Sobrehidratar la piel: es posible, fácil y te contamos cómo evitarlo

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La piel protege el cuerpo de las agresiones externas que puedan perjudicar a su equilibrio natural gracias a su hidratación, flexibilidad y resistencia. Y nosotros debemos cuidarla a ella para que este efecto barrera sea eficaz, porque hay ocasiones en las que a la piel se reseca y pierde su tirantez y elasticidad. Y son algunos factores externos como la calefacción, el aire acondicionado, el sol o el paso del tiempo lo que pueden provocarlo. Sin embargo, así como se sabe que hay una necesidad de hidratar por las causas que acabamos de comentar, pocos saben que sobrehidratar la piel puede ser tan malo como no hacerlo.

¿Se puede sobrehidratar la piel?

La piel puede sufrir una sobrehidratación cuando hay una excesiva cantidad de corneocitos, que son las células muertas que se encuentran en la capa más externa de la piel, o porque se está utilizando una gran cantidad de crema hidratante, más de la que la piel puede absorber. Si tras aplicar la crema hidratante la piel no se nota más elástica y nutrida, incluso si la crema no se absorbe correctamente y deja una especie de residuo brillante, es que hay un problema.

Mucha crema hidratante puede ser malo para la piel

Los corneocitos cuando están expuestos a una humedad excesiva se hinchan. Llegados a este punto, la estructura de la barrera cambia y aumenta la pérdida de agua transepidérmica. Cuando pasa esto existe el riesgo de que penetren en el organismo compuestos químicos y biológicos a través de la piel.

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Y otro error muy común es el de aplicar mucha cantidad de crema hidratante sobre la piel. Cuando esta recibe más cantidad de la que puede absorber, se taponan los poros y deja de respirar.

¿Cómo evitarlo?

Antes de aplicar cualquier tipo de crema hidratante hay que eliminar esas células muertas para que la piel pueda absorber la humedad correctamente. Para eliminarlas basta con utilizar un exfoliante una vez a la semana para limpiar la piel. También será importante escoger una crema adecuada al tipo de piel y aplicar la cantidad adecuada.

Y es muy importante no abusar de la crema hidratante. Echarse grandes cantidades de crema hidratante, ya sea de una vez o en varias a lo largo del día, no sirve para aumentar la hidratación de la piel, sino todo lo contrario. De hecho, la piel puede compararse con una planta. Cuando a esta se la riega con mucha agua, se marchita. Pues lo mismo sucede con la piel pero, en este caso, creando residuos y evitando que respire.

Cómo hidratar lo justo y necesario

La crema hidratante debe aplicarse diariamente, pero con una vez será suficiente. Y aunque muchas personas creen que sí, no es necesario utilizar una crema de día y una de noche. También es recomendable exfoliar la piel, sobre todo la del rostro, una vez a la semana aproximadamente. Cuando se aplica un producto de este tipo no hay que frotar, hay que masajear.

Crema hidratante para cada tipo de piel

Todas las pieles necesitan hidratación pero según sea se usará una crema u otra. Para las pieles grasas o con acné es recomendable utilizar sérums o cremas de textura gel y libre de aceites. Si se tiene acné hay que evitar el alcohol porque reseca mucho la piel y los aceites pesados o vaselina porque pueden agravar el problema.

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Para las pieles secas conviene utilizar productos que contengan ácido hialurónico y ceramidas porque bloquean la humedad y mejoran la textura.

Recomendamos consultar con un médico, mejor si es un dermatólogo, si el problema persiste a pesar de hidratar correctamente la piel. En algunas ocasiones la deshidratación o sobrehidratación viene condicionada por factores genéticos, medicación, una alteración hormonal, una mala alimentación, el tabaco, el alcohol o por beber poca o mucha agua.

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