Todos tenemos una amiga o amigo que, sin importar la situación, el lugar o el momento del día, consigue oler siempre bien. ¿Cuál puede ser su secreto? Aparte de tener una higiene cuidada y de elegir un buen perfume en tiendas como Douglas, también es necesario saber cuándo, dónde y cómo aplicarlo, porque esto afectará a la fuerza de la fragancia y al tiempo que durará. En este artículo te lo explicamos.
Los 6 trucos infalibles para oler siempre bien
Ten una buena higiene corporal y capilar
No es necesario explicar que para poder oler siempre bien no basta con utilizar colonias y desodorantes que enmascaren los malos olores, sino que es necesario ducharse con frecuencia –especialmente en los meses de calor o tras realizar esfuerzos físicos que produzcan sudor-.
Además, aunque casi nadie repara en ello, mantener la cabeza y el pelo limpios es tan importantes a la hora de oler siempre bien como la higiene corporal. Cuando pasas mucho tiempo sin lavarte el cabello, este alcanza un estado muy graso y se produce mal olor. No hay que lavarse el pelo todos los días necesariamente, pero sí necesitas controlar el exceso de grasa y mantener una rutina constante para evitarla.
Mantén la piel hidratada
Es importante que hidrates tu piel antes de aplicar cualquier perfume, ya que la piel seca tiende a absorber parte de la fragancia, haciendo que se desvanezca más rápido. La piel hidratada le da a la fragancia algo a lo que adherirse para que dure más tiempo.
Pon la fragancia en varias capas
Para oler siempre bien no solo importa la colonia, sino que hay otros elementos de cosmética que también te pueden ayudar a reforzar el aroma. La mayoría de tus fragancias favoritas están disponibles en diferentes formatos que se venden en estuches con varios productos -desde geles de ducha hasta desodorantes, pasando por lociones corporales-. Al usar algunas de ellas juntas, se construyen capas de fragancia que se mantendrán más fácilmente durante todo el día.

Elige un perfume con aroma potente
No todos los aromas son iguales. Mientras que las fragancias cítricas tienden a disiparse rápidamente, las especiadas y boscosas con notas como el sándalo tienden a persistir por un tiempo. Así que, si te preocupa más la duración de tu perfume que su frescor, cíñete a esas fragancias.
Aplícalo en varios puntos estratégicos (y te frotes)
Para oler siempre bien, un buen truco es rociar el perfume en las áreas más cálidas (y a menudo más ocultas) del cuerpo, como el estómago, el pecho, detrás de las rodillas y las orejas. De este modo, el calor corporal ayudará a que las notas altas, medias y bajas se maximicen.
Y en esta misma línea, es importante que si pones perfume en tus muñecas no te las frotes, ya que al hacerlo se rompen las notas altas, dejándote sólo con las notas medias y bajas y una menor duración de la fragancia.
Échatelo en el momento oportuno
El mejor momento para perfumarse es justo después de ducharse, mientras la piel todavía está ligeramente húmeda. La humedad extra ayuda a fijar el aroma. Además, esto reducirá el riesgo de manchar tu blusa de seda favorita o de empañar tus joyas.
Repite la aplicación un par de veces al día
Dado que la piel es un órgano vivo que respira, cualquier fragancia que eches sobre ella no se quedará adherida eternamente. Es conveniente que lleves siempre contigo una muestra de tamaño viaje en el bolso para perfumarte rápidamente en caso necesario, como por ejemplo si después de la jornada laboral habitual (que es más o menos el tiempo que va a durar un buen perfume bien aplicado) tienes algún plan o cita al que vayas a ir directamente sin pasar por casa.