Errores frecuentes al utilizar el iluminador en tu maquillaje

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Para que la piel luzca radiante y llena de juventud, se utiliza el iluminador. Este producto suele confundirse con bases o correctores. Por su composición, es capaz de atraer partículas de luz y así potenciar la luminosidad en el rostro.

El iluminador es reconocido por aportar valor a las facciones. Es ideal para combatir el cansancio que se apodera principalmente de las ojeras, así como del resto del rostro, y para recuperar la luminosidad perdida con el transcurso de los años.

En el mercado, se pueden encontrar gran variedad de presentaciones. Cada una posee diferente concentración de partículas reflectantes. En consecuencia, puede variar la intensidad de luz que reflejen e incidir en el resultado del maquillaje, uno de los errores, junto con otros, que comentamos a continuación.

Escoger el formato erróneo

Gel, polvo y lápiz son las presentaciones existentes en el mercado. Uno de los errores que generalmente se cometen es no variar el formato entre base e iluminador. Para evitar generar parches es recomendable aplicar base en un formato líquido y luego iluminador en polvo.

Existen iluminadores que no poseen pigmentos de luz. En ese caso, se recomienda unir con una porción de base. Los resultados de esta combinación se exhiben en un acabado perfecto de la piel.

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No elegir el tono adecuado

Para evitar lucir un maquillaje muy recargado, es necesario seleccionar un color adecuado al tono natural de la piel. No es aconsejable escoger un tono más oscuro al de la base de maquillaje.

Para pieles bronceadas se recomiendan tonos marrones o bronce. En caso de tener  un tono de piel pálido, se aconseja escoger tonos rosados, marfil o plateado. Para pieles en tonos medios, son perfectos los colores champagne o dorado claro.

El orden en la aplicación

La disposición ideal para que el producto tenga el efecto deseado será primero la base de maquillaje aplicada con ayuda de movimientos en círculos. El siguiente paso es colocar corrector y por último el iluminador.

maquillaje

Pasarse con la cantidad

Una de las faltas más frecuentes a la hora de maquillar es colocar demasiada cantidad de pigmento reflectante y utilizar los dedos para su aplicación. Menos es más, y siempre se puede añadir un poco más en caso de necesitarlo. Sin embargo, grandes cantidades no pueden ser eliminadas fácilmente de la cara. El producto debe ser dosificado con ayuda de un pincel o brocha pequeña.

Aplicación incorrecta

El iluminador no debe aplicarse por todo el rostro. Lo recomendable es iniciar en la zona T y a partir de ahí, difuminar con pincel hacia afuera las zonas que desees iluminar.

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Iluminar zonas incorrectas

Para rostros que poseen nariz aguileña, la aplicación del pigmento no es conveniente en la zona central. Lejos de disimular, lo que hará es proyectar las imperfecciones.

No es conveniente que se aplique sobre las arrugas, las líneas de expresión y los poros dilatados. Aplicarlo sobre estas zonas, no lucirá natural, sino que hará que la piel se torne grisácea.

Es incorrecto aplicar iluminador sólo en la sien. También existen otros lugares de nuestro rostro que deben ser potenciados, para de esta forma, moderar el maquillaje.

Algunos puntos clave a tomar en cuenta son en la zona anterior del labio superior, centro de la nariz y la zona entre cejas. De forma opcional, puede colocarse en la barbilla.

No confundir con corrector

Al usarse como un corrector, se puede caer en la tendencia a extralimitarse con la cantidad. Los resultados serán que el área de aplicación estará demasiado iluminada y captará mucha luz.

Es importante destacar, que la función del producto es iluminar, pero en ningún caso corrige las imperfecciones.

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