Ácido glicólico ¿Qué es y cómo se utiliza de forma correcta y segura?

Cada vez está más de moda en el mundo de la estética el ácido glicólico. Se trata de una sustancia capaz de regenerar la piel como ninguna otra. Es perfecta para realizar exfoliaciones y eliminar las células muertas destinada a cualquier tipo de persona. Si quieres saber más sobre esta sustancia, a lo largo de este artículo te explicaremos cómo se utiliza y cuáles son sus beneficios.

El ácido glicólico ¿Qué es?

El ácido glicólico forma parte de un grupo de ácidos que se extrae de alimentos naturales como pueden ser la uva, la naranja o la manzana, entre otros. Se utiliza para trabajar la superficie más profunda de la piel y, de este modo, protegerla de los daños del sol, eliminar pequeñas arrugas y corregir la falta de luminosidad.

En cosmética se usa en concentraciones que varían entre el 4% y el 20%. Dependiendo de este porcentaje, el producto se centrará más en unos beneficios o en otros. Por ejemplo, aquellos que tengan concentraciones más bajas sirven para llevar a cabo exfoliaciones ligeras, mientras que las más altas, se centran principalmente en las arrugas o en el acné.

Beneficios del ácido glicólico

Son muchos los beneficios que se pueden obtener del ácido glicólico. A continuación, describiremos los más importantes. Desearás tener un producto con este ingrediente para transmitir una imagen joven y llena de vida.

Exfoliante

Esta sustancia permite eliminar todas las células muertas que tenemos en nuestro rostro. Por supuesto, lo hace de una forma suave, así, no existe el mínimo riesgo de que se dañe.

Peelings químicos

Sin duda, el ácido glicólico es uno de los ingredientes estrella en los peelings. Esto se debe a que es capaz de acelerar la regeneración de la piel.

Elimina las manchas del rostro

Uno de los motivos por los cuales este ingrediente es tan utilizado es porque elimina las manchas de la cara. Estas tienen lugar por distintos motivos, como puede ser la luz del sol. Así, consigue aclarar las capas superiores de la piel y consigue el tono uniforme perfecto.

Reactiva la producción de proteínas

Con el paso del tiempo, la cantidad de proteínas básicas que aportan firmeza y flexibilidad a la piel comienza a ser menor. Pero, el ácido glicólico reactiva la formación de estas proteínas, concretamente de la elastina y del colágeno, devolviéndole un aspecto más joven. Asimismo, reduce tanto las arrugas como las líneas de expresión.

Trata las estrías

Sin duda, estéticamente, las estrías pueden darnos muchos dolores de cabeza. Ahora, con este producto encontraremos parte de la solución. Esto se debe a su poder regenerante, que ayuda a reducir su apariencia.

Mejora las pieles grasas

Por otro lado, el ácido glicólico elimina el exceso de sebo de la cara y, como consecuencia, reduce la aparición de espinillas y otros molestos granitos contra los que debemos combatir día a día. Es más, también consigue curar mucho más rápido tanto las marcas de acné como las cicatrices.

Cómo aplicar el ácido glicólico

Después de leer todos los beneficios que aporta esta sustancia, seguro que te apetece disfrutar de un tratamiento que te ayude a sentirte más joven y a proteger el órgano más grande del cuerpo. Ahora, antes de que leas cómo se debe aplicar el ácido glicólico, tienes que saber que no es bueno abusar de él. Asimismo, nunca debes combinarlo con otros ingredientes que pueden resultar agresivos, sobre todo si tienes la piel sensible. Por otro lado, también es importante saber que en las primeras aplicaciones es posible que seamos testigos de cómo nuestro rostro se pela. Es más, se puede sentir calor, picor o escozor, aunque esto se debe simplemente a que está actuando.

Empezar a usar ácido glicólico

Para comenzar a usar el ácido glicólico es necesario hacerlo de forma salteada, por la noche, un par de días a la semana. De este modo, sabremos cómo reacciona nuestra piel a esta sustancia. Si decidimos aplicárnoslo por la mañana, lo mejor es que nos distribuyamos después por el rostro crema solar con un factor alto. Esto se debe a que los ácidos disminuyen la protección natural de la barrera lipídica y, por ello, la piel queda más expuesta a los daños externos.

Por otra parte, cabe destacar que se usa después de la limpieza facial, ya que, antes de su aplicación, es muy importante tener la piel limpia. Cuando demos este paso, masajearemos el producto en la piel, ligeramente húmeda, evitando la zona del contorno de los ojos. Después, aclararemos. Ahora, existe la posibilidad de aplicarnos el contenido con discos de algodón, sin aclarado, como si de un tónico se tratase.

Comenzar con bajas concentraciones

Si no hemos usado antes el ácido glicólico, lo ideal es comenzar a hacerlo con bajas concentraciones, por ejemplo, de un 8%. Sin embargo, si tu piel ya está acostumbrada a los ácidos, puedes utilizar aquellas cremas que posean un 15% de este ingrediente. Si tienes un problema de acné, seguramente tu dermatólogo, en este caso lo mejor es que consultes con un especialista, te aconsejará que lo combines con ácido salicílico.

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