Cuando nos adentramos en el mundo de la cosmética encontramos una gama casi infinita de productos, propiedades, ingredientes, beneficios, rutinas, y un largo etcétera de cuidados para la piel. Tenemos multitud de opciones entre las que elegir a la hora de cuidar nuestra dermis. Es importante prestar atención a las necesidades de nuestro rostro y llevar a cabo los pasos que lo ayudan a mantenerse sano e iluminado. Hoy vamos a hablar de algunas pautas que nos ayudan a alcanzar este objetivo, y de las diferencias entre una crema hidratante y humectante.
Es conveniente encontrar una rutina diaria con la que nos encontremos cómodos, que se ajuste a nuestras necesidades y nos guste. Dentro de dicha rutina, hay dos pasos que son fundamentales y no se nos pueden olvidar, la limpieza y la hidratación. Estos pasos se encuentran en la base de cualquier hábito de cuidado dada su importancia. Para contar con una buena hidratación, es conveniente realizar previamente una buena limpieza. Además, algunos tipos de cremas ayudan a potenciar estos efectos. A continuación te mostramos dos tipos de crema que nos ayudan a cuidar nuestra piel y cuyas funciones y diferencias, en ocasiones, no están totalmente claras.
Diferencias entre una crema hidratante y humectante
Las cremas humectantes e hidratantes cuentan con una serie de diferencias, ya que cada una de ellas tiene una finalidad para nuestra piel. Vamos a ver cuáles son sus características principales para diferenciarlas mejor:

- Crema hidratante: en este caso, este tipo de producto se emplea para aportar mayor cantidad de agua a las células de nuestra piel. Este tipo de cremas actúa en las capas más profundas y suelen integrar agentes como minerales o vitaminas. Las propiedades de estas cremas nos ayudan a mantener nuestra piel flexible, elástica, luminosa y a retrasar el envejecimiento.
- Crema humectante: este producto actúa creando una barrera protectora en nuestra piel. Nuestra dermis cuenta con una cantidad de agua que va disminuyendo a lo largo del día a causa de diferentes factores. La función principal de este tipo de crema es evitar la evaporación de dicho agua. De esta manera, ayuda a mantener la piel húmeda, dando lugar a un manto de protección frente a elementos dañinos y posibles enfermedades cutáneas.
Por lo tanto, podemos observar algunas diferencias entre una crema hidratante y humectante. En el primer caso, se produce una aportación extra de agua, mientras que en el segundo se evita la pérdida del agua de la piel.
¿Qué tipo de crema necesito?
La elección del tipo de crema va a depender de las características y necesidades de nuestra dermis. En principio, podemos observar que existen diferencias entre una piel seca y una piel deshidratada. Vamos a ver cómo podemos identificarlas y qué crema es más beneficiosa para cada caso:
- Piel seca: este tipo de piel se caracteriza por la aparición de algunos síntomas como picor, enrojecimiento, un tacto áspero o sensación de tirantez, entre otros. En este caso, las células de este tipo de dermis no tienen la capacidad de mantener el agua, por lo que las cremas humectantes son especialmente útiles.
- Piel deshidratada: se identifican por contar con un aspecto cuarteado y reseco. Para comprobar si tenemos la piel deshidratada, podemos pellizcar con delicadeza alguna zona de nuestro rostro. Tras ello, si la piel tarda unos segundos en volver a su estado natural, es que presenta problemas de deshidratación. Este tipo de alteraciones suelen ser temporales y están ocasionadas principalmente por agentes externos. Para resolver la situación, es beneficioso hacer uso de cremas hidratantes.
Diferencias entre una crema hidratante y humectante: ¿cómo y cuándo las aplico?
Otra de las diferencias entre una crema hidratante y humectante es el momento y la forma de la aplicación. Se recomienda emplear la crema humectante durante el día, después de haber realízalo la limpieza del rostro y la aplicación del tónico. El tónico ayuda a potenciar su efecto. Por otro lado, aplicarla con la cara húmeda ayuda a potenciar el bloqueo de agua en la piel, evitando de esta manera su evaporación.

Por la noche, en nuestra rutina, es importante repetir los pasos de limpieza y tonificación antes de aplicar la crema hidratante. Aplicar un producto hidratante antes de dormir ayuda a potenciar la actividad celular, aportando un aspecto más joven y mejorando la elasticidad.
Después de ver algunos aspectos relacionados con las cremas hidratantes y humectantes, vamos a mostrar algunas cosas que podemos llevar a cabo para mantener una piel sana e hidratada.
Recomendaciones para tener una piel sana e hidratada
- Elimina o disminuye el consumo de tabaco y alcohol.
- Protege tu piel del sol todos los días, aunque sea invierno o el día esté nublado.
- Duerme y descansa las horas necesarias para tener una piel radiante.
- Ingiere alimentos que hidraten tu piel y bebe en torno a 2 litros de agua al día.
- Evita en la medida de lo posible los ambientes extremadamente secos o húmedos, ya que perjudican nuestra piel. Algunos de ellos son la calefacción, el aire acondicionado, o agua muy caliente.