Primeros pasos para separarse: qué hacer cuando ves que tu relación se acaba

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Cuando nos casamos, lo hacemos cargados de amor y buenas promesas con la esperanza de que será para siempre; pero, en muchos casos, ese deseo no llega a hacerse realidad. Por diversas circunstancias, hay matrimonios que no funcionan y, llegado el momento, es mejor poner punto y final a la relación que seguir haciéndoos daño. Si estás en esta situación y te planteas seriamente romper definitivamente con tu pareja, en este artículo te explicamos cuáles son los primeros pasos para separarse para que tengas claro lo que tienes que hacer.

Los pasos que hay que seguir para separarse

Conseguir a un buen abogado

A la hora de separarte, lo primero que necesitas es un buen asesoramiento profesional para que el proceso se desarrolle de forma fluida y eficaz. Los abogados expertos en derecho de familia como los abogados divorcio Santiago saben qué medidas legales concretas hay que tomar para alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes que garantice el bien de los hijos de la pareja (si los hubiere). De esta forma, evitarás caer en errores que puedan perjudicar tu relación con tus hijos en el futuro.

Elegir entre separación y divorcio

El siguiente paso para terminar una relación conyugal es elegir entre separación o divorcio. La principal diferencia es el carácter más o menos definitivo de la decisión, aunque a efectos prácticos el resultado es el mismo: el matrimonio se acaba en ambos casos, y se disuelve la sociedad de gananciales (de haberla). Sin embargo, en la separación no se disuelve jurídicamente el vínculo conyugal, lo que facilita una posible reconciliación en el futuro sin necesidad de volver a casarse; en el caso del divorcio, en cambio, sí es necesario volver a contraer nupcias porque el matrimonio anterior está disuelto a todos los efectos.

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Decidir si optar por la vía amistosa o la judicial

Escogido el profesional que nos va a ayudar y el tipo de separación que queremos, queda elegir entre procedimiento de mutuo acuerdo o contencioso. El contencioso suele estar reservado para aquellos casos en los que no hay acuerdo entre las partes, pero lo ideal es hacer siempre la separación amistosa mediante convenio regulador. Es mucho menos traumática y perjudicial para las partes implicadas, y también más barata.

Si no existen hijos, puede hacerse ante notario; pero, de haber menores de por medio, es necesario ratificar el convenio en sede judicial para que adquiera efectos ante las partes.

Qué hay que hacer para separarse

Lo que hay que tener claro antes de separarse

Ya sabes lo que tienes que hacer si decides separarte y cuentas con los medios necesarios para hacer frente a la situación. El siguiente paso, entonces, es estar segura de que la solución a vuestros problemas es acaba la relación y tomar caminos separados. Una separación es un viaje de no retorno que deja consecuencias dolorosas y es importante estar preparada anímicamente para lo que se te viene encima.

¿Todavía sientes algo por tu pareja?

Muchas mujeres que dicen que quieren separarse todavía tienen fuertes sentimientos hacia su pareja; pero, debido a una continua lucha de poder en la relación, existe una falta de confianza y cercanía que impide solucionar los problemas. Si es tu caso, y sientes que todavía puede haber vuelta atrás, es mejor que trabajéis en vuestra relación antes de dar el paso de separaros para que, llegado el momento, la decisión sea totalmente fundada y no te arrepientas porque sientas que te equivocaste o que no luchaste lo suficiente.

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¿Es una decisión meditada y sincera, o es fruto de una discusión o una mala racha?

Estar lista para separarse significa ser capaz de tomar una decisión firme que podrás mantener en el tiempo y que no se verá afectada por las emociones. Esto implica dejar a un lado lazos emocionales con la otra persona y no caer en la hostilidad ni en la venganza. La gente que se separa por rabia permanece enfadada incluso tras la separación y el proceso suele ser mucho más doloroso y menos llevadero que cuando se hace de sosegada y consensuada.

Del mismo modo, si con la separación buscas cualquier otro objetivo que no sea acabar con el matrimonio, es que no estás lista para hacerlo. Si esperas que este proceso actúe como impulso para hacer que la otra persona cambie y empiece a tratarte mejor, se dé cuenta de cuánto ha perdido o pague por cuánto te ha herido, lo estarás haciendo por las razones equivocadas y las consecuencias pueden ser nefastas para ambos.

¿Estás dispuesta a aceptar las consecuencias que conlleva separarse?

Una separación trae cambios y dolor a todos los implicados porque es supone renunciar sueño de la «familia feliz». Dolor, decepción, soledad, fracaso, rechazo, preocupación por la nueva situación económica… en algún punto durante el proceso experimentarás todos estos sentimientos antes de que puedas sanar. Para estar lista para los altibajos que conlleva una separación, necesitarás trabajar la resiliencia y contar con una red de apoyo de familia y amigos que estén ahí para ti.

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