La respiración en Yoga: un elemento indispensable

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La respiración en Yoga es un elemento indispensable. Es una disciplina que consiste en la unión de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espirito.  El objetivo es mantener un cuerpo sano, tonificado y flexible, una mente clara y abierta y alcanzar la paz de espíritu. El resultado es un completo conocimiento de ti misma.

Todos estos objetivos están entrelazados. La repetición de las posturas o asanas de yoga combinan el esfuerzo físico con la capacidad de concentración y la relajación. Los tres elementos que componen el yoga tienen un elemento central común: la respiración.

respiracion yoga

La respiración en yoga es fundamental para la correcta realización de las posturas

También la respiración es la herramienta para el correcto control de nuestra mente y nuestros pensamientos. Además es el recurso indispensable para la relajación completa. Hablamos de respirar y parece sencillo, pero no lo es.

Lo primero que debemos hacer es ser conscientes de nuestra propia respiración. La respiración es automática y acompaña cada uno de nuestros momentos, razón por la cual pasa desapercibida y no nos damos cuenta de cómo estamos respirando. Notamos respiración agitada cuando hacemos esfuerzos y sentimos como se hincha nuestro vientre cuando estamos relajados. Pero no lo controlamos.

Siéntate cómodamente y siente tu propia respiración. Concéntrate en tu forma de inhalar aire y expulsarlo. Dedica los primeros minutos simplemente a respirar y tomar conciencia de tu respiración.  Este es el primer paso y parece una cosa sencilla. Pero hay que hacerlo sin dejar que otros pensamientos entren en tu cabeza, alejando de tu mente las preocupaciones de cada día y concentrándose únicamente en sentir como el aire entra en tu cuerpo y sale de él.

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Parece una tontería decir que igual no te sale el primer día. Pero es cierto.

yoga y respiracion

La mayor parte de nosotras, cuando tenemos unos minutos de asueto, bien nos quedamos medio dormidos porque el ritmo del día a día nos tiene con la lengua fuera o bien nos dedicamos a darle vueltas a ese montón de cosas que siempre andan poblando nuestra cabeza: los niños, los padres, el trabajo, la casa…. Total que el primer día que nos ponemos a “respirar” en serio nos cuesta mucho centrarnos únicamente en nuestra propia respiración.

Si no es a la primera, será a la segunda. Cuando consigas pasar 5 minutos dedicada únicamente a tus respiración y tomes conciencia de como el aire va llenado y vaciando tus pulmones, entones es el momento de empezar a practicar las respiraciones profundas, que usaremos después en todas las asanas o posturas de yoga.

La respiración profunda consiste en llenar toda tu capacidad pulmonar, sentir como todo tu cuerpo de se llena de aire. La mejor manera de aprender a controlar este tipo de respiración es “forzándola” al principio.

Respiraciones profundas

Toma el aire lentamente por la nariz. Mientras lo haces ve contando, despacio, hasta donde llegues. Hasta que notes que no te cabe un suspiro en el pecho.  El aire ira llenando tus pulmones. Empezara en la parte baja, parecerá que se te “hincha la barriga”, y continuara después por el pecho, hasta sentir que el aire esta casi en tu garganta.  Las primeras veces, hasta que encuentras tu ritmo de respiración, ayuda mucho forzar un poco “el hinchado”. Es decir, según va entrando el aire en tus pulmones ve hinchando tu barriga y cuando sientas que ya no puedes hincharla más, sigue inhalando aire. Sentirás como se te abre el pecho dispuesto a recibir tanto aire como puedas meterle.

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Si durante el proceso de “hinchado” has llegado a contar hasta 3, 4 o 5 da igual. El tema es que ese mismo número marcara el tiempo que debes retener el aire en tus pulmones. En esta fase de la respiración es muy importante que no trates de apurar. Si puedes aguantar, sin esfuerzo, hasta llegar al mismo número que inhalando, genial. Si no, inicia la exhalación cuando tu cuerpo te lo pida.

La exhalación debe ser lenta. Utiliza la misma pauta que para inhalar o aguantar el aire. Debes ir vaciando los pulmones de arriba hacia abajo. Sintiendo como tu cuerpo se va vaciando hasta  terminar con la barriga completamente contraída. Al principio, igual que con la inhalación, ayuda el forzar un poco e ir “metiendo tripa” según vas soltando aire.

Con la práctica iras viendo cómo vas controlando esta respiración y como, poco a poco, vas alargando los tiempos. Dominar este tipo de respiración profunda te servirá cuando practiques el yoga, pero sobre todo, te servirá siempre que quieras o necesites un rato de paz.  Puedes usarlo para dormir, esas noches que te pones a dar vueltas en la cama. Puedes aprovechar  después de una bronca en el trabajo, respirar y sentir como el enfado se va diluyendo en cada exhalación.

La respiración profunda ayuda a oxigenar tus músculos, pero sobre todo, te ayuda a controlar.

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