posibles beneficios y riesgos de las píldoras anticonceptivas.
- Seguir una dieta bien balanceada.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Mantener un peso saludable.
- Hablar con el médico acerca de la historial familiar, historial médico personal y hábitos de estilo de vida. Pueden ayudar a evaluar el riesgo de desarrollar cáncer de ovario.
Los especialistas pueden recomendar estrategias para ayudar a reducir el riesgo y aumentar las posibilidades de disfrutar de una vida larga y saludable.
Aprende a leer las señales
A pesar que los síntomas no son muy específicos, hay ciertas señales que pueden dar luz acerca de este tipo de cáncer. Lo primero, es el aumento de la zona abdominal, acompañado de dolor, sensación de hinchazón, inapetencia, orinar frecuentemente, estreñimiento y en casos más severos, sangrado vaginal, rápida pérdida o aumento de peso y cansancio. Ante alguno de uno o más padecimientos mencionados, lo ideal es acudir al ginecólogo.
Etapas del cáncer de ovario
La única forma de conocer la etapa del cáncer de ovario es por medio de la cirugía. Una vez sometida la paciente a ésta, se hacen una serie de estudios. Las fases o estadíos están divididos en 4, que a su vez se subdividen. Toda paciente oncológica debe estar al tanto de su etapa para recibir un tratamiento acertado.

- Etapa 1: el cáncer sólo está dentro de uno o ambos ovarios o en las trompas de falopio.
- Etapa 2: el tumor se ha propagado a zonas como útero, vejiga, recto o ganglios linfáticos.
- Etapa 3: Se traspasa desde la pelvis hacia el abdomen.
- Etapa 4: Se extiende fuera del área perineal: hacia el bazo, hígado y pulmones, entre otros.
Pruebas de diagnóstico y prevención
Entre las pruebas que puede realizar un ginecólogo ante la sospecha de sufrir cáncer de ovario, es un exámen pélvico, análisis de sangre con marcadores tumorales y ecografías transvaginales. Hacer más de una de estas pruebas es mejor, ya que hay más posibilidades de acertar con el diagnóstico. Existen también las tomografias y biopsias.
Para poder disminuir las posibilidades de desarrollar este tipo de cáncer, existen algunas opciones: tomar anticonceptivos, en mujeres premenopáusicas extirpar los ovarios y las trompas de falopio, tener una dieta sana y equilibrada, hacer ejercicios y no fumar.
¿Qué esperar después del cáncer de ovario?
Una vez finalizadas las quimioterapias y haber eliminado el tumor, hay que seguir en observación y acudir al ginecólogo con continuidad, hacer pruebas periódicas, exámenes de laboratorio y estar pendiente de cualquier cambio en que el cuerpo experimente. Es indispensable centrarse en seguir unos hábitos saludables, descansar con mayor frecuencia y dejar a un lado el estrés.