En muchas ocasiones asumimos de manera errónea que nuestro cuerpo funcionará de forma eficiente sin que aportemos un poco de ayuda a ciertos procesos. La digestión es uno de los factores determinantes para poder mantenernos sanos y enérgicos, ya que, si este proceso falla, las alarmas se encenderán y notaremos irregularidades en nuestro organismo. En este artículo te compartimos algunos consejos útiles, como la correcta hidratación, respetar los horarios, y la inclusión de Tripsina en nuestra dieta para facilitar la digestión.
Ayudar al organismo para una correcta digestión no requiere de esfuerzo o sacrificios, solo es cuestión de tomar conciencia en los horarios, la dieta y la manera en que nos alimentamos. Si nuestro cuerpo recibe los alimentos necesarios en los tiempos adecuados, podrá autorregularse y funcionar de manera óptima. Es decir, si no respetamos los horarios de comida, consumimos excesos de azúcar y no ingerimos fibra, nuestro aparato digestivo tendrá que hacer un esfuerzo mucho más considerable para poder trabajar bien.
Estos 5 consejos para mejorar tu digestión pueden ser aplicados por cualquier persona. Si consideras que la irregularidad es de cuidado, no dudes en consultar a un especialista para abordar cualquier inconveniente vinculado a tu salud a tiempo.
1. Hidratación: El agua no puede faltar
No es una casualidad que el mayor porcentaje de nuestro peso está compuesto por agua. La ingesta de agua debe ser regulada y en las dosis recomendadas, ya que su consumo excesivo puede generar efectos adversos también. Los especialistas recomiendan el consumo de unos 3.7 litros diarios para los hombres y unos 2.7 litros en el caso de las mujeres.
2. Complementos y probióticos: Aliados muy útiles
Si hay deficiencias en algunas enzimas, o la estimulación de la producción de las mismas no es la correcta, podemos optar por medicinas naturales que aporten ese pequeño empujón para nuestro organismo. La Tripsina es uno de los ejemplos que podemos citar por su alta tasa de éxito en casos de problemas digestivos.
Básicamente, se trata de una enzima peptidasa, encargada de romper los enlaces peptídicos de las proteínas, a través de un proceso conocido como hidrólisis, generando la formación de péptidos de menor tamaño y aminoácidos.
3. Fibras: Garantizando la función intestinal
Comer fibra en cantidades de 25 gramos al día, puede generar cambios importantes en el comportamiento del aparato digestivo. Uno de los aspectos interesantes de la fibra es que puede retener el agua, y durante el proceso de la digestión se convierte en gel, lo que la hace mucho más fácil de expulsar. Algunas de las opciones recomendables son: la avena, cebada, semillas, nueces, y algunas verduras y frutas, como manzanas y plátano.
4. Actividad física: El movimiento es la clave
Uno de los enemigos principales de nuestro aparato digestivo es el sedentarismo. Mantenernos activos ayudará a nuestro metabolismo a funcionar de manera mucho más eficiente. Intenta caminar de 30 a 45 minutos al día, durante un par de semanas, y verás como los cambios comienzan a evidenciarse. Tu cuerpo trabajará mejor y comenzarás a perder peso.
5. No te saltes las comidas
Si tu cuerpo recibe las diócesis de nutrientes en tiempos aleatorios, nunca sabrá cuando es el momento de descansar y el metabolismo se tornará lento. Procura fijar horarios de comida, y apegarte a ellos de manera estricta y disciplinada.
Por lo tanto, ahora que ya conocer estos hábitos, es hora de centrarte en tu bienestar, además de consultar con tu médico de qué complementos se pueden integrar en la dieta.