Cuando se trata de tratamientos de estética para tener el vientre plano nos encontramos con dos recursos: liposucción y abdominoplastia. ¿Cuáles son las diferencias entre la liposucción y la abdominoplastia? ¿Cuál es mejor y por qué? En nuestro artículo de hoy te desvelaremos las claves de ambos procedimientos, sus características y cuál deberías escoger según tus necesidades
Principales diferencias entre la liposucción y la abdominoplastia
Liposucción, un procedimiento con historia
La liposucción es un procedimiento que data de finales del siglo XX, concretamente de 1974. La técnica fue inventada por Giorgio Fischer, ginecólogo italiano; el primero en utilizarla, sin embargo, fue el francés Gerard Yves Illouz en 1977. Lo que el cirujano francés hizo fue introducir una cánula (adaptada a un aspirador) bajo la piel utilizando movimientos de vaivén que produjeron el desprendimiento de la grasa del cuerpo para ser aspirado.
Han pasado más de 4 décadas desde la primera liposucción y las técnicas de la misma han sido modificadas a lo largo de estos años. Por ejemplo, 8 años después de la cirugía de Illouz, el dermatólogo Jeffrey Klein inventó la liposucción por método húmedo. Ya sabemos que la medicina está en constante evolución y los tratamientos de estética no son menos.
En un principio, la liposucción era una cirugía en toda regla en la que se aplicaba anestesia general; además, se empleaban cánulas grandes y se buscaba remover el tejido graso más profundo. Como consecuencia, las liposucciones eran más arriesgadas y era más fácil que hubiera complicaciones. Gracias al perfeccionamiento de la técnica en estos más de 40 años, hoy la liposucción se practica con anestesia local y con cánulas más pequeñas de forma segura.

¿Qué es la liposucción?
La liposucción es un procedimiento quirúrgico estético a través del cual se extrae grasa o tejido adiposo para modelar la figura. Como ya adelantábamos, la grasa se extrae utilizando una cánula o jeringa con un extremo conectado a una máquina succionadora. Para hacer que el procedimiento no sea tan invasivo y agresivo, se pueden emplear ultrasonidos y láser que ayudan a disolver la grasa para que la extracción sea más fácil.
Se suele creer, erróneamente, que la liposucción es una cura contra la obesidad, pero en realidad es un simple tratamiento de estética. Su objetivo principal es remover la grasa acumulada del abdomen, caderas y muslos, pudiendo extenderse a brazos, rodillas y hasta en el rostro. El que quite la grasa no lo convierte en un método para controlar la obesidad, aunque sí que ayuda a reducir el peso (en menor medida), modelar el cuerpo y hasta eliminar la celulitis. Con la liposucción lo que se disminuye considerablemente es el volumen y, en ocasiones, se puede practicar una lipoescultura. La lipoescultura consiste en introducir la grasa extraída en otras zonas del cuerpo para dar volumen y forma.
Procedimiento de la liposucción
La cánula que se introduce en el cuerpo recorre la zona de la que se va a extraer la grasa y se inyecta una solución líquida. El líquido contiene anestesia, una sustancia que contrae los vasos sanguíneos, así como una solución salina para desprender la grasa y disolverla. La grasa que se disuelve gracias a la solución salina, se convierte en un líquido viscoso que, posteriormente, se aspira por la cánula.
El procedimiento dura entre una y tres horas, dependiendo de la técnica y la cantidad de grasa que se quiera extraer. La recuperación suele ser bastante rápida, pero debe cumplirse a rajatabla. Además, no todas las personas son candidatas a una liposucción: es fundamental estar sano.
Abdominoplastia: la predecesora de la liposucción
Si pensabas que la liposucción era la madre de las técnicas de cirugía estética, estás en un error. Antes de que se inventara la liposucción en los 70, la grasa se extraía por abdominoplastia. Tiene su origen en los antiguos procedimientos para resolver problemas funcionales del abdomen, pero el uso estético de los mismos comenzó a popularizarse a finales del siglo XIX. Antes de hacían dermolipectomías: los resultados eran buenos… ¡pero eliminaban el ombligo!
En los albores del siglo XX, comenzaron a introducirse técnicas de escisión abdominal para eliminar la grasa. La abdominoplastia como la conocemos hoy en día fue perfeccionada por el brasileño Pitanguy y el mexicano González Ulloa que no se centraban solo en el abdomen sino en la zona lateral.

¿Cuáles son las diferencias entre la liposucción y la abdominoplastia?
Ambas técnicas buscan eliminar grasa y tornear el cuerpo, pero la abdominoplastia busca algo más. Consiste en eliminar el exceso de piel (además de grasa) y se reconstruyen los músculos del abdomen. Dentro de sus objetivos principales encontramos la obtención de un abdomen plano y firme; la reconstrucción de la zona abdominal y la eliminación de grasa de esta zona del cuerpo, además del tensado de los músculos abdominales.
Por otra parte logra estrechar la cintura y eliminar el exceso de piel que no se puede reducir con dieta o ejercicio. Otro dato importante es que la abdominoplastia se ciñe únicamente a la parte del abdomen, como su nombre indica. La liposucción, por su parte, puede aplicarse a distintas partes del cuerpo.
Otra de las diferencias entre la liposucción y la abdominoplastia es que esta última se realiza en un período de entre 2 y 4 horas y no es ambulatoria. Se requieren, por lo menos, 2 días de ingreso en el hospital. En cuanto la anestesia, no es local como la liposucción, sino que es general o epidural más sedación.
Procedimiento
Sin duda, una de las principales diferencias entre la liposucción y la abdominoplastia es que en la abdominoplastia se hace una incisión sobre el pubis. A partir de aquí, se elimina la grasa y piel sobrante, se tensan los músculos abdominales y se unen en la parte media del abdomen. ¡No más flacidez! Después se sutura y se «reestablece» el ombligo.
El período de recuperación es mínimo de 2 semanas y puede prolongarse hasta 2 meses; durante este tiempo se recomienda caminar, llevar faja durante un mes (después de retirar los puntos). La abdominoplastia se recomienda a mujeres que tienen flacidez en el abdomen, principalmente a las que han sido madres.