Aunque durante muchos siglos este fue uno de los temas tabúes por excelencia, afortunadamente en las últimas décadas la masturbación femenina ha dejado de serlo. Y no solo eso, sino que la idea de que aprender a masturbarte es algo natural y de que la masturbación femenina es una actividad muy beneficiosa para la salud ha conseguido adentrarse en la población, de modo que cada vez son más las mujeres que tratan este tema con sus amigas, con sus parejas o públicamente, sin ningún tipo de pudor o vergüenza. Además, dicha práctica trae consigo numerosos beneficios.
A ello han ayudado, sin duda, las publicaciones de expertos en salud que se han animado a estudiar y a hablar del tema, así como el empoderamiento creciente de mujeres que viven en una sociedad que ya no tiene miedo a vivir su sexualidad con normalidad y sin miedos: en pareja o en solitario. Aunque en ciertos grupos todavía cuesta hablar de ella con normalidad, se espera que en las próximas décadas la masturbación femenina consiga ocupar el espacio en las conversaciones de igual modo que hace la masturbación masculina para los varones, para los cuales no suele suponer ningún tabú.
Lo cierto es que la masturbación es una práctica que se aprende a realizar de manera casi innata y que muchas mujeres empiezan a experimentar incluso antes de la adolescencia. Así mismo, a pesar de ser un tabú se trata de una práctica muy antigua entre las mujeres. De hecho, una de las primeras pruebas la representa la Hagar Qim, una figura tallada con formas femeninas creada ya en el siglo 4 A.C. Dicha figura representa a una mujer masturbándose con su mano derecha y apoyando su cabeza sobre el brazo izquierdo.

Si bien el placer es uno de los principales motivos que explica el gran éxito de la masturbación en la sociedad, esta práctica trae consigo una serie de beneficios y ventajas a quien la practica que la convierten, así, en una práctica muy recomendable por profesionales y especialistas en sexología. A continuación, detallamos 5 de los más relevantes:
1. Aumento del bienestar
La ciencia ha demostrado que tras poner en práctica la masturbación, nuestro cuerpo se queda relajado y bajo una sensación de agrado muy elevada, sobre todo tras un orgasmo. Esto nos ayuda, sin duda, a cambiar nuestro estado de ánimo y mejorar nuestra calidad de vida. Además, la masturbación puede entender y practicarse como un juego, con lo cual es muy fácil que produzca emociones positivas como la alegría o el placer. La masturbación se convierte así en un ritual que llevamos a cabo en un momento del día que para nosotros es especial: bien sea la noche, la hora de la siesta o cualquier momento en el que queramos simplemente disfrutarnos.
2. Conocimiento de sí misma
Conocerse a sí misma y nuestros propios placeres es un derecho que para la mujer ha estado vetado a lo largo de la historia. En algunos momentos, como durante el franquismo, la sexualidad de la mujer y el modo de vivirla estaba completamente pautada por organismos como la Sección Femenina. En ellos, la idea de que la mujer pudiese disfrutar tanto sola como con su pareja era impensable o, en cualquier caso, estaba subyugado al hombre. No obstante, más allá del placer que produce, conocerse a sí misma es esencial para poder disfrutarnos y alcanzar momentos de plenitud: tanto con nosotras mismas como en otras prácticas sexuales acompañadas.
3. En solitario o no
Como mencionábamos en el punto anterior, la masturbación es una práctica muy flexible ya que para ella no es necesario compañía, pero tampoco nos obliga necesariamente a estar solas si no lo deseamos. Puede practicarse con otra persona y hacerla partícipe de ella si nos apetece o simplemente podemos llevarla a cabo en solitario, cuando más nos agrade. Además, la aparición en el mercado de todo tipo de juguetes sexuales favorece a que podamos ponerla en práctica de muchas maneras, en múltiples formatos e incorporar elementos nuevos: desde bolas chinas hasta vibradores que funcionan con ritmos diferentes y a varias velocidades.
4. Combatir dolores menstruales y menopausia
A muchas mujeres, la masturbación las ayuda a sobrellevar los dolores provocados antes o durante la menstruación. Por eso, si nos ayuda a calmarlos es aconsejable ponerla en práctica. Pero, además, la ejercitación de los músculos de la zona puede resultarnos muy práctica para sobrellevar periodos como la menopausia, fortaleciendo también nuestros músculos y paredes internas.
5. Reducción del estrés y mejora del sueño
Las sensaciones de placer que nos produce la masturbación hacen que, tras realizarla, nos sintamos liberadas con los músculos destensados y, por lo tanto, alcancemos una sensación de no estrés muy elevada. Además, el hecho de que una gran parte de las veces es practicada antes de dormir, permite que nuestra entrada en el sueño sea tranquila y podamos descansar mejor.