¡Ay, Italia! ¿Quién no ha soñado alguna vez con poder ir a Nápoles a comerse una pizza? Tradicionalmente se cree que en esta ciudad, al sur del país, nacieron las pizzas como las conocemos hoy en día. El gran problema es comerse una de estas delicias si llevas una dieta sin gluten. Pero no te preocupes: si vives en Madrid, te contamos que han abierto una pizzería napolitana sin gluten 100% y, estamos seguros, correrás a probarlas tan pronto te sea posible.
Todo sobre la pizzería napolitana sin gluten 100%
Es el noveno local de la cadena Grosso Napoletano y se encuentra en el número 23 de la calle Fernando VI en Madrid. Este restaurante se anuncia como un templo donde podrás comer la verace pizza napolitana sin necesidad de irte a Italia: puedes probarlas en el corazón de la capital del país. ¿Qué hace tan únicas y especiales las pizzas de este sitio?

Para empezar, todas las pizzas se hornean entre 60 y 90 segundos, a 500 grados de temperatura, en un horno de piedra fabricado en el mismísimo Nápoles por una familia con tradición artesana. ¡No es de extrañar que las pizzas sean una delicia! ¡Crujientes y un manjar para el paladar! Otro de los secretos de Grosso Napoletano es que todos los ingredientes se importan desde Italia, además de que la masa (con harina italiana, por supuesto), se deja reposar durante 48 horas. Este proceso permite que se adquiera una doble fermentación. ¿El resultado? Una pizza fina, suave, con bordes gruesos y una textura inolvidable.
Pero esto no es todo: los pizzaiolos encargados de preparar estas pizzas aterrizan también directos de Nápoles. Así que sí: todo es increíblemente napolitano en este sitio.
¿Cómo es una pizzeria napolitana sin gluten 100%?
Como ya os adelantábamos, Grosso Napoletano tiene otros 8 restaurantes. Siete están desperdigados por los tradicionales barrios madrileños, y hay uno más en Valencia. El local de Fernando VI, 23, Grosso Senza Glutine, ha abierto sus puertas después de 4 años de trabajo y tras varias peticiones de los clientes. Todo en este nuevo restaurante se mantiene: menos el gluten, por supuesto. Todas las pizzas -Margherita, Diavola, Prosciutto e Funghi y la deliciosa Quattro K-, se elaboran sin gluten y con el mismo cuidado y mimo que en los otros 8 restaurantes. Aquí prometen que la pizza sigue sabiendo a pizza, a pesar de no tener gluten.
El secreto está en la masa, que se elabora con cereales sin gluten:aquí encontramos el arroz, el maíz y el trigo sarraceno. Además, a estos ingredientes se incorpora el proceso de doble fermentación que aplican a las otras pizzas y que le da un sabor único.

¿Por qué gluten free?
Como bien sabes, lo del libre de gluten ha cobrado fuerza en los últimos años por la celiaquía. La celiaquía es una enfermedad crónica, multiorgánica y autoinmune que consiste en lesiones inmediatas al intestino, pero también puede dañar otros órganos y tejidos. La celiaquía se presenta por una especie de intolerancia al gluten. El gluten no son más que proteínas que se encuentran en el trigo, la avena, la cebada y el centeno, así como sus derivados.
En ocasiones se suele pensar que la celiaquía es una simple alergia e intolerancia, un trastorno leve digestivo, pero nada más alejado de la realidad. Es una enfermedad sistémica que genera autoanticuerpos capaces de atacar al organismo. Si no se vigila, puede acarrear graves problemas de salud: cáncer, enfermedades cardiovasculares, etcétera.
El gran problema de la celiaquía es que la persona que la padece tiene que seguir una dieta muy estricta. Básicamente porque las harinas están presentes en la mayoría de los alimentos de la dieta mediterránea. Es normal que, al abandonar este tipo de comida, se cambie drásticamente la ingesta general de fibra, vitaminas y otros nutrientes: de ahí la importancia de elegir, meticulosamente, los alimentos que compensen esa pérdida.
La alergia a estas proteínas se presenta porque el organismo, a través del sistema inmune, confunde al gluten con un agente que ocasiona otras enfermedades (virus y bacterias). Así, como ya adelantábamos, el cuerpo crea un anticuerpo que ataca a estas proteínas causando un shock en el organismo. Se pueden presentar dificultades respiratorias, dolor y distensión abdominal, dolores de cabeza, diarrea, estreñimiento e incluso, sarpullido.