Tradicionalmente, asociamos el traje a los hombres. Y, cuando pensamos en un hombre que habitualmente usa traje, solemos evocar a un hombre importante y poderoso. El traje siempre suele ser visto como algo muy masculino, pero ¿sabías que cada vez más mujeres apuestan por él? En nuestro artículo de hoy te hablamos de cómo es visto el traje como sinónimo de empoderamiento femenino. ¿Te atreves a hacerte con uno?
El traje como sinónimo de empoderamiento femenino
El traje, históricamente, se asocia a los hombres de poder, a los líderes, a un Jefe de Estado o a un ejecutivo como los que desfilan por el Paseo de la Castellana de Madrid. Históricamente, las mujeres empezaron a usar traje para desafiar la autoridad que representaba este atuendo en los hombres y, poco a poco, el traje como sinónimo de empoderamiento femenino se ha convertido en una realidad, en algo que llegó para quedarse. Cada vez son más las mujeres que apuestan por este cómodo a la par que desafiante, outfit.
Como ejemplo, podemos poner a Kamala Harris, recién electa Vicepresidenta de Estados Unidos. Para recibir su nombramiento, Harris acudió vestida con un imponente traje blanco (sinónimo de solidaridad, por el color). Pisando fuerte, porque el traje es símbolo de autoridad, de poder. Fue la manera de Harris, (primera mujer electa Vicepresidenta y, además, de color), de decir «soy negra, soy mujer, y aquí estoy». ¿Alguna vez te has puesto tú un traje?

Lo mejor del traje es que es una pieza única, muy versátil y que puede utilizarse lo mismo para ir a la oficina que a una cena con amigas. Por ejemplo, puedes utilizarlo como los hombres y ponerte una camisa, pero transformarlo subiéndote en unos tacones.
También puedes llevar una camiseta y restarle un poco de fuerza si lo combinas con unas zapatillas. Ojo, el traje no deja de ser imponente. No importa si llevas tacones o zapatillas, camiseta o camisa. El conjunto impone de igual forma. ¿Lo mejor? Que es increíblemente cómodo. Estamos seguras de que, si decides hacerte con uno, no querrás despegarte de él.
Las telas son de diferentes texturas aunque, por lo general, suelen ser suaves. También puedes encontrarlos lisos o con las míticas rayas Oxford y, por supuesto, la paleta de colores es muy amplia, así como el largo de los pantalones.
Otro punto a favor de los trajes son las americanas que los acompañan. Las hay oversized o ajustadas, pero también de distintos largos. ¿Por qué no te atreves a ir a una boda usando un bonito traje? Piensa que los chicos se ven muy cómodos y las mujeres, el 99,9% de las veces, nos pasamos toda la celebración cuidando el vestido. El traje es igual de estiloso.
El traje como sinónimo de empoderamiento femenino: un poco de historia
Que las mujeres usen traje es algo que hace relativamente poco se aceptó socialmente. Si viajamos por la historia, nos encontramos con una Juana de Arco que utilizaba la ropa de los cruzados (todo lo contrario a cómo debía vestir una mujer en el siglo XV). ¿La consecuencia? Juana de Arco fue quemada en la hoguera, en parte por vestir de aquella manera.
Saltando a través de los siglos, nos encontramos con los famosos bloomer. Estos pantalones fueron creados en 1850 y eran holgados hasta la rodilla o tobillos. En las primeras décadas del siglo XX, las mujeres podían utilizarlos, pero en contadas ocasiones. Por ejemplo, como pijamas o para montar en bicicleta.
Hasta que apareció Coco Chanel, una gran pionera de la moda cuyo principal objetivo era liberar a las mujeres. Y es que ya sabéis que las mujeres de aquella época vivían aprisionadas en vestidos y corsés. Chanel diseñó los pantalones corte masculino, pero con ese toque de elegancia femenina. Las pioneras en utilizarlos fueron las actrices Marlene Dietrich o Katharine Hepburn. ¿El problema? Que ellas eran mujeres famosas. Tenían permitido usarlos, pero el resto de las mujeres no, éstas tenían que pedir permiso.
No fue sino hasta los años 60 y 70 cuando apareció Yves Saint Laurent, creador de Le Smoking. YSL fue quien, hablando de moda, terminó de liberar a las mujeres. Fue un revolucionario y un pionero que, literalmente, vistió a las mujeres con ropa de hombre.

El traje en las mujeres de hoy en día
Se trata de feminizar el poder. Hacer ver al mundo que el traje no es exclusivo de los hombres, que las mujeres también pueden compartir cargos importantes. Ojo, también se ha confundido, en ocasiones, que las mujeres que utilizan traje quieren parecerse a los hombres y, en muchas ocasiones, se asocia a las lesbianas. Es un completo error. Las mujeres con traje pueden buscar comodidad, hacer notar su presencia y compaginar a la perfección el feminismo con la feminidad. No olvidemos que el traje de las mujeres es estilizado, es femenino y ya si le añades los tacones, tienes el combo completo.
A los trajes que utilizan las mujeres se les suelen añadir los típicos accesorios. Pendientes, pulseras, collares. Se sustituye la corbata masculina por algún fular. ¿Lo más importante? Que los trajes dan poder. Ya lo decía Ann Taylor en su campaña «Pants are power». La minorista piensa que los pantalones y los trajes son un símbolo de igualdad de las mujeres frente a los hombres. Te invitamos a que te hagas con un traje. Puedes encontrarlos de distintos precios y estilos. Te garantizamos que si te miras por un momento frente al espejo, te sentirás increíblemente poderosa, te sentirás invencible y capaz de hacer cualquier cosa que te propongas.